La gran mentira de los "cuerpos magnéticos"
Te revelamos el secreto de la supuesta habilidad de algunas personas para adherir objetos sobre sus cuerpos.
Un artículo reciente, publicado en el diario La Nación (02-02-17), retoma un viejo tema pero esta vez identificado a través de Nermin Halilagic, un bosnio que supuestamente se caracteriza por una "extraña habilidad magnética" que le permite mantener objetos adheridos a su cuerpo.
Fue fotografiado por Dado Ruvic, quien afirma haber visto y fotografiado a otras personas con esta habilidad pero decidió lanzar a la fama a Nermin "porque es el único que también atrae el plástico, algo poco común en personas con esta habilidad. Al estar cerca de él, uno puede sentir una energía especial, como una especie de campo magnético".
El fotógrafo, obviamente, nunca leyó esta sección de Diario Veloz y por eso quedó tan impresionado por Nermin que llegó a sentir energías y campos magnéticos inexistentes. Veamos.
En octubre de 2013 hice una amplia cobertura del tema y con lujo de detalles: "El secreto de los 'cuerpos magnéticos'" (I - II - III). En la segunda parte expliqué a qué obedecía el fenómeno de los mal llamados "magnetos humanos" e incluso la ilustré con mi propia experiencia.
Todo es producto de la acción natural de la secreción sebácea. Y si le sumamos un poco de falta de higiene o alguna cremita, obtenemos una superficie apta para la adherencia de cualquier objeto y sin importar el tipo de material de fabricación (metal, plástico, vidrio, etc.). También señalé que el exceso de peso u obesidad son factores que ayudan al incremento de grasa en la piel y, como se puede apreciar en las fotos, Nermin podría ser un buen ejemplo.
En aquel tiempo también hice una autofilmación con un viejo celular que ―por su poca calidad― preferí no incluir en aquellas notas, pero ahora vale la pena su inclusión puesto que se vuelve a mencionar la cuestión del material plástico.
No conforme con todas las explicaciones, lo contundente y confirmatorio vino en la tercera parte con "los polvitos mágicos" del mago y la imperdible exposición de James Randi de un "hombre magneto" en Corea del Sur.
Bien, remito a ese material y, por suerte, en los comentarios de la nota de La Nación ya alguien se encargó de recordarlo a los lectores que, en buena hora, se venían expresando con gran escepticismo.