La coherencia en un mundo en proceso de cambio
*Por Catherine Ashton. El 9 de mayo es para la Unión Europea la fecha simbólica en la que Robert Schuman presentó sus ideas sobre una Europa unida, que trajera paz y prosperidad duraderas para nuestro continente.
Su visión se basaba fundamentalmente en la construcción de Europa, no mediante una decisión única o un único designio, sino paso a paso, compartiendo soberanía y construyendo solidaridad mediante proyectos comunes concretos. Y es lo que ha ocurrido.
La suya, como la de otros tantos, fue una visión que ha dejado como legado una familia de países democráticos cuyo alcance y tamaño ha aumentado. De los seis países originales pasamos hoy a veintisiete, que propagan la democracia, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos a más de 500 millones de ciudadanos europeos. Lo que empezó como una comunidad del carbón y del acero, se tornó un club económico amplio, que proyecta su mirada hacia el exterior, tiene un alcance y un papel cada vez más importantes y actúa como fuerza benefactora en países vecinos y del mundo.
La creación del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) a partir del 1 de enero de este año dio un impulso fundamental a la aspiración de crear una verdadera política exterior de la UE. El SEAE actuará como plataforma única de proyección de los valores e intereses europeos a todo el mundo y como punto de contacto único con nuestros socios de todo el mundo.
Por primera vez, hemos podido aunar todos los instrumentos de que dispone la UE: la diplomacia, el compromiso político, la ayuda para el desarrollo, la ayuda humanitaria, la cooperación económica y la gestión civil y militar de crisis. Estamos ya sacando partido de este aumento de la capacidad al afrontar los desafíos y las oportunidades que ofrece la situación actual en el norte de África.
El objetivo de todo esto es forjar una política exterior común de la UE mejor y más coherente. Sabemos que desde hace mucho tiempo los países piden respuestas europeas a problemas mundiales complejos y que trabajemos con nuestros socios de todo el mundo.
El mensaje de Europa a nuestros socios está claro: queremos trabajar juntos para hacer frente a algunos de los mayores desafíos que afrontamos. Con la creación del SEAE hemos mejorado e incrementado nuestra capacidad como socios.
Seguimos siendo el mayor donante y la mayor potencia comercial del mundo, pero estamos haciendo mucho más y lo estamos haciendo juntos. Luchamos contra la piratería en las costas de Somalia y ayudamos a la reconstrucción de Haití tras el devastador terremoto. Ejercemos labores de mediación entre Serbia y Kosovo para lograr una paz duradera en los Balcanes Occidentales, y lideramos las negociaciones con Irán sobre su programa nuclear. Los países anfitriones de nuestras 130 delegaciones de la UE en el mundo las acogen con confianza en todos los aspectos de la política de la UE, ya sea la política exterior y de seguridad o la energía y el cambio climático.
La UE aprovecha la ocasión para recordar de dónde venimos y, sobre todo, mirar lo lejos que hemos llegado. El SEAE representa a un continente unido y fuerte, y está aquí para garantizar la seguridad y la estabilidad de los ciudadanos europeos y para propagar eso mismo a todo el mundo.