La “geisha” que es él
Heredó el legado de su madre y continuó con él a rajatabla, sin importarle nada.
Hace tres años Eitaro perdió a su madre, una geisha dedicada. Fue debido a un cáncer. Desde ese entonces él y su hermana llevan su legado y están a cargo de una casa de geishas, supervisando a otras seis geishas.
Pero Eitaro, de 26 años, cumple el papel de una geisha. La primera vez que se presentó como bailarina fue a los 10 años. Comenzó a asistir a clases de danza a los 8 y cuando tenía 11 actuó en el Teatro Nacional de Japón. Claramente era una geisha natural, y algo "trivial" como el sexo no lo iba a detener respecto de su pasión. La madre de Eitaro, una habilidosa y carismática geisha, se dedicó a revivir la cultura geisha de Tokio, Japón, luego de que la última casa de geishas cerrara sus puertas durante los años 80.
De chico, Eitaro creció viendo a su madre actuar y, tal como su hermana Maika, quedó fascinado por su elegancia. Pero hace tres años, perdieron a su madre y los hermanos tomaron la responsabilidad de seguir con el legado materno. Ahora, Eitaro es el maestro de una "okiya", casa de geishas en el distrito Omori, en Tokio, y junto con su hermana y un grupo de 6 geishas entretienen a los clientes en fiestas.