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La "cristinización" de Paco

*Por Mario Fiore. La Presidente ve en el gobernador electo la oportunidad de erigir una figura nacional que lleve su propio sello. El nacimiento de una sociedad política.

Pasaron 226 días desde el 11 de marzo al 23 de octubre. Aquel día de fin del verano Francisco "Paco" Pérez fue junto a un pequeñísimo grupo de asistentes y amigos -entre ellos Luis Böhm- con una pequeña bandera que decía "Cristina 2011- Pérez gobernador" al estadio de Huracán de Parque Patricios a apoyar a la Presidenta en un acto organizado por La Cámpora.

El penúltimo domingo de octubre, la jefa del Estado pronunció su nombre y lo llenó de elogios, en medio de los festejos por su reelección. El salto fue gigante: de un simple aspirante a la gobernación mendocina -por entonces eran ocho sólo en el peronismo-, sin fuertes apoyos locales ni nacionales, al Olimpo K, a recibir las miradas de todo el país y pasearse por los medios de difusión nacional.

En el ínterin, se convirtió en el candidato del consenso del PJ mendocino, ganó una interna, se rodeó de asistentes impuestos por la Casa Rosada, conoció directamente a la Presidenta, viajó con ella a Nueva York para la Asamblea Anual de la ONU y venció en las elecciones mendocinas.

"Hoy Pérez es una estrella en claro ascenso en la política nacional por decisión de Cristina", explicó un colaborador directo de la mandataria.

Algunos observadores mendocinos, y también un grupo de kirchneristas de abolengo, comentan el meteórico encumbramiento de Pérez.

Lo comparan con lo que le sucedió a Sergio Urribarri, el gobernador de Entre Ríos que llegó en 2007 a conducir su provincia tras un acuerdo entre la Casa Rosada y el entonces poderoso caudillo local Jorge Busti, pero que luego se kirchnerizó al punto de convertirse en uno de los mimados de Cristina.

Otros lo comparan con el propio Julio Cobos porque ambos fueron ministros de Obras, llegaron imprevistamente a ser candidatos a gobernador y lograron la aceptación del oficialismo nacional. Pero esta última comparación irrita al entorno del mandatario electo: "Paco es un militante, es un cuadro", aclaran y marcan diferencias.

Cristina busca consolidarse como la única jefa del justicialismo nacional y vio en Pérez múltiples recursos. Las fuentes consultadas dicen que "Paco" logró la simpatía de la Presidenta, quien percibió en él cualidades del recambio generacional que ella se ha propuesto instaurar en la política nacional.

"Ella necesitaba ganar en un distrito grande con un candidato que exprese claramente lo que ella piensa. Y aunque a Pérez lo empezó a tratar después de que ganó la interna del PJ mendocino y no antes, percibió en él un mar de oportunidades", explicó otro habitante de la Casa Rosada.

"Un joven talentoso", dijo Cristina el domingo 23 de octubre cuando presentó al resto del país a "Paco" Pérez. Lo cierto es que hasta en el entorno más próximo del gobernador sorprendió cómo la Presidenta se terminó involucrando en la campaña mendocina.

Los artífices de esto fueron inicialmente Diego Bossio, Juan Carlos Mazzón y Julio De Vido. Con el súper ministro de Planificación Pérez tenía trato casi semanal, por su función de ministro provincial. A Bossio lo conoció cuando el joven titular de la Anses era funcionario de la administración de Jaque en Mendoza. Este último le presentó a otro de los jóvenes preferidos por Cristina, Juan Abal Medina, y al vicepresidente electo Amado Boudou, uno de sus principales apoyos nacionales.

El "cristinismo" en estado más puro rodeó a Pérez e inició lo que esperan sea una colonización del justicialismo local. Los primeros resultados ya están a la vista. La Cámpora logró dos diputados provinciales y una diputada nacional y el propio Pérez prometió una renovación a nivel funcionarios. Tener menos de 45 años será determinante para poder sobresalir en los próximos años.

"Fue ella quien decidió invitarlo a Nueva York, a un sitio donde el kirchnerismo siempre llevó a sus mejores aliados y donde defendió los derechos humanos ante los ojos del mundo", explicó la misma fuente.

Para la Casa Rosada, Pérez tendrá las oportunidades que no tuvo durante estos años Celso Jaque, por eso en el peronismo mendocino se entusiasman. "Si se mueve bien, no debería tomarlo desprevenido -tal cual le ocurriera a Jaque- una decisión como la que en 2010 firmó la Presidenta para prorrogar la promoción industrial. Paco podrá bloquear conflictos, al menos", explican.

Pero la jugada de la Presidenta no es sólo hacia el interior del justicialismo mendocino. Un gobernador "joven y talentoso" le permitirá contrarrestar el poder de gobernadores que vienen reeligiéndose desde hace una década, un privilegio que la Presidenta no tendrá a excepción de que logre una reforma de la Constitución.

A esos mandatarios con poder territorial probado y ratificado varias veces en las urnas el "cristinismo" les dará la pelea por la sucesión en 2015. Esperan contar a Pérez como uno de sus soldados.

Ayer Pérez tuvo su raid porteño. Viajó a Buenos Aires a agradecer a quienes lo apoyaron y ayudaron a ganar. Pasó por la fundación Gestar, que dirigen Bossio y Mauricio Mazzón, donde fue presentado como cara del "cristinismo" victorioso. Estuvo con el presidente del Banco Nación, el mendocino Juan Carlos Fábrega (otro que ha comenzado a insertarse en la política cuyana), mantuvo reuniones con Boudou y Abal Medina, con el secretario Legal de la Presidencia -Carlos Zannini- y con el "Chueco" Mazzón. Además, atendió a la prensa. Sólo le faltó un mano a mano con Cristina, quien está en Cannes por la reunión del G-20.

Consciente de la oportunidad que tiene frente a sí, Pérez respondió una pregunta de un periodista porteño, quien lo intentó comparar con Cobos. "Él desaprovechó una oportunidad histórica que le dieron Néstor Kirchner y Cristina por sus apetencias personales, sin observar cómo se construye el sujeto político en la Argentina y en América Latina, que es colectivamente", lanzó. Una frase que un auditorio kirchnerista, o mejor aún "cristinista", no hizo más que aplaudir a rabiar.