La emotiva carta de un hijo a sus padres divorciados

Mi corazón se quiebra cada vez que tengo que renunciar a uno de mis padres. Mi sentido de seguridad se perdió. Por favor, no asuman que tengo resiliencia. Por favor, no asuman que mi vida será exactamente igual a como era y que voy a seguir sintiendo el mismo amor por ustedes.

Soy un ser humano como ustedes. Mis necesidades son como las suyas. Necesito amor, atención, incentivos, estabilidad, consistencia, afecto, comprensión, paciencia, y sobre todas las cosas, ser querido.

Cuando se pelean por mí y me ponen en el medio de su discusión me están mandando el mensaje de que ganarle al otro es más importante que mi vida. Estoy aprendiendo de ustedes que es mejor tener la razón que ser amado.

Me están mostrando que soy hijo de una persona incapaz de amar y que yo también tengo algo de malo. Cuando me inculcan su dolor, están archivando en mí un trauma que voy a sentir de adulto y me están robando la infancia. Se están llevando mi creencia de que se puede amar incondicionalmente, y la están reemplazando por el mensaje de que debo ser duro, de que no ame porque voy a resultar herido y no seré capaz de recuperarme.

Tal vez no lo entenderán ahora que yo soy pequeño y no están pensando en mi futuro. Pero me están poniendo en riesgo y se están divorciando de mi. Mi seguridad es su trabajo. Sin la protección de ustedes, yo estoy vulnerable frente al mundo. Voy a estar a la defensiva toda mi vida. Quizás el sentimiento se disipe con el tiempo, pero cómo se comporten a través de esta crisis me acompañará siempre.

Tampoco sentiré su apoyo ni protección. Las cosas buenas le pasan a la gente buena, entonces yo debo ser mala persona.

Cariñosamente,

Un hijo de divorciados.