La felicidad de no hacer nada
*Por Marius Carol. Heinrich Böll publicó hace medio siglo La historieta en contra de la moral del trabajo , que transcurría así: en un pueblo portuario, un pobre pescador dormía tranquilamente en su barca hasta que un empresario veraneante lo fotografió y lo despertó con el clic de su cámara. Ambos se pusieron a charlar y el pescador le contó que sólo salía al mar una vez al día y el resto vagaba.
El industrial le preguntó por qué no salía una segunda y una tercera vez. Le explicó que en menos de un año se podría comprar una lancha, en dos una segunda y en tres o cuatro un pequeño barco. Ello le permitiría construir un almacén frigorífico, una ahumadero y una fábrica de escabeche. De esta manera, en poco tiempo volaría en su propio helicóptero desde donde avistaría los bancos de peces y daría instrucciones por radio a sus empleados de las embarcaciones.
El pescador, nada impresionado, le preguntó: "Y entonces, ¿qué?" .
El veraneante le respondió con entusiasmo: "Entonces podría sentarse en el embarcadero y tomar el sol contemplando el mar". El pescador perplejo contestó: "Pero si eso es lo que estaba haciendo hasta que usted llegó y me despertó con el ruido de su cámara" .
Ulrico Schnabel, redactor científico del semanario Die Zeit , ha recuperado este relato como uno de los argumentos de su libro Ocio. La felicidad de no hacer nada . Schnabel defiende que el verdadero lujo de nuestra época es el tiempo y el ocio se ha convertido en un recurso amenazado.
A su juicio, los ciudadanos viven agobiados por la presión laboral y por la ansiedad de estar permanentemente comunicados, y olvidan que el ocio no es sólo importante para regenerar y fortalecer la memoria, sino que también resulta condición imprescindible para la inventiva y la creatividad . Y constituye un elemento indispensable para encontrar el equilibrio personal.
¿Soluciones para jornadas tan largas y con tanto stress? Tiene que encontrarlas cada uno, pero el secreto es crear nuestras propias islas de ocio en medio del delirio moderno. Como el pescador de Böll.