DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

La estrategia de Fariña

Lo que parecía sólo un tema de "cuernos" se convirtió en una batalla campal, que promete dejar muchas víctimas en el camino. La visión del Fariña.

Hace dos semanas surgieron los primeros rumores sobre supuestas infidelidades de Leonardo Fariña, para con Karina Jelinek. Si bien la pareja nunca pareció demasiado sólida, ya habían transcurrido dos años y las cosas, aparentemente, estaban bastante bien.

Siempre igual los rumores de ruptura y separación estuvieron a la orden del día, pero ellos se encargaban sistemáticamente de negarlos. Lo cierto es que el escándalo estalló y a Fariña le aparecieron, al menos, cuatro mujeres que lo acusaron de haber estado con ellas.

Al principio Fariña negó y luego se mostró en televisión arrepentido y pidiendo por el amor de Karina. Pero esa postura le duró poco. Luego que Karina hiciera declaraciones en el programa de radio de Jorge Rial, Fariña enloqueció y disparó la célebre frase "que Karina me chupe la pi.." con la que desató la furia de Jelinek.

Fariña dejó atrás al marido arrepentido por su infidelidad para acusar a Karina de vaga, de meterse con su familia, de infiel también, y dejando un manto de dudas sobre la relación de Jelinek y su "íntima" amiga, Paz Cornú.

Leonardo descubrió que la mejor defensa era un buen ataque y que si la atacaba tal vez, podría quedar mejor parado, que si él fuera el acusado de ser infiel.

La estrategia cambió radicalmente y Fariña aprovechó cualquier espacio para atacar y denostar a Jelinek. Noticieros, programas de chimentos, magazines, cualquier ciclo sirvió para pegarle a su mujer, que ahora había caído en desgracia y a la cual le había prometido que "esto va a terminar mal".

Fariña decidió pasar del arrepentimiento al odio y al ataque en menos de 24 horas, la estrategia fue golpear a Karina y dejar atrás las palabras de arrepentimiento, para empezar una guerra, que parece será muy sangrienta y dejará más víctimas que las que sus protagonistas creen.