Justicia Cero
La fuerte denuncia por abuso sexual de una perito contra un juez: "Lo quise frenar y se burlaba"
La mujer iniciará una demanda penal para evitar que haya nuevas víctimas.
La médica perito judicial y psicóloga forense, Virginia Creimer, denunció mediáticamente a un juez federal del fuero civil platense por acoso y abuso sexual con tocamientos.
"Lo primero que quiero decir es que ahora va a aparecer un abusómetro y todo el mundo va a empezar a opinar si fui mucho o poco abusada. Nunca es fácil para una víctima poner en palabras lo que pasó y aunque parezca contradictorio es mucho más para mí, que soy una mujer empoderada, porque a mí 'no me debería pasar", así empezó el relato de Virginia Creimer, perito médica forense de La Plata, en diálogo con Crónica TV y el periodista Chiche Gelblung.
La mujer contó que vive, como muchas otras mujeres, "en una hipervigilancia permanente", donde controla "con quién" se sienta "y con quién no", pero más que nada por su profesión. "Esta vez estaba más vulnerable, me sentía sola, ese es mi talón de Aquiles... y este juez, que yo lo conozco hace 15 años -no es una persona que se me cruzó por la calle- reapareció hace un año, me mandó mensajes muy cordiales acompañándome en esto que me preocupa, que es mi soledad", contó.
"Ese día me llamaron mi hija y mi hijo porque se les había roto el auto y había que trasladarlo. Yo fui como estaba. Fui con un short y un top con el que salgo a correr todos los días al parque. Pero esto, que es una pavada, a mí como víctima me empezó a generar un montón de dudas. El abuso paraliza, después silencia y después te hace sentir culpable. Y cuando te quedás callada favorecés que otras sean víctimas", lamentó, antes de seguir con el relato.
"Llevé el auto al taller y me lo arreglaron en un segundo. Este 'amigo' me dijo 'te alcanzo a tu casa, no me cuesta nada'. Es una persona que conozco mucho y que me pareció toda la vida inofensivo, hasta podría decir pusilánime. No me vi en ningún momento amenazada. Como me lo habían arreglado rápido le dije 'ya está resuelto, ¿querés que tomemos unos mates?'. No había ninguna otra cuestión. Fui a la casa, empezamos a hablar de trabajo, que es de lo que hablo siempre, y de pronto cambia la conversación... él estaba solo en la casa", rememoró.
Según su testimonio, el hombre primero le contó que su exmujer tenía llaves de la casa por lo cual podía entrar y salir en cualquier momento. Era un dato que no tenía mucho que ver con la charla, pero luego el hombre volvió a hablarle en el mismo tono y le dijo: 'No te puedo prometer una relación'. "Yo pensé, ¿de qué estamos hablando? y ahí me dijo: 'Te veo con tan poca ropa...'. Yo volví a la hipervigilancia, fue como un cachetazo simbólico y le dije: 'Mirá, me voy a ir, gracias por el mate...' y él me dijo 'no no, mirá como me estoy poniendo' y me acordé de Darhtés", señaló, compungida, la denunciante.
"Cuando me estaba yendo me agarró de la cintura por atrás, me dio vuelta y me empezó a besar, yo empecé a correrlo, a decirle 'no, Juan, estás equivocado' y él me decía 'pero si nos conocemos' y me empezó a empujar hacia otro lado, yo estaba agarrada del marco de la puerta mientras él trataba de sacarme la ropa y yo le decía 'no, Juan'. Él me decía 'sí claro, no es no'. Me decía eso y avanzaba", denunció Creimer y agregó: "Lo quise frenar y se burlaba de mí. No sé cómo zafé, me lo saqué de encima y fui a la puerta pensando 'por favor que no tenga llave'. Y me subí al auto y tenía el olor inmundo que me había dejado en todo el cuerpo y la impotencia no de no haberle podido pegar un bollo cuando yo me la paso diciéndole a las mujeres que se defiendan. No me pude defender. Entonces no voy a permitir que ninguna otra mujer, vulnerable por cualquier cosa".
