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La decisión de apartar al juez Otranto del caso Maldonado no cayó bien en la Casa Rosada

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, señaló que el Gobierno trabajará de la misma manera con el nuevo magistrado.

El gobierno de Mauricio Macri informó ayer que "seguirá trabajando" con el nuevo juez de la causa de la desaparición de Santiago Maldonado, tras el apartamiento del juez federal de Esquel, Guido Otranto. Pero en la Casa Rosada no cayó bien la decisión de la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia de aceptar la recusación del magistrado.

El Gobierno considera que el cambio de juez, a 50 días de comenzada la investigación, será perjudicial para las dos causas de las cuales se apartó al magistrado, la de habeas corpus y la de desaparición forzada, de acuerdo con La Nación.

En Balcarce 50 consideraban que la causa de habeas corpus podía tener sentencia de Otranto a mediados de octubre y el cambio podría extenderla hasta diciembre próximo.

No obstante, el jefe del Gabinete, Marcos Peña, dijo ayer que el Gobierno no cambiará su postura. "Seguiremos trabajando con el nuevo juez como lo hicimos con el anterior". Y exhortó a mantener una "prudencia enorme" para evitar una "politización de esta discusión".

La Cámara Federal designó en reemplazo de Otranto al titular del Juzgado Federal N° 2 de Rawson, Gustavo Lleral. En el Gobierno cayó mal la noticia. "Es una mala señal institucional sacar a un juez a 50 días", aseguró a La Nación un alto funcionario vinculado con el caso.

El apartamiento se fundamentó en un reportaje que Otranto le dio al diario La Nación en el cual deslizó la hipótesis de que Maldonado hubiera muerto ahogado en el río Chubut y que no había elementos para incriminar a la Gendarmería.

"Hubiera merecido un reto por haberse extralimitado, pero por un tema periodístico no lo debió haber sacado", señaló otra fuente oficial vinculada a Macri. "La Cámara dice que la causa está bien llevada, que los argumentos de enemistad manifiesta que invoca el CELS y del direccionamiento de la causa que esgrime la familia no son aceptables".

"Y finalmente sólo cuestiona el reportaje del diario: eso no es para una recusación y arrancar con un nuevo juez que está a 600 kilómetros y va a tener que leer todo el expediente de 13 cuerpos y 2600 fojas", se lamentaron en la Casa Rosada. Cedieron a las presiones del CELS", concluyeron.

Marcos Peña, más cauto, aseguró que el esclarecimiento del caso "es un tema que tiene que unir a todos los argentinos para llegar al fondo de la verdad". Y agregó que "con este tema y todos los temas que tienen que ver con la Justicia y con la ley tenemos que ser cada vez más institucionalistas, más prudentes".

En un recorrido por Tres Arroyos, Peña afirmó: "Seguiremos trabajando con el nuevo juez como hicimos con el anterior, con la prudencia enorme de no entrar en la politización y no perder el foco de que aparezca Santiago Maldonado".

Hace tres semanas, el Gobierno había deslizado críticas a Otranto por demorar algunas medidas de prueba y allanamientos. Luego del último rastrillaje al campo Pu Lof y de la toma del juzgado por parte de un grupo mapuche, la Casa Rosada había cerrado filas con Otranto y reforzó su custodia policial.

Sergio Maldonado, hermano de Santiago, se manifestó "conforme" con el apartamiento de Otranto, pero advirtió que no fue "en la manera en la que queríamos". Y agregó: "Hicimos una presentación por los maltratos y las irregularidades en la investigación, pero finalmente se lo recusó por los dichos inapropiados que salieron en un diario, por un prejuzgamiento".

(Fuente La Nación)