La desaparición de Guadalupe y la aparición de los videntes
Al momento de publicarse esta columna serán 13 los días de la desaparición de Guadalupe. Las fuerzas policiales dirigidas por el Juez, van para acá, van para allá. La buscan viva, la buscan muerta. Y si faltaba algo, aparecieron los videntes, conocidos de la policía.
A ciencia cierta, y a esta altura de la investigación, la pista, se centra en la compleja relación de los padres de la menor. Tantos desencuentros tienen los padres, que cada cual tiene un abogado distinto. Desde un primer momento la hermana del papa dijo: “… investiguen a la familia de la madre...”.
Hasta ahora poco y nada se sabe. Los aventureros de la información, dejan traslucir, al pasar, la posibilidad de que la menor haya sido apropiada por redes de trata. En 50 kilómetros a la redonda del lugar del hecho, no se han producido casos similares, ¿por qué iniciarían una apropiación ahora? La respuesta es sencilla: esto no pasó.
Que la menor haya sido llevada a Chile, mucho menos. Es una frontera difícil de sortear. En el norte, lindante con la Triple frontera, podría ser.
Pero bueno, volviendo a los padres, el padre contó que la mamá vive con un hombre, que se encuentra desempleado, al cual ve cuando va a buscar a sus hijos. La madre dice que no vive con nadie, pero que sí cuida a sus hijos, cuando ella trabaja los fines de semana. Muchas idas y vueltas de la familia y pocas certezas de la Justicia vuelven a evidenciar, que de manera urgente, hay que crear una agencia federal de búsqueda de personas, que recoja la experiencia de sociedades más desarrolladas en este tipo de situaciones.
Vemos enormes despliegues de fuerzas policiales, que van de aquí para allá, sin rumbo fijo y sin la menor idea de cómo seguir. A esta altura de estar viva la menor, debe clamar por su mamá, y para la peor hipótesis, que estuviera muerta, sería el final de un largo calvario.
Los familiares y amigos de los padres están molestos y no encontraron mejor cosa que hacer que golpeara a un microfonista de Crónica TV, ¿por qué tanta violencia? En el momento que las cámaras se apaguen, se terminará la búsqueda.
Tanto desconcierto hay, que hoy conocimos la noticia de que videntes y adivinadores que guían a la policía y a la Justicia. ¡Pobre Guadalupe! Fue una víctima de sus irresponsables cuidadores, que la dejaron jugar en la calle, cuando ya era de noche, hacía frío y jugaba Argentina, y ahora es víctima de la impotencia del Estado que no sabe por dónde buscar… Quiera Dios que esté viva…
Al pasar, un consejo de viejo y abogado penalista: para la Justicia Provincial esta investigación es un rompecabezas. Por experiencia, les sugiero la intervención de la Justicia Federal, que saben, y MUCHO, de esto…
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