La fuerte denuncia de una joven que falleció por coronavirus en Río Negro: “Me están dejando morir”
Noelia Mercado tenía 33 años, un hijo de 11 y le faltaban dos materias para recibirse de enfermera. Murió de coronavirus en el Hospital San Antonio de Padua, tras exponer una situación de abandono en las redes sociales.
Desde el sábado 5 de junio, los habitantes de la ciudad cordobesa de Río Cuarto siguen consternados por la muerte de Noelia Mercado. La mujer de 33 años, madre de un niño de 11 y estudiante de Enfermería en la Cruz Roja local, falleció de COVID-19 mientras estaba internada en el Hospital San Antonio de Padua.
Días antes de su deceso, Mercado había denunciado abandono por parte la Institución médica a través de sus redes sociales. “Acá me dejaron morir como un perro, sola”, publicó en su cuenta de Facebook a las 2:04 del miércoles 2 de junio. “Estoy saturando 83 y el médico que vino hace una hora y se fue, no vuelve. Pedía muerte digna al menos”, escribió minutos antes.
De acuerdo con los medios locales, a Noelia le confirmaron el diagnóstico positivo de coronavirus el martes 25 de mayo. Tres días más tarde, el 28, la mujer fue a una consulta a la carpa de pacientes ambulatorios donde le realizaron distintos controles.
“Su factor de riesgo era el sobrepeso. Se le indicó una radiografía, que detectó una pequeña neumonía en la base izquierda”, dijo la vicedirectora del hospital, Valeria Alaniz y advirtió que, como la saturación de oxígeno era aceptable se la medicó y se la citó a un control a las 48 horas, según informa La Voz del Interior.
“El lunes 31 de mayo se le hizo una nueva valoración y se decidió internarla. Comenzó a empeorar como nos sucede en muchos de los pacientes, por más que tengan oxigenoterapia. El 2 a la madrugada tuvo una demanda mayor de oxígeno, se intentó terapia de alto flujo. Luego fue derivada a terapia para una asistencia respiratoria. El sábado 5 falleció. Siempre recibió toda la atención por parte de enfermería, médicos y kinesiología”, aseguró Alaniz.
En las últimas horas, Magalí -hermana de Noelia- compartió en su cuenta de Facebook capturas de pantalla de conversaciones en las que la víctima fue relatando los padecimientos que sufrió en el hospital. Mercado manifestó que las enfermeras no le prestaban atención pese a que su cuadro se iba agravando: “Pésima la atención, llamo y no dan bola”.
“Sacame de acá”, le rogó por mensaje de WhatsApp a su madre. ”Me obligan a levantarme y no puedo caminar porque me agarra tos y me quedo sin aire”, continuó detallando el destrato sufrido al punto tal que en el nosocomio ni si quiera le alcanzaron una chata para orinar. “Estoy toda meada en la cama, traeme pañales”, pidió a la familia.
“Mamá estoy muy mal, acá llamás y nadie viene a ayudarme, yo grito y nada”, fue uno de los últimos mensajes que llegó a mandar. Su situación era tan dramática que imploró a su madre: “Comprá un oxígeno y llevame a casa”.
La versión de la vicedirectora se contrapone a lo relatado por la familia Mercado y su círculo íntimo. En comunicación con Infobae, Pablo Carrizo amigo y compañero de militancia de Noelia en el Partido Conciencia Desarrollista, contextualiza acerca de la situación.
“Estamos muy tristes con lo que pasó. Desde el inicio de la pandemia, Noelia dedicaba parte de su tiempo a cocinar para personas en situación de pobreza por el freno de la actividad económica”, lamenta Carrizo y sostiene que las denuncias de su amiga eran ciertas.
“Yo soy enfermero. Hace tres meses me tomé licencia para dedicarme a mi cargo legislativo, pero trabajé mas de diez años en el hospital de Río Cuarto. Doy testimonio de que falta personal, faltan enfermeros y médicos. En un turno de 8 horas, solo se visita tres veces al paciente y a veces, como en el caso de Noe, no alcanza. Ella necesitaba oxígeno, necesitaba más atención”, sostiene.
En diálogo con TN, la hermana de Noelia reclamó que “nadie del hospital se comunicó con la familia”, pese a que la directora salió a hablar en los medios. Además, aclaró que “ella no había recibido ninguna vacuna contra el coronavirus”, a pesar de ser estudiante de enfermería y tener sobrepeso, uno de los factores de riesgo.
“El desenlace fue el que nadie quiere para ninguna persona. No deseamos estas cosas, pero lamentablemente ocurren. A diferencia del año pasado, son cada vez más jóvenes los pacientes afectados. Hay una mayor agresividad y los cuadros tienen un desenlace más tórpido”, dijo Valeria Alaniz recientemente, en un reportaje que brindó al sitio Puntual de Río Cuarto.
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