La emotiva carta de Chiquito Bossio a su esposa a un mes de su muerte por un ACV durante un parto
El ex arquero le dedico sentidas palabras a Débora, su pareja que falleció hace casi un mes después de haber dado a luz a Isabella, la primera hija de ambos.
"Qué paradojas inentendibles tiene la vida a veces: el día más feliz de mi vida fue también el más triste y doloroso por tu viaje al cielo". Así comienza la carta que Chiquito Bossio le dedicó a su esposa Débora Lucero. Este lunes se cumple un mes de un día trágico para toda la familia: la mujer, de 42 años, sufrió un ACV luego de dar a luz a Isabella, la primera hija de la pareja, quien nació de manera prematura. Débora luchó por su vida durante seis días, hasta que su cuerpo dijo basta.
En ese entonces, el mundo del fútbol se solidarizó con Bossio. Fueron innumerables los mensajes de apoyo para una persona sumamente querida en el ámbito del fútbol: si será así que hasta Banfield y Talleres (clásicos de Lanús y Belgrano, equipos en los cuales brilló durante su carrera como arqueros) le dedicaron tuits en un difícil momento.
"Nunca pregunto "por qué me pasó a mí" sino "por qué te pasó a vos" si sos un ser increíble y nada malo debía pasarte nunca", expresó Chiquito en uno de los párrafos. Y en el final se lamenta: "Me dijiste "no te vayas, amor, porque presiento que algo me va a pasar" y pasó. Mi dolor es inmenso por no haberte podido salvar. Sos, fuiste y serás siempre para nosotros la mejor espora y mamá del universo. Te amamos eternamente".
La carta completa de Bossio a su esposa Débora:
"Amor mío. Qué paradojas inentendibles tiene la vida a veces: el día más feliz de mi vida fue también el más triste y doloroso por tu viaje al cielo. Hoy hace un mes que te arrancaron abruptamente de mi vida. Gran parte de mi corazón y de mis sueños compartidos con la mujer de mi vida se fueron con vos. Sos la mujer que elegí para caminar la vida juntos y vaya si lo hicimos. Fueron años maravillosos los que pasé con vos. Te extraño tanto, tanto... Todo me recuerda a mi "Pochi". Lo que daría por volver a abrazarte, a mimarte, a besarte, a cuidarte y que me digas de vuelta "me encanta cuando me haces reír".
Todavía no entiendo (y no lo voy a entender nunca) por qué tengo que vivir solo este sueño que siempre fue compartido. Tenemos una hija hermosa y me hierve el alma que no la puedas disfrutar a mi lado. Soñé toda la vida que la tengas en tus brazos y abrazarlas a las dos. Mirarte a los ojos y que lloremos de felicidad porque sólo nosotros sabemos lo que luchamos y lo que sufriste por esa Gordi. Por verla avanzar y superar obstáculos tal cual lo hacías vos. Sé que vamos a ser felices porque eso es lo que vos hubieras querido.
Quiero que cuando nos encontremos en unos años y nos besemos y abracemos, te sientas orgullosa de mí por haber protegido, acompañado y educado a nuestro tesoro más preciado. Pero nuestra felicidad, por más completa que parezca con esta bomboncita hermosa de niña, nunca será completa. Siempre nos faltará su increíble mamá y el gran amor de mi vida. Este coraconcito está roto y no sanará más. Sólo funcionará con un gran parche.
Nunca pregunto "por qué me pasó a mí" sino "por qué te pasó a vos" si sos un ser increíble y nada malo debía pasarte nunca. Y sabelo: eternamente seguiremos caminando juntos porque la muerte no existe. Sólo muere a quien se olvida y yo no te olvidaré jamás. Vivirás siempre conmigo y a través de mi corazón.
Me dijiste "no te vayas, amor, porque presiento que algo me va a pasar" y pasó. Mi dolor es inmenso por no haberte podido salvar. Sos, fuiste y serás siempre para nosotros la mejor espora y mamá del universo. Te amamos eternamente".