La guerra menos pensada entre Sandra Arroyo Salgado y la familia de Alberto Nisman
El calvario no cesa para la ex mujer del fiscal, quien se comprometió con la investigación y ahora sufre nuevos reveses.
"Mi vida fue arrasada por un tsunami", había declarado la jueza federal Sandra Arroyo Salgado la semana pasada en radio Mitre. La ex mujer de Alberto Nisman hacía referencia a las duras repercusiones que su trabajo como querellante le estaba haciendo sentir en su vida personal. En el último tiempo y a raíz del descubrimiento de tres cuentas no declaradas que poseía el fiscal en Chile, Uruguay y Estados Unidos Arroyo Salgado encontró una nueva resistencia en el círculo familiar de Nisman, que se vio comprometido por las nuevas revelaciones.
Sara Garfunkel, madre del fiscal fallecido, y Sandra Nisman, hermana del mismo hombre, se descubrieron en apuros cuando Arroyo Salgado comunicó que se encontraba investigando una de las cuentas no declaradas del fiscal. Su preocupación radicaba en que ambas mujeres figuran como cotitulares de la cuenta, junto con el licenciado en Informática Diego Lagomarsino. Ante la fiscal Viviana Fein, Sandra Nisman declaró que firmó el documento correspondiente para que se abriera la cuenta, pero sin conocer mayores detalles. De hecho, la mujer expresó desconocer si en ese depósito había o no dinero, informa el diario Perfil.
Según el mismo diario, diversos familiares de Nisman les hicieron llegar su preocupación a la hermana y a la madre del fiscal. Sus dudas radican en el manejo que podría hacer la jueza de las nuevas averiguaciones. Además, según Perfil, al círculo familiar no le agradó que la jueza federal pusiera sobre el tapete público la posibilidad del "móvil económico". Arroyo Salgado dejó en claro que a Nisman "lo mataron" y le quitó peso a la posibilidad de que el crimen se haya cometido por una razón económica. Sin embargo, la trama no deja de manchar a la familia y al nombre del propio fiscal.
Por estas razones, como expresa el diario Perfil, Sara Garfunkel y Sandra Nisman contrataron a un abogado para que siga "en las sombras" todos los avances que alcance la jueza federal de San Isidro. De esta manera, lo que busca el círculo familiar del difunto fiscal es anticiparse a la revelación de informaciones que podrían perjudicarlos. A pesar de las precauciones, la causa parece dirigirse hacia un cauce oscuro que eventualmente podría resultar perjudicial para los cotitulares de las cuentas no declaradas en el país.