La dieta del sexo

* Por Sofía Tarruella

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La "dieta del sexo", "sex diet" o "sexercicio", es el tema del nuevo libro de la estadounidense Kerry McCloskey, una mujer que aunque no es nutricionista o experta, hace furor entre las lectoras con su idea de que el sexo puede ser un buen método para adelgazar.

Por su parte, el sexólogo Juan Carlos Kusnetzoff sacó a la luz la verdad sobre los mitos en torno al tema y aseguró que, lamentablemente, no existen soluciones mágicas.

La verdad de la milanesa, es que el sexo vende. A todos nos gustaría saber que con una de las actividades más placenteras de nuestras vidas, podemos lograr una figura de modelo, pero no funciona así.

"Tenemos fuerte adelgazamiento de la educación sexual, la anorexia de la educación sexual, lo único que les interesa a los que hacen estas notas es la cantidad de lectores que pueden obtener no la veracidad de la información", expresó indignado el sexólogo.

"La gente que es muy ingenua y sobre todo porque hay ausencia total de educación sexual en el país, compra cualquier cosa", señaló Kusnetzoff y agregó en tono sarcástico: "Mañana digo que los estornudos son menos frecuentes si hay relaciones y vendo mil libros".

El régimen de la estadounidense, al igual que otras notas sobre sexo, indica que en un encuentro sexual se pueden quemar entre 150 y 350 calorías, y que besarse durante una hora resta unas 200. Pero el profesional sostiene que este gasto es insignificante y equivale a "lo que pierde una persona cuando sube dos pisos en escalera, poco más o poco menos pero no adelgaza a nadie".

Ni siquiera en el caso que uno tuviera "sexo de un promedio de 20 minutos, una vez por día durante siete días, se podría modificar sustancialmente el cuerpo de alguien. Si va a mejorar la relación y el autoestima, pero la baja de peso viene, como se conoce desde hace miles de años, comiendo menos", aseguró Kusnetzoff .

En tanto, una reciente encuesta de una marca de bebidas dietéticas reveló que, en el Reino Unido, el 76 por ciento de las mujeres consultadas tendrían relaciones sexuales aunque no quisieran, si con esto bajaran de peso. 

Sobre el dato el sexólogo aseguró: "Son mentiras, las encuestas son en lugares lejanos porque son incomprobables e intrascendentes. Tengamos relaciones sexuales para erectar el autoestima no para bajar de peso".

Otra solución mágica la propone el libro "La mujer multiorgásmica" de Marrena  Lindberg, con la "dieta del  orgasmo", un método para llegar al punto G por más tiempo y cuidar la figura, mediante "unas 30 repeticiones diarias de unos sencillos movimientos de tensión y relajación de los pubococcígeos".

Estos ejercicios conocidos en el mundo de la medicina, como "de Kegel" o ejercicios de contracción del músculo pubocoxígeo, son indicados desde hace 30 años, para fortalecer esta parte en las mujeres, pero es falso que su ejercitación asegure un goce sexual.
 
"El orgasmo es una sensación mucho más compleja en la que intervienen a parte de los músculos, las neuronas, y sobre todo las neuronas abiertas, o sea no tener tapujos ni prejuicios ni todo lo que nos dicen desde chicos, los medios y la sociedad".

Lindverg, la autora de este libro, que tampoco es profesional de la salud, sostiene que, aparte de los ejercicios, la clave del placer en la cama, es consumir una dosis elevada de capsulas de "aceite de pescado".

Pero el doctor argentino contesta: "Esto es cualquier cosa, no sirve, Si los diputados pudieran hablar del sexo sería un éxito bárbaro, no lo hacen primero porque no saben, al igual que el periodista que levantó la nota en un principio,  pero además, porque le tienen miedo a que la iglesia se les tire encima y con esto pierdan votos".

"No tiene importancia el fútbol para todos, sino la educación sexual para todos, por favor, ¡lo grito! ¡Educación sexual para todos!", concluyó Juan Carlos Kusnetzoff.

Con los mitos descartados, queda claro que para bajar de peso mejor hacerlo fuera de la cama y dejar ese espacio para el puro placer.