La confesión hot de Charlotte Caniggia: "Soy muy fogosa en la cama y re creativa"
La hija del futbolista abrió las puertas de su intimidad y su presente amoroso. Además hizo confesiones sobre sus operaciones estéticas.
Charlotte Caniggia volvió a la Argentina y, fiel a su costumbre, tiene toda la intención de que su desembarco suene fuerte. Como sólo el Bailando 2016 no le resultó suficiente, otorgó una extensa entrevista a la revista Caras en la que habló de todo.
Consultada sobre su presente sentimental, la hija de Claudio Paul confesó: "Antes de venirme para acá estaba saliendo con un chico de España pero se cortó porque me vine para acá. Lo conocí en un boliche en Madrid, salimos a comer un par de veces y me gustó. Es morocho y tiene buen físico. Siempre me gustaron los chicos que se cuidan, se visten bien y están bien marcados. Si se visten mal, ya no me atraen. El era un buen candidato y tenía una Ferrari, obvio", comentó, polémica.
También se animó a hablar de cómo es en la intimidad. "Soy muy fogosa en la cama, sensual y re creativa. Tengo una colección de disfraces; un body de leopardo con plumitas y un antifaz haciendo juego; también tengo trajes de policía, de enfermera y un montón más. Creo que en la cama vale todo, excepto un trío porque no me gusta compartir, soy muy celosa. Lo que más me halagan los hombres son las lolas, tienen mucho éxito", aseguró Charlotte.
Un tema que no podía dejar pasar era el de sus numerosas intervenciones estéticas, que causan polémica. "Me hice varios retoques estéticos a los 19 años. Una rinoplastía en la nariz, una cosa muy chiquita porque no tenía ningún complejo pero quería verme mejor. En los labios me puse relleno de ácido hialurónico, que es una sustancia que te inyectan sin anestesia, sólo te duermen la zona. Con el tiempo el producto se disuelve, no es algo fijo que queda para toda la vida. También me hice una lipo, que es algo que muchas modelos se hacen".
Por último, se refirió a uno de los temas de su estética que más llaman la atención: "Las lolas me las hice porque de chica no tenía mucho. El día que me las fui a operar le pedí a mi cirujano, el Dr. Alberto Ferriols, que es un amigo, que me pusiera talle D. El me recomendó que por la contextura de mi cuerpo me pusiera prótesis más chicas pero no le hice caso. ¡Yo las quería así y me las tuvo que hacer! Quedé muy conforme con el resultado y no me arrepiento para nada. Pesan medio kilo cada una pero ya estoy acostumbrada. Los pómulos nunca me los toqué y la cola menos. Ya tengo las lolas hechas y si me operara la cola parecería un camión. No es fino", concluyó.