Conmocionada por lo sucedido, la mujer contó que sus alumnas le dijeron que siempre les dijo que deben denunciar este tipo de casos y se sinceró: "Yo no sabía si denunciar, porque ahora sé lo que se viene. Pero quieras o no soy un ejemplo de muchas mujeres que vinieron a Sudamérica para pedirnos que pusiéramos en práctica un proyecto de prevención de violencia de género. Este proyecto se puede hacer, lo que me pasó a mí se puede minimizar, no sé si evitar. Si a mí, que soy una mina empoderada, me pasa, le pasa a cualquier hija de vecino, y a cualquier disidencia. Es necesario un proyecto de prevención de violencia como política de salud", insistió la médica, que co-creó este documento junto con un exsecretario de Salud bonaerense.
Por otra parte, apuntó que el juez que abusó de ella "es un hijo del poder de la provincia de Buenos Aires". "Quiero remarcar que más allá de que celebro que este nuevo gobierno haya tomado cartas en el asunto, con total humildad, que es lo que les digo a alumnos y alumnas, no sirve la experiencia del libro. Si no estuviste viviéndolo y padeciéndolo al lado de las víctimas, no vas a saber cómo aplicarlo. Hace falta un proyecto que dé un giro de 180 grados. Hace 30 años que estoy al lado de las víctimas de violencia de género; soy la mujer que escribió un libro de Ciencias Forenses y Derechos Humanos, la primera mujer que hizo un protocolo de autopsias para casos específicos de femicidios... sé de lo que hablo y esto hay que abordarlo antes de que pase, y para eso hace falta un proyecto real, necesitamos una transformación", aseguró.
"Juan, es lo único que voy a decir del nombre porque mi abogado Darío Saldaño va a impulsar la denuncia penal. No por mí sino por las que vengan, porque además es docente universitario, y yo entre comillas pude haber zafado pero no sé las demás". El acosador "es un hijo del poder, tiene todo el poder político en lo penal y lo civil. Sé que voy a estar sometida en el escarnio, pero mientras esto pueda salvar a una piba...", finalizó, visiblemente afectada por el episodio que tuvo que vivir.
"Lo primero que quiero decir es que ahora va a aparecer un abusómetro y todo el mundo va a empezar a opinar si fui mucho o poco abusada. Nunca es fácil para una víctima poner en palabras lo que pasó y aunque parezca contradictorio es mucho más para mí, que soy una mujer empoderada, porque a mí 'no me debería pasar", así empezó el relato de Virginia Creimer, perito médica forense de La Plata, en diálogo con Crónica TV y el periodista Chiche Gelblung.
La mujer contó que vive, como muchas otras mujeres, "en una hipervigilancia permanente", donde controla "con quién" se sienta "y con quién no", pero más que nada por su profesión. "Esta vez estaba más vulnerable, me sentía sola, ese es mi talón de Aquiles... y este juez, que yo lo conozco hace 15 años -no es una persona que se me cruzó por la calle- reapareció hace un año, me mandó mensajes muy cordiales acompañándome en esto que me preocupa, que es mi soledad", contó.
"Ese día me llamaron mi hija y mi hijo porque se les había roto el auto y había que trasladarlo. Yo fui como estaba. Fui con un short y un top con el que salgo a correr todos los días al parque. Pero esto, que es una pavada, a mí como víctima me empezó a generar un montón de dudas. El abuso paraliza, después silencia y después te hace sentir culpable. Y cuando te quedás callada favorecés que otras sean víctimas", lamentó, antes de seguir con el relato.
"Llevé el auto al taller y me lo arreglaron en un segundo. Este 'amigo' me dijo 'te alcanzo a tu casa, no me cuesta nada'. Es una persona que conozco mucho y que me pareció toda la vida inofensivo, hasta podría decir pusilánime. No me vi en ningún momento amenazada. Como me lo habían arreglado rápido le dije 'ya está resuelto, ¿querés que tomemos unos mates?'. No había ninguna otra cuestión. Fui a la casa, empezamos a hablar de trabajo, que es de lo que hablo siempre, y de pronto cambia la conversación... él estaba solo en la casa", rememoró.
