La contracara del #NiUnaMenos: la historia de los cuatro femicidas que más odian a las mujeres
Ricardo Barreda, Claudio Álvarez, Fabián Tablado y Fernando Farré protagonizaron los casos más resonantes de los últimos tiempos.
Esta tarde se vuelve a realizar la marcha por #NiUnaMenos, pero del otro lado hay cuatro historias de femicidas que retratan el odio más perverso hacia las mujeres: Ricardo Barreda, Claudio Álvarez, Fabián Tablado y Fernando Farré.
Ricardo Barreda:
En 1992 mató a su mujer, sus dos hijas y a su suegra. Cuando llegó la policía, les dijo que tres ladrones habían entrado a su casa de La Plata. En 2008 salió en libertad y volvió a formar una pareja, esta vez con Berta André, una docente jubilada que lo llevó a vivir a su departamento de Belgrano.
En diciembre de 2014, el odontólogo volvió a ponerse de novio con una mujer 30 años más joven que él. Se separó porque ella decidió salir en los medios de comunicación. Barreda es un claro ejemplo de la atracción siniestra que significa las mujeres que se enamoran de los femicidas.
Fabián Tablado:
En 1996 mató de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló. Alguna vez Carlos Robledo Puch, quien compartió cárcel con él, dijo: "Tablado hubiese necesitado una carretilla para llevas las cartas que le mandaron".
Diez años después de aquel brutal asesinato, se casó y fue padre de mellizas. Esa mujer había pedido conocerlo cuando lo vio en los medios. Luego, se separaron y ella lo denunció por violencia de género.
"Estoy pagando mi pena y no me pueden privar de enamorar", expresó en su momento quien hoy goza de salidas transitorias.
"Tablado es un femicida incurable. Sólo es feliz cuando maltrata a una mujer. Siempre lo hizo y nunca dejará de hacerlo", sostuvo Alberto Aló, padre de la víctima.
Claudio Álvarez:
El 3 de diciembre de 2005 violó y asesinó a Elsa Escobar en una casa de Núñez. Esa noche también violó a la hija de su víctima, de 13 años. Estaba casado con una joven que lo había conocido por chat telefónico cuando estaba preso en Devoto. Allí, concibieron un hijo durante una visita íntima.
El 3 de noviembre de 2006 fue condenado a cadena perpetua por el crimen y por otras cuatro violaciones. Cuando estuvo preso se puso de novio con quien confiaba en su inocencia, a pesar de que las pruebas eran contundentes. "Es tierno y me protege". Decía la mujer.
Finalmente, se separaron, pero lo más increíble es que no fue por violencia de género, sino por supuestas infidelidades. "Es un psicópata perverso que gozaba con el sufrimiento ajeno", comentó Claudio Mazaira, abogado de las víctimas.
Fernando Farré
El 21 de agosto de 2015 asesinó de 74 puñaladas a su ex esposa, Claudia Schaefer, quien había ido a retirar sus pertenencias del country Martindale, donde vivía el femicida.
Si bien Farré había amenazado de muerte a su ex esposa en reiteradas ocasiones, no se pudo evitar la tragedia.
De acuerdo a las pericias, "su personalidad es de estilo narcisista, con rasgos psicopáticos y paranoides". Asimismo, se destaca que su manejo de la agresividad es insuficiente e inapropiado y que, según el informe, "no existe en él exteriorización de vivencias de angustia ni arrepentimiento".
Ricardo Barreda:
En 1992 mató a su mujer, sus dos hijas y a su suegra. Cuando llegó la policía, les dijo que tres ladrones habían entrado a su casa de La Plata. En 2008 salió en libertad y volvió a formar una pareja, esta vez con Berta André, una docente jubilada que lo llevó a vivir a su departamento de Belgrano.
En diciembre de 2014, el odontólogo volvió a ponerse de novio con una mujer 30 años más joven que él. Se separó porque ella decidió salir en los medios de comunicación. Barreda es un claro ejemplo de la atracción siniestra que significa las mujeres que se enamoran de los femicidas.
Fabián Tablado:
En 1996 mató de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló. Alguna vez Carlos Robledo Puch, quien compartió cárcel con él, dijo: "Tablado hubiese necesitado una carretilla para llevas las cartas que le mandaron".
Diez años después de aquel brutal asesinato, se casó y fue padre de mellizas. Esa mujer había pedido conocerlo cuando lo vio en los medios. Luego, se separaron y ella lo denunció por violencia de género.
"Estoy pagando mi pena y no me pueden privar de enamorar", expresó en su momento quien hoy goza de salidas transitorias.
"Tablado es un femicida incurable. Sólo es feliz cuando maltrata a una mujer. Siempre lo hizo y nunca dejará de hacerlo", sostuvo Alberto Aló, padre de la víctima.
Claudio Álvarez:
El 3 de diciembre de 2005 violó y asesinó a Elsa Escobar en una casa de Núñez. Esa noche también violó a la hija de su víctima, de 13 años. Estaba casado con una joven que lo había conocido por chat telefónico cuando estaba preso en Devoto. Allí, concibieron un hijo durante una visita íntima.
El 3 de noviembre de 2006 fue condenado a cadena perpetua por el crimen y por otras cuatro violaciones. Cuando estuvo preso se puso de novio con quien confiaba en su inocencia, a pesar de que las pruebas eran contundentes. "Es tierno y me protege". Decía la mujer.
Finalmente, se separaron, pero lo más increíble es que no fue por violencia de género, sino por supuestas infidelidades. "Es un psicópata perverso que gozaba con el sufrimiento ajeno", comentó Claudio Mazaira, abogado de las víctimas.
Fernando Farré
El 21 de agosto de 2015 asesinó de 74 puñaladas a su ex esposa, Claudia Schaefer, quien había ido a retirar sus pertenencias del country Martindale, donde vivía el femicida.
Si bien Farré había amenazado de muerte a su ex esposa en reiteradas ocasiones, no se pudo evitar la tragedia.
De acuerdo a las pericias, "su personalidad es de estilo narcisista, con rasgos psicopáticos y paranoides". Asimismo, se destaca que su manejo de la agresividad es insuficiente e inapropiado y que, según el informe, "no existe en él exteriorización de vivencias de angustia ni arrepentimiento".