La gran estafa de la "unión de parejas"
La infatigable búsqueda del "amor de su vida" le costó una fortuna.
El ingenuo y enamoradizo muchacho había conocido a Michelle, de 24 años, durante el verano de 2013 en Arizona. Quedó totalmente flechado pero su amor no era correspondido por la muchacha. A partir de ese momento, tomó una decisión que lo llevaría a su bancarrota.
Se acercó hasta un local neoyorquino de la Calle 43, Nº 253, cuyo cartel en la vidriera anunciaba los variados servicios de la "Psíquica" Cristina.
En realidad "Cristina Álvarez" era el alias de Priscilla Kelly Delmaro, una delincuente de 26 años con un prontuario paranormal que presagiaba el lamentable final del consultante que, durante 20 meses, siguió sus consejos.
En la primera consulta Delmaro alentó al joven diciéndole que él y Michelle eran "flamas gemelas", pero los espíritus le dictaban que había una negatividad que los mantenía separados. Por lo tanto había que actuar y qué mejor que invertir unos pesitos para obtener resultados. Fue así que, en el transcurso de dos consultas, el esperanzado Romeo pagó US$ 11.500.
Encuentro esperado
Un mes después, la vidente le pidió diamantes para proteger su energía. Sin pérdida de tiempo, el muchacho le llevó un anillo de Tiffany valuado en US$ 40.064.
Después de este importante desembolso, al fin el joven tuvo un encuentro con Michelle, pero la frialdad de ella fue un nuevo "cachetazo espiritual" que lo dejó tambaleando y, en consecuencia, siguió pidiendo consejos a la adivina.
La sabiduría de la psíquica indicaba que el problema residía en un "espíritu acosador" que impedía la unión definitiva de la pareja. Había que revertir esta situación, así que "poniendo estaba la gansa" y con unos US$ 46.000 continúa el trabajo.
Como el espíritu no cesaba con su acoso, Delmaro tuvo otra brillante idea -de US$ 40.000- que incluía un funeral ficticio del muchacho para engañar al alma en pena y que creyera que ya había muerto.
Espíritu rebelde
Parece que el espíritu era muy pícaro y no cayó en el engaño. Por lo tanto la vidente decidió que la mejor solución sería una "máquina del tiempo" para cambiar el pasado. Desde ya que eso no incluía la devolución del dinero invertido, pero ante las dudas del muchacho, la pitonisa lo tranquilizó y le dijo que con un reloj de buena calidad era suficiente. Él le compró un Rolex de 30 mil dólares y las agujas empezaron a correr.
La resistencia del espíritu acosador era tan fuerte que se vieron obligados a tomar otras medidas. El muchacho le pagó US$ 80.000 a la bruja para que construyera un puente de oro en el más allá para que el espíritu lo cruzara y quedara definitivamente atrapado. Luego fueron requeridos otros 90.000 verdes para una prolongación del mismo puente aun cuando el espíritu se tomaba su tiempo para cruzarlo y lo hacía "muy despacio".
Mientras el damnificado seguía sumando dólares al bolsillo de la vidente, el 17 de febrero de 2014 ingresó al Facebook de Michelle y se enteró que había fallecido.
Reencarnando a Michelle
Podría ser el título de una película, pero no: fue la solución que le planteó la psíquica al joven devastado por la muerte de su amada. Delmaro le prometió que reencarnaría al espíritu de Michelle en el cuerpo de una mujer de 31 años.
Mientras siguió pagando para que este complicado procedimiento se cumpliera, el joven conoció a una chica de 24 años pero, tras darse cuenta de que no tenía la edad pronosticada y sospechaba que el espíritu de Michelle no estaba dentro de ella, se decepcionó totalmente y se sintió estafado por la vidente.
La decepción llegó tarde, el pobre hombre ya había perdido más de 700 mil dólares, su auto, un departamento y adeudaba los préstamos solicitados a familiares y amigos. Un desastre económico del que no se recuperará ni en una nueva reencarnación.
Pero bueno, al menos para compensar parte del daño emocional, gracias a la intervención del detective privado Bob Nygaard, especialista en cazar chantas paranormales, se pudo desbaratar la actividad delictiva de esta estafadora.
La vidente "Cristina" Delmaro y su compañero Bobby Evans, fueron arrestados el 26 de mayo pasado en un restaurante del centro de Manhattan mientras disfrutaban del dinero hurtado a sus víctimas.