La CGT confirmó un nuevo paro general contra el Gobierno de Javier Milei
La medida de fuerza se realizará el 10 de abril y estará precedida por una movilización al Congreso. Además, la central sindical se sumará a la marcha del 24 de marzo y prevé un gran acto el 1 de mayo.
El Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) confirmó este jueves un nuevo paro general contra el Gobierno de Javier Milei. Será el tercero desde la asunción del mandatario y tendrá lugar el 10 de abril. La huelga estará acompañada por una movilización de jubilados al Congreso el día anterior, en reclamo de mejores condiciones salariales y del pago de un bono para el sector pasivo.
La decisión fue anunciada tras una reunión de la cúpula de la CGT, en la que se ratificó también la adhesión a la marcha del 24 de marzo y la organización de un acto masivo el Día del Trabajador. Héctor Daer, uno de los líderes de la central obrera, justificó la medida de fuerza al sostener que "la caída de los salarios a partir de fines del año pasado ha hecho que las paritarias quedaran por debajo de la inflación". Además, reiteró el reclamo por paritarias libres y se manifestó en contra de lo que denominó "la desaparición del Estado".
En la misma línea, Daer repudió "la represión del Gobierno a la protesta social" y exigió la reapertura de la obra pública. Consultado sobre la posibilidad de un diálogo con el Ejecutivo, negó haber recibido llamados desde la Casa Rosada para desactivar la medida: "No hay ningún tipo de contacto y este paro no se levanta".
Uno de los puntos clave de la convocatoria será la adhesión de los gremios del transporte, cuya participación podría determinar el impacto del paro. Omar Maturano, de La Fraternidad, ya aseguró la adhesión del sector ferroviario, mientras que Sergio Sasia, de la Unión Ferroviaria, anticipó que seguiría la decisión mayoritaria de la CGT. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) aún no confirmó su postura, aunque se espera una definición en las próximas horas.
En cuanto al subte, los metrodelegados de Roberto Pianelli, alineados con la CTA, ya ratificaron su participación, lo que reducirá la frecuencia del servicio. Sin embargo, debido a que una parte de los trabajadores pertenece a la UTA, el funcionamiento del subterráneo dependerá de la decisión final de ese gremio.
La medida de fuerza también cuenta con el respaldo de las dos CTA y de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), que representa a los principales movimientos sociales. Además, el gremio de Camioneros manifestó su apoyo, aunque la presencia de Hugo Moyano en la movilización aún no está confirmada.
Dentro de la CGT, la decisión de convocar a un nuevo paro generó tensión entre los sectores más dialoguistas y aquellos más confrontativos con el Gobierno. Mientras que dirigentes como Daer y Andrés Rodríguez (UPCN) venían apostando por la negociación, en las últimas semanas endurecieron su postura ante la falta de respuestas oficiales. En tanto, el ala más combativa de la central sindical fue la que motorizó la convocatoria de esta tercera huelga general, luego de los paros del 24 de enero y el 9 de mayo.
El descontento dentro del sindicalismo creció tras la marcha de jubilados de la semana pasada, que terminó con violentos enfrentamientos con la policía. Ese episodio terminó de definir la postura de la CGT y acelerar la convocatoria a la medida de fuerza que, según anticiparon, podría no ser la última si el Gobierno no atiende sus reclamos.
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