La declaración del Dr. Luque: "La muerte de Maradona ocurrió en forma inesperada, no se advierte en mi accionar haber actuado en forma negligente"
El neurocirujano rompió el silencio en medio del escándalo por la muerte del "Diez".
Así de contundente fue el neurocirujano Leopoldo Luque a pocos días de la muerte de su paciente más famoso. Exactamente el 29 de noviembre, 96 horas después del peor final de Maradona y tras los allanamientos en su casa y consultorio, el hoy apuntado como responsable de la salud del "Diez" decidió defenderse de las acusaciones con una declaración espontánea presentada por escrito a los fiscales, declaración que hoy, por primera vez, INFOVELOZ la saca a la luz.
Luque comienza su relato desde cero, desde el momento que conoció a Maradona: "conozco a Diego en el año 2016, fecha en la que me contacta por primera vez por una consulta neurológica, relacionada con un trastorno del sueño". "Si bien no era mi especialidad, lo fui a ver".
Luque remarca en todo momento que no era su médico personal y que "aconsejaba" a qué especialistas visitar ante cierta dolencia. "Por el vínculo que generamos, cada vez que surgía un problema médico, o incluso una consulta, me requería la recomendación de especialistas que pudieran atenderlo, e incluso he llegado a acompañarlo personalmente".
"Durante los años 2016 / 2017 y 2018 mi intervención en su salud fue prácticamente nula, ya que Diego viajaba por todo el mundo, dijo el medico para dejar en claro que, según él, sólo aportaba nombres de otros especialistas.
"Mi objetivo, y al ser profesionales recomendados por mi, era confirmar que efectivamente lo hayan atendido, y en su caso saber sobre qué patología", pone en su escrito Luque, quien además deja en claro que no todo pasaba por sus recomendaciones, "no todos los médicos que atendieron a Diego durante ese pedido eran sugeridos por mi".
La relación entre médico y paciente, cuenta el neurocirujano, se afianzó los últimos años, precisamente hace dos: "comienzo a acercarme y a atenderlo más frecuentemente en el año 2019, fecha en la que él vuelve a vivir a Argentina. Es así que a partir de ese año, le sugiero que se efectúe -y Diego acepta- varios chequeos medicos".
Maradona murió por una complicación coronaria y ese es uno de los puntos que intenta aclarar el médico, por eso se mete de lleno en la temática y aclara que nunca hubo "llamados de atención" sobre el corazón del exjugador en los chequeos que le realizaron: "ningún resultado sugirió en ambas oportunidades, que indicase que él necesitara alguna medicación y/o tratamiento especial, cronológicamente hablando".
Ninguno de los resultados obtenidos de estos chequeos, en el mes de enero y en el mes de septiembre del 2020, llamaron la atención de los médicos que lo evaluaron, cada uno en su especialidad, ya sea desde el punto de vista clínico como cardiológico".
Dos chequeos generales en 2020, enero y septiembre, todo "normal" según Luque, hasta llegar a la última imagen pública de Diego, la del cumpleaños, en un estadio: "con fecha 30 de octubre del año en curso, al ver a Diego en el partido de Gimnasia y Esgrima de La Plata, observé un comportamiento en su marcha que me llamó la atención, neurológicamente hablando. Era ostensible (conforme mi especialidad) que no se encontraba en buenas condiciones".
De la imagen preocupante en el cumpleaños de Diego, lo que siguió fue la internación en el Sanatorio IPENSA de la ciudad de las diagonales, una tomografía computada y el hallazgo del hematoma subdural que, a pesar de la recomendación de los especialistas del lugar de no tocarlo, el médico Luque decidió quitar en otra clínica: "la evaluación la llevamos a cabo el día 3 de noviembre, y participamos 7 médicos neurocirujanos, decidiendo por unanimidad, previo a evaluar los estudios obligatorios prequirúrgicos, que la cirugía de drenaje tenía que llevarse a cabo".
La operación en la Clínica Olivos fue un éxito y así lo comunicó Luque a los medios apostados en la puerta de la institución los días que duró la internación de Diego. "Diego estaba en condiciones de obtener la externación el 7 de noviembre, pero permaneció internado hasta el día 11 de noviembre. Las condiciones médicas objetivas para que Diego se retirara a su domicilio estaban dadas", remarca el neurocirujano.
Más adelante Luque vuelve sobre el estado de salud del "Diez" aquel 11 de noviembre y explica cómo se dio la elección de la internación domiciliaria y quiénes hicieron la elección. "Fue a partir de ese momento, que la familia (las hijas, hermanas de Diego y Veronica Ojeda), al ser llamadas por Swiss Medical, comenzaron a intervenir activamente en la salud de Diego".
