La cuarta muerte de Ángeles Rawson
Tuvieron que pasar dos peritos, una autopsia, dos juntas médicas y una exhumación de cadáver. ¿Cuál es la verdad?
Primero se dijo que Ángeles Rawson había sido violada y estrangulada. La afirmación fue del médico de San Martín que vio el cuerpo en la CEAMSE. Después se afirmó que no había sido violada y que había muerto por los golpes en la compactadora. Más tarde, una primera junta médica habló de asfixia y dejó abierta la puerta para el abuso sexual.
Ahora, a cinco meses del crimen, Ángeles tuvo su cuarta muerte. La Junta Médica ratificó que la muerte fue por asfixia. Además coincidieron nueve de diez peritos -el único disidente fue el de la defensa-, que la joven fue víctima de un ataque sexual sin penetración.
Este dictamen debiera ser el final. De no tener contramarchas, esta nueva mirada forense complica y mucho a Jorge Mangeri y lo acerca a una imputación que lo puede llevar a una perpetua. Si cumple con su palabra, la defensa debiera renunciar puesto que al arranque del caso, el abogado Miguel Pierri, anticipó: "si hay abuso, me voy". Tal vez ahora, para no renunciar, Pierri diga que si bien los peritos hablaron de abuso, Mangeri sigue diciendo que es inocente y que el autor del crimen no fue él.
Lo que le queda ahora a la defensa, es que la Cámara derribe la prueba de ADN del caso y la declare nula por contaminada. Si la Cámara convalida el ADN, Mangeri va a camino a juicio oral con una acusación que en la cárcel nadie quiere llevar en sus espaldas: haber asesinado a una chica porque se resistió a ser violada. Tremendo.