La cerveza le hace bien a los deportistas
Varios futbolistas del fútbol argentino deben estar contentos con semejante noticia. Es que un estudio determinó que consumir este tipo de bebidas alcohólicas te repone de igual manera las sales y minerales que uno gasta, que el agua mineral.
Un estudio presentado en Bruselas demuestra que el consumo moderado de cerveza después de practicar ejercicio físico es tan efectivo como el agua para la rehidratación y la recuperación.
Esta es una de las conclusiones presentadas en el "VI Simposio Europeo en Cerveza y Salud", donde participaron especialistas de la UE en medicina, nutrición y alimentación, entre ellos varios españoles.
El doctor Manuel Castillo, de la Universidad de Granada, expuso los resultados del estudio que consistió en medir entre un grupo de hombres jóvenes la reacción del cuerpo a la ingesta de agua o cerveza tras realizar un esfuerzo físico intenso.
La conclusión fue que una cantidad moderada de cerveza (dos vasos aproximadamente) "no representa ningún problema que perjudique la rehidratación que se produce tras el ejercicio".
En este sentido, la cerveza sería "exactamente igual que si tomáramos agua", por lo que recomendó el consumo de la bebida fermentada a todas aquellas personas que no tengan ninguna contraindicación.
"No se encontró ni un efecto negativo que se pudiera atribuir a la ingesta de cerveza en comparación con la ingesta sólo de agua", recalcó Castillo. Asimismo, el doctor señaló que durante las conferencias se presentará otro estudio que descarta que exista "ninguna relación" entre el consumo de cerveza y la tendencia a desarrollar "barriga cervecera".
El doctor Ramón Estruch, del Hospital Clínico de Barcelona, explicó por su parte los resultados de varios estudios que demuestran que el consumo moderado de la cerveza "ayuda a la prevención de accidentes cardiovasculares, gracias a sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios de las arterias".
Además, proporciona protección frente a factores de riesgo cardiovascular, como son la diabetes, mejora de la presión arterial y del perfil lipídico, es decir, baja el colesterol malo y aumenta el bueno, o los parámetros de inflamación que causan la arterioesclerosis.
En tanto, la doctora María Teresa Fernández Aguilar, de la Agencia de la Salud de Valencia, señaló los efectos beneficiosos de la cerveza sin alcohol para las madres lactantes.
La pediatra se refirió a un estudio presentado en agosto en Valencia, que demostró que los niños amamantados por madres que consumieron dos cervezas sin alcohol durante la lactancia tiene menos posibilidades de padecer enfermedades como el cáncer o la arteriosclerosis, debido a la transmisión de los componentes antioxidantes de dicha bebida.
"Los resultados nos sorprendieron a nosotros mismos", afirmó Fernández, quien añadió que la cerveza "sin" sería más recomendable que otras bebidas gaseosas con base química.
Esta es una de las conclusiones presentadas en el "VI Simposio Europeo en Cerveza y Salud", donde participaron especialistas de la UE en medicina, nutrición y alimentación, entre ellos varios españoles.
El doctor Manuel Castillo, de la Universidad de Granada, expuso los resultados del estudio que consistió en medir entre un grupo de hombres jóvenes la reacción del cuerpo a la ingesta de agua o cerveza tras realizar un esfuerzo físico intenso.
La conclusión fue que una cantidad moderada de cerveza (dos vasos aproximadamente) "no representa ningún problema que perjudique la rehidratación que se produce tras el ejercicio".
En este sentido, la cerveza sería "exactamente igual que si tomáramos agua", por lo que recomendó el consumo de la bebida fermentada a todas aquellas personas que no tengan ninguna contraindicación.
"No se encontró ni un efecto negativo que se pudiera atribuir a la ingesta de cerveza en comparación con la ingesta sólo de agua", recalcó Castillo. Asimismo, el doctor señaló que durante las conferencias se presentará otro estudio que descarta que exista "ninguna relación" entre el consumo de cerveza y la tendencia a desarrollar "barriga cervecera".
El doctor Ramón Estruch, del Hospital Clínico de Barcelona, explicó por su parte los resultados de varios estudios que demuestran que el consumo moderado de la cerveza "ayuda a la prevención de accidentes cardiovasculares, gracias a sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios de las arterias".
Además, proporciona protección frente a factores de riesgo cardiovascular, como son la diabetes, mejora de la presión arterial y del perfil lipídico, es decir, baja el colesterol malo y aumenta el bueno, o los parámetros de inflamación que causan la arterioesclerosis.
En tanto, la doctora María Teresa Fernández Aguilar, de la Agencia de la Salud de Valencia, señaló los efectos beneficiosos de la cerveza sin alcohol para las madres lactantes.
La pediatra se refirió a un estudio presentado en agosto en Valencia, que demostró que los niños amamantados por madres que consumieron dos cervezas sin alcohol durante la lactancia tiene menos posibilidades de padecer enfermedades como el cáncer o la arteriosclerosis, debido a la transmisión de los componentes antioxidantes de dicha bebida.
"Los resultados nos sorprendieron a nosotros mismos", afirmó Fernández, quien añadió que la cerveza "sin" sería más recomendable que otras bebidas gaseosas con base química.