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La CGT rechazó participar de una mesa de negociación con el Gobierno y empresarios

El clima sigue tenso entre el oficialismo y la Confederación General del Trabajo, que decidieron sumarse a la movilización de las organizaciones sociales del 7 de agosto a San Cayetano.


Este jueves, la Comisión Directiva de la Confederación General del Trabajo (CGT) se reunió en la sede central de la calle Azopardo para redefinir su vínculo con el presidente Javier Milei. En el encuentro, los máximos referentes de la central obrera decidieron rechazar su participación en una mesa de negociación con el Gobierno y empresarios y participar de la movilización del 7 de agosto a San Cayetano.

“No estamos dispuestos a sentarnos en una mesa de negociación y conversación tripartita”, dijo Héctor Daer y agrego: “No va a ir a esa discusión, porque lo que queremos discutir es cómo generamos empleo, discutimos el salario y generamos trabajo digno y desarrollo del país”.

La reunión, pautada desde principios de mes, coincidió con la reglamentación de la restitución del Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, y el avance de las negociaciones para implementar la reforma laboral.

El encuentro fue encabezado por los tres cosecretarios que conforman el triunvirato Héctor Daer (Sanidad) Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) Pablo Moyano (Camioneros).

Como anticipó TN, Ganancias fue el eje central de la reunión. La cúpula de la CGT evaluó cómo avanza la estrategia de promover que cada sindicato judicialice la restitución del tributo y definió que por ahora no lo acompañará con nuevas medidas de fuerza, aunque sí participará de la movilización de las organizaciones sociales del 7 de agosto, a San Cayetano.

En la pelea interna de la CGT, gana terreno el ala combativa

Dentro de la CGT conviven dos posturas que sumaron tensión en las últimas semanas. Por un lado, el sector dialoguista, que apostaba a abrir canales de negociación con el Gobierno y, por el otro, el ala combativa, que presiona por el endurecimiento.

Luego de que Milei reglamente el Impuesto a las Ganancias y que avancen las negociaciones por la reforma laboral, empezó a ganar terreno el ala dura.

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