La dura infancia de Pablo Echarri: "En Navidad no había regalos, no esperábamos a Papá Noel"
El actor recordó sus primeros pasos en la vida cuando no era famoso y confesó que en Navidad no había plata para los regalos.
Muchos de los famosos se formaron desde abajo y Pablo Echarri es un caso más. El actor contó la dura infancia que le tocó vivir en Avellaneda, cuando todavía no era el reconocido actor de la actualidad.
El marido de Nancy Dupláa recordó sus primeros pasos en el sur del Conurbano: "Nací en Sarandí y después viví en Villa Domínico, en Avellaneda. Mi viejo era diarero, tres y media arrancaba su día y en la siesta no podía volar una mosca. Mi casa era muy particular, mi abuela vivía adelante y nosotros atrás, en la casa que tenía una habitación y yo dormía en el living de mi abuela, porque era una casa muy chica. En Navidad no había regalos, Papa Noel no venía a casa, no lo esperábamos, los Reyes si venían".
Echarri agregó que no terminó sus estudios secundarios por la necesidad de trabajar: "Abandoné, estaba en el Industrial y dejé en cuarto año. Mi viejo un día me levantó a patadas en el culo y me consiguió un trabajo para limpiar en una imprenta y después vendí ropa".
En una entrevista en Animales Sueltos, el actor contó que no tenía dinero para comprarse ropa: "Iba a bailar a Quilmes y a Hollywood de Avellaneda. Era el boliche más grande de Avellaneda, a veces no me dejaban entrar porque andaba con una campera deflecada y zapatillas. Pero también entrábamos porque éramos de Avellaneda, porque nos hacíamos amigos".
Por último, el marido de Dupláa afirmó que valora mucho "el barrio" como parte de su identidad: "Hay códigos en los barrios. El barrio me enseñó esa necesidad de ser agradable, amable y lo aprendí como un valor para transitar un mundo más complejo que es el de Capital Federal, donde las cosas no son tan simples y la amabilidad me sirvió como llave".
El marido de Nancy Dupláa recordó sus primeros pasos en el sur del Conurbano: "Nací en Sarandí y después viví en Villa Domínico, en Avellaneda. Mi viejo era diarero, tres y media arrancaba su día y en la siesta no podía volar una mosca. Mi casa era muy particular, mi abuela vivía adelante y nosotros atrás, en la casa que tenía una habitación y yo dormía en el living de mi abuela, porque era una casa muy chica. En Navidad no había regalos, Papa Noel no venía a casa, no lo esperábamos, los Reyes si venían".
Echarri agregó que no terminó sus estudios secundarios por la necesidad de trabajar: "Abandoné, estaba en el Industrial y dejé en cuarto año. Mi viejo un día me levantó a patadas en el culo y me consiguió un trabajo para limpiar en una imprenta y después vendí ropa".
En una entrevista en Animales Sueltos, el actor contó que no tenía dinero para comprarse ropa: "Iba a bailar a Quilmes y a Hollywood de Avellaneda. Era el boliche más grande de Avellaneda, a veces no me dejaban entrar porque andaba con una campera deflecada y zapatillas. Pero también entrábamos porque éramos de Avellaneda, porque nos hacíamos amigos".
Por último, el marido de Dupláa afirmó que valora mucho "el barrio" como parte de su identidad: "Hay códigos en los barrios. El barrio me enseñó esa necesidad de ser agradable, amable y lo aprendí como un valor para transitar un mundo más complejo que es el de Capital Federal, donde las cosas no son tan simples y la amabilidad me sirvió como llave".