La fiesta de ayer, el ajuste de hoy
Por Ricardo Roa* Es cierto, y a la vez parcial, que la Presidente respaldó con toda su fuerza a la cúpula de Aerolíneas: la compañía está manejada por La Cámpora, la corriente liderada por su hijo Máximo Kirchner. Y en los hechos, le pega a él cualquier cuestionamiento que se le hace a la empresa.
Tal vez eso explique que en el discurso del jueves, al reinaugurar un hangar en Aeroparque, Cristina haya mezclado emoción y agresividad . De todos modos, es una misión imposible calificar de exitosa a una gestión que acumuló pérdidas por más de US$2.200 millones en tres años y medio. Y que sumó 1.500 empleados a una plantilla ya sobredimensionada y alejada de cualquier estándar internacional.
Una gestión que oculta los balances, quizás para no destapar agujeros negros . Al principio y cuando le era útil, La Cámpora amparó un sistema sindical que hoy denuncia como ingobernable. Pero es demasiado cargar toda la culpa del descalabro sobre los gremialistas Pérez Tamayo y Cirielli . El primero, el ex piloto preferido de Cristina, y el segundo, el líder del personal técnico, a quien Kirchner confió la política aerocomercial. El único lugar en el que ahora ambos coinciden con el Gobierno es en el pasado .
El trasfondo de esta pelea no es sólo político: Aerolíneas es una aspiradora de plata y el Gobierno necesita recortar gastos porque las cuentas fiscales hacen agua. Ajuste liso y llano se llama el cierre de rutas y todo lo que vendrá. Si el argumento para eliminar esos vuelos es que dan pérdidas, la pregunta es obvia: ¿por qué no lo hicieron antes? En la misma línea está la quita de subsidios, aunque este ajuste también quiera ser disfrazado con y palabras progres . Es otra cuenta insostenible que sufrirán sobre todo los sectores medio-bajos y medios. Muchos que votaron a Cristina para que todo siga igual recibirán una avalancha de aumentos.
Cristina ha resuelto gastar capital político para enfrentar ya problemas que ella misma creó o dejó crecer . Aerolíneas y los subsidios son los primeros ejemplos.