La contaminación política
* Por Ricardo Kirschbaum.La contaminación política es tan fuerte que las decisiones de los jueces, aún las más técnicas, aparecen como episodios concretos de la lucha por el poder en la Argentina.
En particular, la causa por la mafia de los medicamentos -un proceso en el que se abarcan asesinatos, falsificación de remedios, falsos troqueles, lavado de dinero en la campaña electoral de la actual Presidenta y asociación ilícita- se ha convertido en un escenario en el que, quiérase o no, las presiones políticas están en la primera fila .
La detención de Gerónimo Venegas, un sindicalista peronista impulsor del retorno de Duhalde a la Casa Rosada, sucede a la decisión del mismo juez de procesar por dos veces al recaudador de fondos de Cristina Kirchner, Héctor Capaccioli.
Venegas está preso e incomunicado ; Cappaccioli está procesado pero sigue en libertad . Hay otras obras sociales muy sospechadas como la de Hugo Moyano en el gremio de Camioneros. Se dijo, con Kirchner en vida, que la prisión de Zanola, el dirigente bancario encarcelado hace tiempo, era también una amenaza potencial para disciplinar políticamente al actual jefe de la CGT.
Duhalde ha dicho que "la oposición está en libertad condicional", al reaccionar contra la detención de Venegas. El ex presidente cree que el hecho está dirigido contra su candidatura .
Aníbal Fernández, jefe de Gabinete, demostrando que está superando su súbita afonía política, salió ayer a despegar al Gobierno de Cappaccioli, responsabilizando a Alberto Fernández de su designación .
Ahora bien: Néstor Kirchner fue el verdadero jefe de campaña de su esposa. Alberto Fernández fue su hombre de confianza y Capaccioli, se afirma, reportaba al entonces Presidente. Entonces, la autonomía de Capaccioli parece una ficción.