La duda de Moyano: ruptura o diálogo
Por Gustavo Sylvestre. Hugo Moyano se mantiene en silencio, mientras prepara el gran acto por el día de los camioneros.
Esta doblemente golpeado. No se recupera aún de la muerte de su hijo Emiliano, y por otro lado, siente que recibe ataques injustificados por parte de la Presidenta.
"Lo del sábado fue muy duro, siente que todo el tiempo lo están exponiendo y atacando", dice uno de los pocos dirigentes que logra hablar con él, en referencia al discurso de la Presidenta al asumir su segundo mandato. Igualmente, el mismo dirigente aclara: "Más allá que es injusto que se lo quieran cargar, me parece que él tendría que haber estado, se equivocó".
Moyano, al tiempo que realiza la convocatoria para su acto, que promete ser multitudinario, analiza la línea de discurso que hará. Como en todo sector, tiene dos alas; los duros que lo impulsan a romper -que son lo menos- y los dialoguistas que le aconsejan que haga un discurso duro, de reclamos, sentando posiciones, pero que no ponga en riesgo el dialogo.
"No es momento para romper, no hay motivos, en todo caso, el momento de plantear una discusión más fuerte será cuando lleguen las paritarias, y habrá que ver si es necesario, porque la verdad, hasta hora siempre se arregló muy bien".
Se estima que, si bien hará un discurso duro, no quemará las naves. Sabe que no es momento, y que por su postura histórica de apoyo al kirchnersimo, no puede romper ahora.
Recibió en las ultimas horas un gesto del gobierno. Sus hombres que estaban ubicados en distintos lugares de la secretaria de transporte, seguirán en sus puestos.
Lo que sí está analizando seriamente por estas horas y podría anunciar el jueves, es su renuncia a la presidencia del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires. Siente que el partido no le sirvió para nada y que no sirve para nada. Que lo dejaron en soledad y se lo vaciaron. "Si no pudimos meter ni siquiera un diputado provincial", se lamenta uno de sus colaboradores.
"¿Para que sirvió el partido en las recientes elecciones?, para nada, es una cáscara vacía", dice el colaborador de Moyano, que agrega, "Ni siquiera se puede reunir, y en este momento, menos".
Es decir, Moyano podría renunciar a la presidencia del PJ bonaerense, y mantenerse al frente de la CGT, en un equilibrio con el gobierno hasta la renovación de su mandato, que aun no ha definido que hará, aunque es posible que sobre este tema también hable el próximo jueves.
Ayer, el flamante diputado nacional Facundo Moyano se permitió recordar, vía twitter, un discurso de la Presidenta en el acto de las Juventudes el 14 de septiembre del 2010, en el que rescataba el papel de los trabajadores en el proyecto del gobierno y sostenía que una de las cosas mas importantes que se habían hecho en estos años era visualizar, identificar a los trabajadores, como uno de los componentes esenciales. Sutiles mensajes que se cruzan.
Hay que decir que los principales dirigentes de los gremios más importantes se mantienen en una postura distante de Moyano. Si bien lo contienen y buscan que no se exceda, no lo acompañarán si es que este dispone una embestida contra el gobierno, que descartan.
Los gordos de la CGT, Lescano, West Ocampo, Cavalieri, y otros, planean retomar la conducción cegetista el año próximo. Han definido que por el momento mantendrán el bajo perfil, pero cultivan el dialogo con el gobierno vía el secretario legal y técnico, Carlos Zannini. Le achacan en privado a Moyano haber conseguido poco para el conjunto del movimiento obrero, y mucho para su gremio. "En cada ministerio tiene una quintita", sostiene un dirigente histórico de los gordos, en referencia a la llegada de Moyano a los despachos ministeriales.
La Presidenta, se sabe, no aflojará en su línea de ponerle límites a Moyano. Estiman en el Gobierno que el sindicalista "se pasó de la raya" cuando le quiso advertir, públicamente a la Presidenta, sobre los postulados de Perón y Evita justo en el día de la lealtad, o que pretendió interpretar a Kirchner, cuando la CGT lo recordó el día de su muerte.
