La elegida
*Por Lucía Fernández Nuñez. María Eugenia Vidal. Tiene 37 años y es candidata a vicejefa de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Como Gabriela Michetti en 2007, es la mujer que eligió Mauricio Macri para las próximas elecciones en Capital.
Sus antecedentes: como ministra de Desarrollo Social se destacó durante la crisis por la toma del Parque Indoamericano.
Su perfil: una mujer moderna -profesional y familiar-, cuidadosa de su imagen -bajó más de 15 kilos en los últimos tiempos-, una nueva cara en la política, y aunque rechaza la confrontación, es firme en sus declaraciones y críticas.
El primer encuentro de Para Ti con ' María Eugenia Vidal -37 años, licenciada en Ciencias Políticas, casada con Ramiro Tagliaferro (39, diputado del PRO de la provincia de Buenos Aires) y mamá de Camila (10), María José (8) y Pedro (3)- fue un encuentro fallido. En enero de este año la convocamos para for marparterie la serie de entrevistas "verano en la ciudad", y el requisito para ilustrarlas era posar con elementos propios de la playa y la pileta -pelotas, salvavidas y otros accesorios de vacaciones que contrastaban con el paisaje urbano a 37° C-, pero ella se negó a hacerlo argumentando que sería una imagen "muy frivola" para una funcionaría (ministra de Desarrollo Social) que acababa de superar la crisis desatada durante la dramática ocupación del Parque Indoamericano.
La comprendimos, y entendimos que para ella la imagen era un bien a cuidar, y mucho.
¿Será por eso que en este segundo encuentro fue otra vez tan celosa, esta vez de preservar a su familia fuera del objetivo del fo tógrafo? ¿Será por eso que la ahora candidata a vicejefa porteña bajó 15 kilos para afrontar el mayor desafío de su breve carrera política? Ella se ríe de nuestra ocurrencia, y aclara: "Empecé a bajar de peso desde septiembre del año pasado, mucho antes de que se supiera que Mauricio iba a ser candidato. Yo soy una persona que ha luchado toda su vida contra la obesidad. Siempre tuve problemas de peso, desde muy chica, y era una deuda pendiente que tenía conmigo misma. Así que en septiembre del año pasado fui a la clínica del doctor Cormillot y por primera vez sentí que podía enfrentar este problema, que además se me había complicado porque había arrastrado kilos de mis tres embarazos".
¿Sufriste mucho por ese sobrepeso? Si pudiera elegir hubiese preferido no tenerlo, pero nunca me sentí limitada en cuanto a que tuve una vida social, novios, y todo lo que debía tener. Todo lo que quise lo hice, pero claro que me hubiera gustado no tener este problema. La obesidad es una enfermedad crónica que hoy está controlada gracias a este tratamiento a través del cual cambié mis hábitos, incorporando muchas frutas, verduras y comida sana, y con ejercicio. Sin llegar al extremo, voy al gimnasio dos veces por semana, una hora. No es mucho, pero ayuda a mantenerme.
¿Cuánto te importa la imagen? Me gusta verme bien, pero no soy de dedicar mucho tiempo a eso porque no tengo paciencia.
No estoy horas en una peluquería, j pero no me gusta estar desprolija. Y en cuanto a cómo visto, me gusta la ropa práctica que tenga algo de estilo, que pueda combinar y que diga algo de mí. Sobre todo, me gusta estar cómoda.
Y hablando de imagen, ¿cuál fue la primera impresión que tuviste de Macri? Tenía un conocimiento de él como tiene todo el mundo, por las revistas y por su presidencia en Boca. Cuando lo conocí me sorprendieron dos cosas: lo vi como una persona muy llana y sencilla y con una enorme vocación por hacer. El tenía una posición muy cómoda, no tenía por qué cambiar. Al contrario, involucrarse en política suponía un riesgo, pero lo vi con mucha vocación de cambiar la ciudad y el país. También me gustó su apertura en la conformación de los equipos, convocando gente con experiencia en la política, pero también gente como yo.
¿Sufrís el prejuicio por tener pocos años en política? La política genera un ambiente hostil, y especialmente para las mujeres es un ambiente difícil. Para empezar, los horarios de la política son en general nocturnos. Y para las que tenemos hijos es difícil combinar las exigencias de la vida política con la vida familiar. Además, actualmente hay un nivel de agresión que, lejos de superarse, se ha profundizado a partir del kirchnerismo, que impuso la sensación de que el que no comparte tu idea, es tu enemigo.
