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La gente le ganó de nuevo a Daniel Angelici: Juan Román Riquelme, cerca de la renovación

El jugador de Boca aceptaría la oferta de seguir un año y medio en el club.

Cuando todo parezca gris, cuando cada tropezón acerca más la caída, ahí aparece Juan Román Riquelme, para salvar a un club que hace un tiempo viene navegando en la intrascendencia, a pesar de que en el banco está ni más ni menos que Carlos Bianchi, con todo lo que eso implica.

Y en un día donde toda la alegría seguramente parta hacia Nuñez, el hincha de Boca tiene un premio consuelo, que no es pequeño: el enganche está cada vez más cerca de la renovación.

Eso sí, a no ilusionarse demasiado: "Si me piden que le firme un contrato por cuatro años a Román, no lo voy a hacer. Yo ya renuncié como tesorero por ese mismo tema", afirmó en un acto el presidente Daniel Angelici.

El mismo Angelici al que la gente votó (no hay que olvidarse de eso) y ahora insulta; el mismo que en su momento echó por la venta a un Falcioni que venía de ser campeón invicto y finalista de la Libertadores para recibir por la puerta grande a Bianchi sólo porque la gente lo pidió, hoy decidió renovarle a Riquelme.

Sí, a veces la gente se equivoca, y sería positivo que un presidente dirija para la institución y no para la tribuna. Pero, por esta vez, la Bombonera tuvo razón: no hay razones futbolísticas para que el 10 no siga jugando en el patio de su casa.

No será por cuatro años, pero la oferta de un año y medio es real. Tras algunas reuniones entre César Martucci, vicepresidente del departamento de fútbol, y el representante de Riquelme, Daniel Bolotnicoff, la renovación está más cerca que nunca.

De hecho, desde el entorno del jugador le aseguró a la web Pasión Superclásica que el enganche ya tendría decidido aceptar el trato, aunque todavía reste el arreglo económico, algo que no generaría mayores inconvenientes, teniendo en cuenta la intención del 10 de seguir en el club.

Bianchi puede estar tranquilo y los hinchas deben estar felices, mientras Angelici sufre por su propia demagogia.