No obstante los puentes no están cortados, y no se descarta que antes de fin de año la Presidenta se reúna con todos los integrantes de la CGT, si es que hay un pedido en este sentido. Aunque, sin lugar a dudas, y lo ha marcado la Presidenta en su discurso de asunción, el tema gremial será uno de los grandes desafíos en su segundo mandato.
"Lo del sábado fue muy duro, siente que todo el tiempo lo están exponiendo y atacando", dice uno de los pocos dirigentes que logra hablar con él, en referencia al discurso de la Presidenta al asumir su segundo mandato. Igualmente, el mismo dirigente aclara: "Más allá que es injusto que se lo quieran cargar, me parece que él tendría que haber estado, se equivocó".
Moyano, al tiempo que realiza la convocatoria para su acto, que promete ser multitudinario, analiza la línea de discurso que hará. Como en todo sector, tiene dos alas; los duros que lo impulsan a romper -que son lo menos- y los dialoguistas que le aconsejan que haga un discurso duro, de reclamos, sentando posiciones, pero que no ponga en riesgo el dialogo.
"No es momento para romper, no hay motivos, en todo caso, el momento de plantear una discusión más fuerte será cuando lleguen las paritarias, y habrá que ver si es necesario, porque la verdad, hasta hora siempre se arregló muy bien".
Se estima que, si bien hará un discurso duro, no quemará las naves. Sabe que no es momento, y que por su postura histórica de apoyo al kirchnersimo, no puede romper ahora.
Recibió en las ultimas horas un gesto del gobierno. Sus hombres que estaban ubicados en distintos lugares de la secretaria de transporte, seguirán en sus puestos.
Lo que sí está analizando seriamente por estas horas y podría anunciar el jueves, es su renuncia a la presidencia del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires. Siente que el partido no le sirvió para nada y que no sirve para nada. Que lo dejaron en soledad y se lo vaciaron. "Si no pudimos meter ni siquiera un diputado provincial", se lamenta uno de sus colaboradores.
"¿Para que sirvió el partido en las recientes elecciones?, para nada, es una cáscara vacía", dice el colaborador de Moyano, que agrega, "Ni siquiera se puede reunir, y en este momento, menos".
Es decir, Moyano podría renunciar a la presidencia del PJ bonaerense, y mantenerse al frente de la CGT, en un equilibrio con el gobierno hasta la renovación de su mandato, que aun no ha definido que hará, aunque es posible que sobre este tema también hable el próximo jueves.
Ayer, el flamante diputado nacional Facundo Moyano se permitió recordar, vía twitter, un discurso de la Presidenta en el acto de las Juventudes el 14 de septiembre del 2010, en el que rescataba el papel de los trabajadores en el proyecto del gobierno y sostenía que una de las cosas mas importantes que se habían hecho en estos años era visualizar, identificar a los trabajadores, como uno de los componentes esenciales. Sutiles mensajes que se cruzan.
Hay que decir que los principales dirigentes de los gremios más importantes se mantienen en una postura distante de Moyano. Si bien lo contienen y buscan que no se exceda, no lo acompañarán si es que este dispone una embestida contra el gobierno, que descartan.
Los gordos de la CGT, Lescano, West Ocampo, Cavalieri, y otros, planean retomar la conducción cegetista el año próximo. Han definido que por el momento mantendrán el bajo perfil, pero cultivan el dialogo con el gobierno vía el secretario legal y técnico, Carlos Zannini. Le achacan en privado a Moyano haber conseguido poco para el conjunto del movimiento obrero, y mucho para su gremio. "En cada ministerio tiene una quintita", sostiene un dirigente histórico de los gordos, en referencia a la llegada de Moyano a los despachos ministeriales.
La Presidenta, se sabe, no aflojará en su línea de ponerle límites a Moyano. Estiman en el Gobierno que el sindicalista "se pasó de la raya" cuando le quiso advertir, públicamente a la Presidenta, sobre los postulados de Perón y Evita justo en el día de la lealtad, o que pretendió interpretar a Kirchner, cuando la CGT lo recordó el día de su muerte.
No obstante los puentes no están cortados, y no se descarta que antes de fin de año la Presidenta se reúna con todos los integrantes de la CGT, si es que hay un pedido en este sentido. Aunque, sin lugar a dudas, y lo ha marcado la Presidenta en su discurso de asunción, el tema gremial será uno de los grandes desafíos en su segundo mandato.