Entonces, el debate ya no es de propuesta sino de descalificación personal. Eso, obviamente, genera un desgaste en los que participamos en política, sobre todo para los que nos resistimos a jugar ese juego. ¿Te preocupan los enfrentamieritos que puedas tener con gente de mayor nombre y trayectoria política? No. Yo sé quién soy, quiénes son los que me rodean y cómo he contruido mi vida, y estoy muy tranquila con eso. No me siento amenazada ni con miedo. Estoy muy comprometida con mi trabajo y tengo una enorme vocación por lo que hago. ¿Te molesta que digan que el PRO es un partido de elite? ¡Eso es prejuicio! Yo no me siento parte de ninguna elite, ni soy una persona que tenga un patrimonio importante.
Todo lo que tengo lo conseguí con mi trabajo y, cuando me casé, también con el trabajo de mi esposo. Vengo de una familia a la que todo le ha costado mucho. Mis padres (él, cardiólogo y ella, bancaria) se compraron su primera casa a los 50 años y siempre supe lo que son el esfuerzo y el sacrificio; levantarse temprano y tomar un colectivo o el tren a las seis de la mañana durante muchos años, y trabajar doce o catorce horas por día.
Es lo que yo conozco y no es algo distinto de lo que hago hoy en el PRO.
¿Cómo empezaste en la política? Siempre tuve vocación de servicio, pero mi primera experiencia en militancia política fue ya en el PRO. Cuando trabajaba en la fundación Grupo Sophia, a fines del 2001, nos contrataron de la fundación Creer y Crecer (presidida por Mauricio Macri) para hacer un estudio sobre la situación social de la ciudad de Buenos Aires.
Hicimos ese trabajo, a Mauricio le gustó, y a partir de ahí me invitó a involucrarme en sus proyectos. Me entusiasmó su propuesta, sobre todo porque me pareció que quería liderar una manera distinta de hacer política.
¿Hasta dónde llegan tus ambiciones políticas? A mí me gusta mucho lo que hago y me siento muy feliz siendo la candidata a vicejefa de Gobierno de los porteños. No soy una persona que haya construido su carrera pensando cuál iba a ser su próximo lugar.
Primero me tengo que demostrar a mí misma y a los porteños que voy a ser una buena vicejefa y después pensaré en el próximo paso. Pero no nací pensando que tengo que ser presidente. Voy a ir construyendo mi carrera de a poco. Todavía soy joven y tengo tiempo.
LA CHICA DEL PARQUE. Hace tres años María Eugenia Vidal fue elegida por el entonces flamante jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, como titular del Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad. Aceptó, pero al poco tiempo pidió una licencia por maternidad (esperaba a su tercer hijo). De regreso, retomó la titularidad del organismo que, entre otras cosas, se ocupa de asuntos de género -violencia doméstica y trata de mujeres-, minoridad, inclusión social y cuestiones habitado-1 nales. Fue precisamente este último íteml el que le dio notoriedad cuando, a fines del I año pasado, le puso voz y cara al Gobierno' porteño durante la toma del Parque Indoa-j mericano. "Quizás mi perfil subió durante y ese conflicto, pero vengo trabajando en todos I los procesos de desocupación desde que empe-1 zó la gestión -advierte-. Lo más importante I de todo eso fue que con Mauricio y todo el I equipo defendimos que la ocupación ilegal no I puede ser la manera de acceder a la vivienda.
Hay mucha gente con alto nivel de pobreza que trabaja y se esfuerza por llegar a una vivienda y pagar un alquiler. Por más que el reclamo por el derecho a una vivienda sea legí-1 timo, la manera de alcanzarlo no es ocupando un espacio público ".
Hablemos de tu pares de género en el terreno político, empezando por Cristina Fernández de Kirchner. ¿Cuál es tu opinión sobre ella? Tiene el mérito de ha ber ocupado la presidencia después de mucho tiempo de que sólo hubiera presidentes varones, y eso fue un logro para todas las mujeres. Pero no comparto sus valores, ni su estilo, ni su manera de hacer política.
Lilita Carrió. Tiene la virtud de ser una persona muy comprometida y que cree mucho en sus valores y en lo que hace. Pero no ha podido construir un equipo suficientemente sólido.
Margarita Stolbizer. Es una mujer con mucho sentido común y muy simple, que todavía no ha encontrado su lugar.
