La guerra de Dock Sud
El enfrentamiento entre barras de Dock Sud y San Telmo, por espacios de venta de narcomenudeo, le costó la vida a una inocente criatura de cinco meses.
Lola Jazmín Montero, se encontraba en los brazos de su mama, mientras esperaba para pagar el pan que había comprado, escuchó disparos y el grito de la bebe, la miró y vio que tenía un agujero en su cabecita. Frente a la panadería hay una verdulería de la cual salió un tal “Marianito” y otro grupo comenzó a dispararle, venían a buscarlo. El tal Marianito, es Mariano Cesar Dacosta, de 28 años de edad, que fue detenido a las pocas horas en Villa Domínico.
También fueron apresados José Iván Amarilla de 24 años y Hernán Osvaldo García de 21, este último con una causa por delitos sexuales. Amarilla había sido detenido en junio con un arma de grueso calibre, pero fue liberado tres días después. Todos los testigos indican que la bronca era con Marianito.
El padre de la nena dijo que no fue pelea de bandas, sino que son un par de malvivientes que les gusta andar a los tiros por el barrio. Yo les aseguro que en ese barrio es constante escuchar detonaciones de balas. ¿Por qué se pelearon en esta ocasión? Por el mercado de narcomenudeo, una calle, un pasillo o una cuadra representa un buen dinero diario, para los malvivientes que hace años que azotan la zona.
El episodio se dio en el barrio Nicolás Avellaneda, que son monoblocks que están junto al peaje de Dock Sud de la autopista Buenos Aires - La Plata, más precisamente en las cercanías de la torre 5, en la calle Estévez al 1000, cuando dos hombres armados abrieron fuego contra un grupo con el cual ya se habían jurado este enfrentamiento, como siempre que se dan estos episodios, difícilmente estos sujetos reciban un tiro, pero caen víctimas con personas inocentes que nada tienen que ver con el estos bandidos.
Los grupos son integrantes de las hinchadas de Dock Sud y San Telmo, las disputa por el fútbol queda en amenazas, pero el negocio de la droga al menudeo es de un volumen considerable y genera buenos ingresos, con lo cual se pelea por cada metro de calle para obtener más ganancias.
Usted se preguntará: ¿y la policía que hace? Poco y nada, el interés de las autoridades en estas cosas es nulo, miran para otro lado. Pero cuando explota un episodio como el actual, se visibiliza lo difícil que es vivir en esos barrios para la gente de trabajo, rezan para salir a trabajar y otro tanto para regresar sanos a casa. Lo único que puedo decirle, es que estas muertes son evitables, pero pareciera que en nuestro país nada puede resolverse ni siquiera una pelea entre “banditas” de malvivientes, que le costó la vida a una inocente criatura, lo único que podemos hacer es rezar una plegaria, para que descanse en paz.
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