La desgracia de tener un vecino violento
El violento sujeto había sido denunciado por sus vecinos en reiteradas ocasiones desde noviembre de 2024 a la fecha por amenazas simples, hostigamiento, lesiones y ensuciar bienes. La moderna justicia de la Ciudad, ausente con aviso.
Tristemente conocido como "Lobo alfa", el hombre denunciado por maltratos contra su perro y por amenazar a sus vecinos, quedó detenido este viernes en la comisaría vecinal de Balvanera. Y tan desquiciado e impune es el hombre, que ingresó a la sede policial 3A, ubicada en la misma cuadra en la que vive y, sin mediar palabra, le pegó al jefe de servicio. Su nombre es José María Conde. Se lo veía, molesto y ofuscado, “caliente como un pucho” dicen testigos ocasionales, vestido con atuendos típicos de estos tiempos, remera de River, joggineta oscura y crocs con medias. Sin emitir palabra, se acercó al jefe de servicio de la dependencia y lo golpeó, lo detuvieron y está procesado por atentado y resistencia a la autoridad, delito menor, pero delito al fin.
El desquiciado vecino es el centro de un conflicto vecinal que viene escalando de forma violenta, con denuncias de al menos ocho vecinos que lo acusan amenazas, agresiones e incluso maltrato animal en el edificio de Corrientes al 2700, a metros de la estación Pueyrredón de la línea B de subte. El viernes de mañana ya había empezado movido para el intratable sujeto. Una ONG lo visitó y le sacó la custodia de su perro, debido a las denuncias que pesan sobre él por maltrato animal. Conde se descompensó y tuvo que ser trasladado al hospital Fernández en una ambulancia. Estabilizado, regresó a su casa, cerca de las 6 de la tarde. Entró al edificio a los gritos, amenazando con que iba a incendiar el edificio. La Policía fue al lugar para advertirlo y tratar de que declinara su actitud. Como es habitual en estos individuos, loco si, boludo no, preguntó “¿estoy detenido?” No, le dijeron los efectivos de policía, entonces voy a la comisaría a hablar con el comisario, entró a la dependencia y sin mediar palabra golpeó al oficial de guardia.
Un vecino del mismo piso donde vive contó: "Él es una víctima igual que nosotros, está enfermo, necesita ayuda y no tiene contención familiar. Estaba con su mujer, que se fue a los pocos días de que él volvió después de una internación voluntaria. Es una persona que siempre había mostrado carácter fuerte, con algunos inconvenientes con los vecinos, pero no a este punto de agresión y amenazas". En algún encuentro con periodistas, el Lobo se desligó de las acusaciones y a los gritos, sostenía que él "no es violento".
Otro vecino, contó que Conde tiene "problemas con el consorcio hace mucho, creo que quiere el control" del edificio. Y ventiló el mensaje intimidatorio con el que, a la postre, se ganó el apodo que tiene. "Mira, no me voy a llevar bien con nadie. Empieza otro partido, acá en el edificio hay lugar para un solo lobo alfa", dijo.
Los problemas de vecinos son frecuentes y cotidianos, en edificios y barrios, siempre hay un sujeto con chapa de guapo. Hace un par de semanas conocimos el caso de un vecino, policía retirado, que ofuscado con los vecinos de enfrente por el volumen de la música, fue a reclamar para que bajaran el volumen y fue prepoteado por los revoltosos que tenían el parlante en la vereda. La discusión terminó con un muerto del lado de los revoltosos.
Como corolario, los problemas de vecindad y convivencia, deben ser tratados con seriedad y diligencia. Más si se trata de personas con serios trastornos mentales como el Lobo Alfa, que deben ser tratados por los médicos en el caso de comprobarse alguna patología psiquiátrica o por los jueces, cuando las conductas configuren delitos. Pero pareciera que los jueces y los médicos, son miedosos y sólo intervienen, cuando el PODER o la OPINIÓN PÚBLICA, sin saber nada de nada, a priori CONDENA, con lo cual ES UNA DESGRACIA TENER UN VECINO VIOLENTO…
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