La declaración de Verónica Ojeda ante la muerte de Maradona: “A Diego lo emborrachaban a propósito”
Ojeda repasó los últimos días de Diego con vida, y apuntó contra el ex “médico de cabecera” del "Diez", Leopoldo Luque.
Habían pasado 5 días desde la muerte de Diego y a sus hijas mayores de edad, por lo menos las argentinas, les había tocado contar frente a los fiscales cómo transcurrieron los meses previos al deceso y qué percibieron los días que estuvo internado en la casa del country San Andrés de Tigre. Ahora era el turno de uno de sus últimos amores, Veronica Ojeda, quien se sentó frente a los doctores Capra e Iribarren para dar su versión de los hechos.
El relato, como se acostumbra, empezó desde el punto cero, desde el comienzo de la relación hasta estos días.
Pero sin vueltas, Ojeda fue directo al hueso, a esos últimos días de Diego con vida, y sin anestesia prendió el ventilador que otra vez salpicaría al “médico de cabecera” Leopoldo Luque: “respecto a los últimos días de Diego, puedo decir que una vez que se instaló en el barrio privado San Andrés, al salir de la Clínica de Olivos, me sorprendieron las condiciones en que vivía en esa casa’.
“Estaba totalmente desatendido, el lunes anterior a su muerte, el dia 23 de noviembre, por ejemplo, cuando fui a visitarlo -que fue la última vez que lo vi con vida-, estaba solo con una enfermera “rubiecita” que estaba sentada en el living” y el custodio alias “el negro” le estaba haciendo un té porque tenía que tomar la medicación de la tarde, eran alrededor de las 17 horas.” Fuerte y al medio, como se patea un penal en una definición desde los 12 pasos, fue el comentario de Ojeda. El máximo ídolo del fútbol argentino y mundial, aquel que fue derivado para seguir con una “internación seria” como le habían hecho creer a la familia, estaba sólo según la madre de su hijo menor.
“El living estaba muy alejado de la habitación donde se encontraba Diego y desde allí era imposible saber qué estaba pasando adentro de la misma donde estaba Diego. También me sorprendí cuando al llegar al lugar advertí que había un baño químico, que era un baño plástico blanco colocado dentro de un andador que estaba a un costado de la cama…”, siguió el relato sobre las condiciones de habitabilidad de la improvisada casa.
Veronica Ojeda fue una de las primeras que introdujo el nombre del Dr. Alfredo Cahe, en clara alusión a lo que fue su intervención de tantos años como médico de Maradona y la comparación con el nuevo encargado de la salud de su ex, Luque, no tardó en llegar: “en el año 2007 estando en pareja conmigo, se internó para tratar su adicción al alcohol, circunstancia a la que logré que accediera gracias al doctor Alfredo Cahe. Recuerdo también que encontrándose con internación domiciliaria, tenía, por disposición de Cahe, todos los cuidados médicos necesarios”.
La comparación entre Cahe y Luque dejó claramente en offside al nuevo encargado de cuidar a Diego. Ojeda fue más allá: “si puedo decir que noté que desde que Alfredo Cahe dejó de ser su médico de cabecera, su salud comenzó a deteriorarse cada vez más y que incluso no se le brindaba la medicación acorde a su patología”.
Más adelante Veronica confirmó que Maradona se encargaba de decir que Luque era su médico de cabecera, algo que el mismísimo neurocirujano hoy niega rotundamente, y además confirma lo que luego conoceríamos por el famoso chat de la familia mientras Diego estaba internado, que a Cahe los dos investigados (Luque y Cosachov) lo querían lejos de su paciente VIP: “cuando volví a tener relación con Diego en la pandemia noté cómo a Alfredo Cahe lo dejaron de lado e incluso le cortaban el teléfono cada vez que llamaba”.
“A su médico anterior Alfredo Cahe, su actual “equipo médico” que comandaba Luque y la Dra. Agustina Cosachov lo dejó ir una sola vez a la Clínica Olivos, después “lo cortaron” le dijeron que no podía verlo, le decían que había gente con covid y otras cosas”.
Está claro que los problemas que acarreaba Maradona no eran nuevos como tampoco lo era el descontrol en la diaria, ya sea en el exterior como en Argentina, en Bellavista o en Ezeiza y así lo dejó bien claro Ojeda: “mientras Diego estuvo en la casa de Brandsen cerca de La Plata, previo a su internación, vi cosas que no me gustaban respecto a la atención de la salud de Diego. De hecho tengo una sospecha muy fuerte de quienes lo asistían, lo emborrachaban a propósito y le mezclaban psicofármacos con alcohol. Me refiero a su colaborador Charly… Sospecho que lo emborrachaban a propósito porque Diego siempre fue una persona muy vulnerable por el entorno que lo rodeaba en ese momento, siempre fue influenciable.
En la parte final de la testimonial, y siguiendo el relato de qué tomaba Diego y quien le suministraba los medicamentos que dejaban somnoliento a Maradona, Ojeda contesta: “actualmente tomaba medicación psiquiátrica para su tratamiento contra el alcohol, recuerdo que en la casa de Brandsen tomaba alrededor de 15 pastillas para dormir… era la psiquiatra Cosachov la que le prescribía la medicación.
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