Policiales
La defensa de Chocolate Rigau busca evitar las pericias al celular y pide más medidas de último minuto
La apertura del teléfono estaba prevista para este viernes. La presentación se oficializó luego de que el gobierno de Axel Kicillof solicitara ser querellante en la causa.
En las últimas horas, la defensa de Julio “Chocolate” Rigau presentó un escrito para pedirle a la Justicia que se suspenda la pericia telefónica de su celular, prevista para hoy.
La solicitud fue presentada este jueves al mediodía ante el Juzgado de Garantías N°1 de La Plata. Allí también se demandó la posibilidad de también contar con un perito de parte y se señaló que el perito seleccionado para trabajar sobre su celular no tiene el permiso necesario para hacerlo en la Provincia de Buenos Aires.
Esto se da luego de que el gobierno de Axel Kicillof pidiera ser querellante en la causa que investiga a Rigau. El juez Guillermo Federico Atencio confirmó a TN que hizo lugar al pedido.
A partir de esta decisión por parte de la Justicia, el fiscal de Estado puede acceder al expediente como particular damnificado. La causa por “estafa” está en plena etapa de investigación, a cargo de la fiscal de la UFI N°2 Betina Lacki.
Martín Correa, el perito de parte, le solicitó a la Justicia que se le confiera “el plazo de ley para aceptar el cargo propuesto por los señores defensores”.
En su escrito citó el artículo 138 del Código Procesal Penal, el cual expresa: “Los actos procesales se practicarán dentro de los plazos fijados en cada caso. Cuando no se fije, se practicarán dentro de tres (3) días. Correrán para cada interesado desde su notificación o si fueren comunes, desde la última que se practicara, y se computarán en la forma establecida por el Código Civil”.
“En ese sentido, me encuentro habilitado por ley a aceptar el cargo propuesto hasta el día martes 24/10/2023 a las 12 del mediodía”, expresó el licenciado en Informática.
Mientras sigue la causa contra “Chocolate”, la fiscalía ya avanzó con varias medidas de prueba, entre ellas escuchó a una decena de testigos, cuyos nombres figuran en las tarjetas de débito que le fueron secuestradas a Rigau el día del arresto.
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