"En rigor de verdad, lo que querían era armar un equipo médico, que se ocupe de la salud de Diego, encontrarle un médico de cabecera, mínimamente un médico clínico".
"Tanto su familia como su equipo de salud mental eran coincidentes en intentar ayudar a Diego con su problemática con el alcohol", dijo Luque, y volvió a remarcar: "como dije antes, Diego estaba en condiciones de ser externado el dia 7 de noviembre, pero considerando que durante la internación desarrolló síndrome de abstinencia, es que se decide que la internación se prolongue, para evaluar alternativas de contención post externación, atento a su fuerte adicción al alcohol".
En base a las declaraciones de las hijas de Maradona que, de manera exclusiva INFOVELOZ presentó en una serie de notas, se pudo conocer cómo se eligió la vía de la internación domiciliaria. Luque declaró que fue sugerencia suya la posibilidad de dejar a Diego al cuidado de especialistas en una nueva casa, más cercana a los domicilios de sus hijas. "Previa a una evaluación psiquiátrica por parte de su psicólogo y su psiquiatra por un lado, y los psiquiatras que dispuso Swiss Medical por el otro, y sin contar con otra alternativa posible, sugiero que realice el tratamiento en su domicilio tomando todos los recaudos necesarios en orden a la patología a tratar: alcoholismo crónico".
Ya con Maradona "internado" en su nueva casa de Tigre, alquilada con el consentimiento de las hijas para la recuperación, Luque hace un relato abstrayéndose de toda responsabilidad médica que no fuera la que a la operación corresponda, claramente desentendiendose de ese rol de "médico de cabecera" que todos dicen que ocupaba: "volviendo a mi función en su salud, y considerando los controles médicos posteriores que me concernían respecto a la cirugía realizada, es que fui al domicilio de Diego el dia 17 de noviembre. Ese dia según la evaluación y observación de la herida, no le retiré los puntos. los signos neurológicos eran favorables".
"Volví el día 19, con el fin de controlar la herida y nuevamente evalué los signos neurológicos. Todo se encontraba acorde a los esperado". Otra visita y un nuevo desentendimiento de la salud general de Maradona.
"Diego estaba de muy mal humor, entré a su habitacion para realizarle el control neurológico, él se negaba y me decía que me vaya, pero yo le dije que la única manera de que yo me fuera sería si él me echaba. Al escuchar mi respuesta, se levantó de la cama y literalmente me corrió y me propinó unos golpes".
Según Luque, ese día de las trompadas se fue "satisfecho"porque de esa manera había podido corroborar que Diego estaba neurológicamente bien.
La declaración continúa con los últimos dos días que visitó al "Diez" antes de su muerte. El 20 de noviembre para retirarle los puntos de sutura y "corroborar" que todo marchaba bien ya dándole el alta neurológica, y finalmente el domingo 22 de noviembre "lisa y llanamente en calidad de amigo, ya que después de la externación lo veía muy triste (estaba atravesando un periodo de abstinencia muy serio)".
Es decir, que el médico que lo controló por lo menos los últimos dos años, ahora declaraba que solo había ido a ver a un amigo...
En la última parte de la declaración por escrito y espontánea, después de dejar en claro que no era el responsable de la salud general de Maradona, Luque ensaya el discurso donde más busca despegarse de la muerte del astro y además busca ubicar el desenlace como algo fuera de previsión: "el hallazgo de Diego en una situación que aparentaba un sueño norma es un indicio indubitable de una muerte repentina. Si la causa de muerte primaria hubiera sido un edema agudo de pulmón, se hubieran visto indicios de que Diego hubiese querido levantarse y adoptar la posición sentado en busca de una mayor entrada de aire; en cualquier otra situación que no fuera repentina, habría indicios de haberse levantado, ir en busca de ayuda, encender la luz, o cualquier otro pedido de ayuda".
Si quedaba alguna duda de la decisión de exculparse por completo de la muerte de su amigo/paciente, el neurocirujano apuntado por todos como el médico de cabecera concluye: "la muerte ocurrió en forma inesperada, imprevista, en las horas de sueño sin brindar ninguna posibilidad de tratamiento".
"Del análisis de todo lo anterior no se advierte en mi accionar haber actuado en forma negligente, ni imprudente ni con falta de pericia ni con falta de observación de mis deberes como medico".
"No hubo en mi accionar una violación al deber objetivo de ciuidado que haya creado o aumentado un riesgo para el paciente, ni mucho menos, que tenga una relación de causalidad directa con el deceso".
Para cerrar su descargo, Luque asegura que no se puede extender su responsabilidad por un infortunio sobreviviniente, la muerte del "Diez", de su paciente, de su amigo.
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