Según su testimonio, el hombre primero le contó que su exmujer tenía llaves de la casa por lo cual podía entrar y salir en cualquier momento. Era un dato que no tenía mucho que ver con la charla, pero luego el hombre volvió a hablarle en el mismo tono y le dijo: 'No te puedo prometer una relación'. "Yo pensé, ¿de qué estamos hablando? y ahí me dijo: 'Te veo con tan poca ropa...'. Yo volví a la hipervigilancia, fue como un cachetazo simbólico y le dije: 'Mirá, me voy a ir, gracias por el mate...' y él me dijo 'no no, mirá como me estoy poniendo' y me acordé de Darhtés", señaló, compungida, la denunciante.
"Cuando me estaba yendo me agarró de la cintura por atrás, me dio vuelta y me empezó a besar, yo empecé a correrlo, a decirle 'no, Juan, estás equivocado' y él me decía 'pero si nos conocemos' y me empezó a empujar hacia otro lado, yo estaba agarrada del marco de la puerta mientras él trataba de sacarme la ropa y yo le decía 'no, Juan'. Él me decía 'sí claro, no es no'. Me decía eso y avanzaba", denunció Creimer y agregó: "Lo quise frenar y se burlaba de mí. No sé cómo zafé, me lo saqué de encima y fui a la puerta pensando 'por favor que no tenga llave'. Y me subí al auto y tenía el olor inmundo que me había dejado en todo el cuerpo y la impotencia no de no haberle podido pegar un bollo cuando yo me la paso diciéndole a las mujeres que se defiendan. No me pude defender. Entonces no voy a permitir que ninguna otra mujer, vulnerable por cualquier cosa".
Conmocionada por lo sucedido, la mujer contó que sus alumnas le dijeron que siempre les dijo que deben denunciar este tipo de casos y se sinceró: "Yo no sabía si denunciar, porque ahora sé lo que se viene. Pero quieras o no soy un ejemplo de muchas mujeres que vinieron a Sudamérica para pedirnos que pusiéramos en práctica un proyecto de prevención de violencia de género. Este proyecto se puede hacer, lo que me pasó a mí se puede minimizar, no sé si evitar. Si a mí, que soy una mina empoderada, me pasa, le pasa a cualquier hija de vecino, y a cualquier disidencia. Es necesario un proyecto de prevención de violencia como política de salud", insistió la médica, que co-creó este documento junto con un exsecretario de Salud bonaerense.
Por otra parte, apuntó que el juez que abusó de ella "es un hijo del poder de la provincia de Buenos Aires". "Quiero remarcar que más allá de que celebro que este nuevo gobierno haya tomado cartas en el asunto, con total humildad, que es lo que les digo a alumnos y alumnas, no sirve la experiencia del libro. Si no estuviste viviéndolo y padeciéndolo al lado de las víctimas, no vas a saber cómo aplicarlo. Hace falta un proyecto que dé un giro de 180 grados. Hace 30 años que estoy al lado de las víctimas de violencia de género; soy la mujer que escribió un libro de Ciencias Forenses y Derechos Humanos, la primera mujer que hizo un protocolo de autopsias para casos específicos de femicidios... sé de lo que hablo y esto hay que abordarlo antes de que pase, y para eso hace falta un proyecto real, necesitamos una transformación", aseguró.
"Juan, es lo único que voy a decir del nombre porque mi abogado Darío Saldaño va a impulsar la denuncia penal. No por mí sino por las que vengan, porque además es docente universitario, y yo entre comillas pude haber zafado pero no sé las demás". El acosador "es un hijo del poder, tiene todo el poder político en lo penal y lo civil. Sé que voy a estar sometida en el escarnio, pero mientras esto pueda salvar a una piba...", finalizó, visiblemente afectada por el episodio que tuvo que vivir.
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