La despedida de Martín Palermo
Con la Bombonera repleta de gente, el máximo goleador de Boca Juniors se despidió en su partido homenaje.
Antes de comenzar el partido homenaje, se montó un videoclip en el cual se repasó toda la vida de Martín Palermo, con los momentos más emotivos de su carrera deportiva.
El partido fue una disputa entre el equipo de remera blanca contra el de camiseta negra. El primer equipo, dirigido por Carlos Bianchi, estuvo formado por exjugadores de Boca Juniors que fueron compañeros del exdelantero en la época dorada del club.
En tanto, el rival se compuso en su mayoría por exfutbolistas de Estudiantes (LP) y algunos amigos de Palermo.
"El equipo de Martín": Oscar Córdoba, Roberto Abbondanzieri, Hugo Ibarra, José María Calvo, Clemente Rodríguez, Rolando Schiavi, Jorge Bermúdez, Juan Manuel Insaurralde, Aníbal Matellán, Matías Caruzzo, Rodolfo Arruabarrena, Juan Angel Krupoviesa, Diego Cagna, Gustavo Barros Schelotto, Fabián Vargas, Mauricio Serna, Leandro Somoza, Cristian Chávez, José Basualdo, Leandro Gracián, Carlos Tévez, Guillermo Barros Schelotto, Antonio Barijho y Ryduan Palermo. DT: Carlos Bianchi.
"Los amigos de Martín": Carlos Bossio, Pablo Migliore, Claudio París, Oscar Craviotto, Washington Tais, Alejandro Tais, Alejandro Lembo, Diego Capria, Roberto Ayala, Pablo Quatrocchi, Christian Cellay, Juan Sebastián Verón, Rodrigo Braña, Rubén Capria, Oscar Acosta, Denilson, Mauro Amato, Alvaro Recoba, Martín Mazzuco e Iván Zamorano. DT: Alfio Basile.
El árbitro: Héctor Baldassi.
El resultado por más que sea anecdótico, fue 3 a 2 a favor para "El equipo de Martín".
Goles: Palermo (EM), Fuertes x 2 (AM), Chávez (EM) y Ryduan (EM).
Historia: Palermo, nacido en La Plata el 7 de noviembre de 1973, se retiró en forma oficial hace ocho meses, el 18 de junio del año pasado, luego de haber marcado nada menos que 237 goles en partidos oficiales con la camiseta "xeneize", cifra que lo erigió en el máximo goleador del club.
Además, el `Loco` dio 14 vueltas olímpicas con la casaca "azul y oro", y se conquistó para siempre a la feligresía "xeneize" con sus goles a River, el eterno rival, o aquellos dos al Real Madrid en Japón en el 2000, en la obtención de la Copa Intercontinental de Clubes, la segunda de las tres que posee el club.
Sin dudas, sus goles al "millonario", al que directamente tuvo de cliente, o sus conquistas en finales y partidos importantes, más su asombrosa capacidad para superar la adversidad y las serias lesiones que sufrió durante su carrera lo hicieron un tipo especial, querible, adorado por propios y respetado por extraños.
El "optimista del gol", como lo bautizó Carlitos Bianchi, comenzó su carrera en Estudiantes de La Plata, club del que es hincha confeso y al que le gustaría regresar como director técnico en el futuro, según admitió en los últimos días.
Su llegada a Boca, propiciada por Diego Maradona, se produjo en 1997 y duró hasta el 2000 en la primera etapa (luego protagonizó una segunda entre 2004 y 2011), hasta que emigró a España para desempeñarse en Villarreal, Alavés y Betis.
Con la camiseta del seleccionado argentino tuvo buenas y malas, aunque el final de su carrera le regaló la posibilidad de jugar un Mundial, en Sudáfrica 2010, donde no pasó desapercibido.