La causa está terminada, pobre Loan
La investigación de la desaparición de Loan entra en una etapa decisiva. Después de las indagatorias y sus ampliaciones de los imputados, la jueza empieza a determinar la situación de cada uno de ellos. En un último momento, ordenó la libertad del policía retirado Francisco Méndez, quien era informante del comisario del pueblo y fue el último en ser detenido.
Méndez había sido detenido el 17 de julio pasado. Se había ordenado su detención luego de la declaración indagatoria de Laudelina, tía del nene desaparecido, que lo señaló como una de las personas que lo vinculó al extraño, y nunca aclarado, hallazgo del botín de Loan, quedó acreditado que Méndez, policía retirado que prestó servicios en la fuerza local y que era “informante” del comisario Maciel, además de amigo de copas y asados. La jueza entendió que no había pruebas en su contra para dejarlo preso. Se lo seguirá investigando, pero como no se juntaron pruebas suficientes para dejarlo en la cárcel se ordenó la libertad del policía. También, se le prohibió salir del país, por lo que estará bajo monitoreo de la Dirección Nacional de Migraciones.
Méndez estuvo en el lugar y el momento en el que se halló uno de los botines que Loan tenía puestos el último día en que fue visto. Eso quedó acreditado por el propio testimonio del hombre. La única prueba en contra del policía retirado era la declaración de la mitómana Laudelina, que contó que cuando ella llegó al lugar del hallazgo del botín, Méndez ya estaba ahí. “Me dijo que era amigo del comisario y que él avisó que encontró esa huella (porque) estaba revisando el barro”. El informante y policía retirado declaró como testigo en la causa el 10 de julio y dijo: “Se me da por cruzar por el monte y me encuentro con un barro. Y le digo: ´Uh, esta pisada no sé si algo me tenga que decir´. Y me encuentro con el rastro de la criatura. Seguí las huellas hasta que, en el medio del barro, se veían las dos patas sin zapatillas. Y entonces pensé: ‘La zapatilla habrá quedado en el barro’”. También señaló que no tenía el celular de nadie, sólo el número de la guardia de la Comisaría de 9 de Julio. “Encontré ese teléfono porque lo había agendado. El llamado fue a las dos de la tarde, aproximadamente. Me atienden y yo digo: ´Dame con tu jefe´. Y me dice: ´Yo soy el jefe, soy el comisario Maciel´. Me dice: ¿Qué pasó?´. Y yo le digo que encontré algo que podía ser interesante, le digo que encontré huellas y yo ya preservé el lugar”. “Yo trabajé años en la Policía, sabía lo que tenía que hacer”. Luego, deslizó que Maciel le pidió: “No llames a nadie, Méndez”. Después de esa comunicación, siempre según el policía “informante”, llegaron al lugar de las pisadas cuatro mujeres, entre ellas Laudelina y su hija Macarena. Que gritaban: “¿Dónde está la zapatilla de Loan?”.
En los próximos días, la jueza deberá tomar decisiones muy importantes, se deberá decidir el futuro y situación procesal de los siete detenidos restantes. Las opciones van desde dictarles la falta de mérito hasta procesarlos. Por suerte, una cronista televisiva le saco unas breves declaraciones a la Magistrada, quien en todo momento habló de causa judicial y no de Loan, que es en definitiva la víctima y por quien el PUEBLO pide que lo devuelvan a su familia. A quienes reclaman esto, les digo la jueza tiene redactado el procesamiento y la prisión preventiva de los detenidos. El sistema judicial, una vez más, defiende sus propios intereses y del poder local, o sea el gobernador y de la cúpula más representativa de una parte de la Unión Cívica Radical, quien se pronunció diciendo que el mandatario provincial es una víctima de los miserables de la política. AL POBRE LOAN YA NADIE LO BUSCA…
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