La fiscalía pidió una nueva autopsia al cuerpo de la policía que murió tras un entrenamiento en la escuela Vucetich
Según los primeros estudios, Agustina Casco falleció por una hemorragia interna. Su familia responsabiliza a las autoridades de la Escuela de Policía de la Bonaerense por no brindarle atención médica. Este viernes realizarán una movilización.
La fiscalía que investiga la muerte de Agustina Camila Casco, la suboficial de la Policía Bonaerense que murió en la Escuela de Policía Juan Vucetich (Berazategui), ordenó a expertos de la Policía Federal que realicen peritajes para determinar si falleció como consecuencia de alguna maniobra durante un entrenamiento.
En tanto, los familiares de la joven de 21 años anunciaron que mañana a las 8:30 se concentrarán en el Departamento Judicial de Morón para reclamar justicia, mientras aguardan los resultados de distintos peritajes.
Fuentes judiciales aseguraron a Télam que la fiscal del caso, Paula Salevsky, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Morón, hizo lugar en las últimas horas a un pedido de la familia para que el cuerpo de Casco sea sometido a una nueva autopsia, que se realizará (todavía sin fecha) en la morgue del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.
Además, la fiscal corrió de la investigación a la Policía Bonaerense y pidió la participación de expertos de la Federal para la realización de distintos peritajes, entre ellos un análisis de los libros de guardia de la Escuela Vucetich y de los informes del Hospital Bicentenario, de Ituzaingó, y de la Clínica Provincial, donde murió.
El informe preliminar de la autopsia reveló que la joven falleció como consecuencia de un “paro cardíaco no traumático por un shock hipovolémico por un quiste en el ovario que provocó hemorragia”. Sin embargo, la familia desconfía de esa causa de muerte y cree que en realidad fue víctima de alguna irregularidad durante el entrenamiento al que estaba siendo sometida.
Por el momento, la fiscal Selevsky calificó la causa como “averiguación causal de muerte”, pero los familiares confían en que será modificada por “homicidio”.
Jéssica Casco, la hermana de la joven fallecida, pidió a Télam que la Justicia actúe con celeridad y que las autoridades de la Escuela policial “se hagan cargo” de lo que le sucedió a su hermana.
“Esperamos que se haga justicia por ella y para que no pase más algo así. Toda la Policía Bonaerense está triste con lo que sucedió con Agustina, pero vamos a seguir hasta el final para saber que pasó con ella. Sé que ella no va a volver más pero por lo menos que no le pase a otros cadetes. La escuela no se hace cargo de nada y eso no puede ser que pase”, dijo.
Marcha en pedido de Justicia por la muerte de Agustina Casco
Jésica convocó para mañana un encuentro en el Departamento Judicial de Morón, para luego dirigirse a la Escuela de Cadetes en el partido de Berazategui, sobre el Camino Centenario.
“Es para pedir justicia por mi hermana, pero también vamos a pedir que el director de la escuela y las autoridades se hagan cargo de lo que pasó y no tapen nada. Es una negligencia de la escuela, es más que evidente. Ellos están tapando todo y le prohíben que los cadetes hablen del tema”, señaló. “Pedimos que se aclare todo porque no puede pasar eso en las escuelas de la policía. Ellos sabían de lo que pasaba y no hicieron nada”, cerró.
Por otra parte, el abogado Rodrigo Tripolone, que representa a la familia Casco, dijo a Télam que insistirán ante la Justicia que se trató de un “homicidio culposo” y que intentarán “desentrañar el encubrimiento por parte de las máximas autoridades de la fuerza”. Además, denunció que el caso ya pasó por tres fiscalías porque “nadie quiere hacerse cargo del tema”.
Al comienzo, la causa estuvo en manos de la UFI 5 de Morón, a cargo de Marisa Monti, quien se excusó y la envió a la Fiscalía de Violencia de Género de Morón y finalmente recayó en la fiscalía de Salevsky.
En tanto, Asuntos Internos de la Policía Bonaerense inició una investigación para determinar si alguna autoridad de la escuela tiene responsabilidades en la muerte, como consecuencia del entrenamiento al que estaba siendo sometida la suboficial.
La oficial falleció en la unidad de terapia intensiva de la Clínica Provincial de Merlo, luego de ser derivada el 19 de noviembre desde el Hospital del Bicentenario de Ituzaingó. Allí había llegado tras pasar dos días con dolores abdominales en su casa, luego de regresar de la escuela de cadete donde estaba en proceso del curso de ascenso de escalafón, de suboficial a oficial.
De acuerdo a lo que contó su madre, al llevarla al centro de salud, comentó que había sufrido un golpe durante las prácticas de esposamiento, y que desde entonces padecía dolores.
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