Nilda Carré. Es alguien profundamente distinta a mí por su forma de ejercer el poder y por sus maneras confrontativas. Está muy lejos de ser lo que yo creo que debe ser una mujer en política.
¿Cómo tiene que ser? Como Bachelet, una mujer que se puso al frente y con mucha sensibilidad. Ella y Dilma Rousseff son parte de un fenómeno muy interesante de promoción del lugar de las mujeres que tienen cada vez más lugar para decidir e involucrarse.
Dijiste que para una mujer es difícil combinar la vida política y la familiar. ¿Vos cómo hacés? Tengo una familia que me acompaña mucho en todo lo que hago, empezando por mi esposo, y también están muy presentes los abuelos de mis hijos, los tíos y amigos. Tenemos una red de soporte muy fuerte y además tengo una persona que me ayuda, Rosa, que es un amor y que los chicos quieren mucho. Todo eso me da mucha tranquilidad para salir de casa todos los días.
¿Tus hijas están al tanto de tu trabajo? Saben lo que hago, pero intento preservarlas para que tengan una vida lo más común y normal posible. Para ellas no soy la ministra ni la candidata; soy su mamá y ése es el rol que quiero. Yo quiero que tengan una infancia como la mía, absolutamente normal y sin las preocupaciones que la política genera.
Eso es para mí, no para ellas.
UNA MUJER DE FAMILIA. "Hoy tengo muy poco tiempo libre, pero trato de dedicar los fines de semana a mi familia -nos cuenta María Eugenia en su casa de Castelar, provincia de Buenos Aires -.Juego con mis hijos, los ayudo con los deberes, compartimos el desayuno, jugamos todos juntos en mi cama.
También me gusta pasar el tiempo con amigos; nos juntamos a cenar, hacemos asados y nos quedamos hasta las dos o tres de la mañana divirtiéndonos". Disfruta del cine -"películas históricas y románticas, ¡obvio!", cuenta- y de la lectura -"me gusta leer mucho y de todo: novelas, historia, biografías y ensayos políticos"- y su debilidad son los helados.
"Una vez por semana me como un helado ) -confiesa-, i Me encanta! No importa si es invierno o verano. Es como mi permiso".
¿Qué llevás siempre con vos? El celular me acompaña a todas partes, igual que un peine y ¡las fotos de mis hijos! ¿No te preocupa que te cuestionen que vivís en Castelar y no en la ciudad? Nací en el barrio de Plores y viví la mayor parte de mi vida en la Capital. Por otro lado, los últimos años han transcurrido en la ciudad porque ahí trabajo muchas horas al día. Y cumplo con todos los requisitos que de la Constitución.
¿Cómo te llevás con Juliana Awada? ¡Muy bien! Todavía no hemos tenido una relación muy cercana, pero la veo en los actos porque siempre acompaña a Mauricio, cosa que me parece muy bien. Es una persona sencilla, muy cálida y lo más importante es que lo hace feliz a Mauricio. El soporte familiar es muy importante para los que nos dedicamos a esto.
¿Cambió él después de conocer y casarse con ella? Está más contento desde que la conoció, después se casó, y ahora que va a tener un bebé... ¡está completo! Si ganan, ¿te vas a sumar en los shows y bailes que tanto lo caracterizan? (Se ríe). Me parece muy bien que uno pueda reírse de uno mismo. Mauricio es una persona relajada, descontrackirada, que tiene esa capacidad de hacerlo, de animarse a cantar o bailar, y de esa manera expresar alegría. Los que hacemos política no somos personas que venimos de otro lugar. También tenemos familia y preocupaciones y nos ponemos contentos o t r i s t e s . En esos momentos está bueno expresarse tal como uno es. Yo, en cambio, soy un poco tímida y quizás me cuesta un poco más expresarme. Pero si ganamos, seguramente también voy a bailar.
Su intimidad. Los fines de semana María Eugenia se da el gusto de leer los diarios de punta a punta, porque en la semana cuenta que sólo lo hace a través de una síntesis que le acerca su equipo. A las noticias por tevé Dos en (a ciudad.María Eugenia Vidal junto a Mauricio Macri quien, como en 2007, volvió a elegir a una mujer como compañera de fórmula para gobernar la ciudad. "Cuando lo conocí me sorprendieron dos cosas: lo vi como una persona muy llana y sencilla, y con una enorme vocación por hacer", cuenta ella.