La Cámara de Diputados convirtió el proyecto de blanqueo de dólares en ley
El oficialismo logró traccionar su mayoría y con 130 votos a favor y 107 sufragios en contra aprobó el proyecto.
El kirchnerismo, como se esperaba, reunió el apoyo necesario para aprobar la iniciativa, con 130 sufragios a favor y 107 en contra en el recinto.
Ahora, quienes deseen ingresar sus dólares no declarados al circuito financiero legal argentino, tendrán tres meses de plazo para cumplir con ese trámite una vez que la ley sea promulgada y publicada en el Boletín Oficial.
La flamante norma, vinculada al blanqueo de ahorro en moneda extranjera, crea el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (BAADE) y el Pagaré de Ahorro para el Desarrollo Económico para financiar proyectos energéticos, y el Certificado de Depósito para Inversión (CEDIN) para la compra de inmuebles o el financiamiento de la construcción.
La sesión, que comenzó allá por las 12:12 del mediodía y se prolongó hasta pasadas las 23:30, se desarrolló sin sobresaltos, pero con duras críticas de los bloques opositores, al considerar que la propuesta le otorga "impunidad" a delitos "muy graves" relacionados con el "lavado" de dinero.
El arco opositor insistió en cuestionar los artículos del proyecto que eximen del pago de impuestos a quienes blanqueen capitales y vincularon la iniciativa directamente con el "lavado" de "dinero sucio", con la Argentina como receptora de esos billetes: "Es una ley peligrosa", advirtió el radical Ricardo Gil Lavedra.
Por su parte, el oficialismo rechazó los cuestionamientos y le pidió a los opositores decir "cómo piensan financiar al país".
El diputado oficialista y titular de la Comisión de Presupuesto, Roberto Feletti, afirmó que el "objetivo fundamental" del proyecto es "lograr un shock de inversión sobre activos que la Argentina ha defendido su valor impidiendo la depreciación de su moneda".
Al rechazar las críticas de la oposición, Feletti señaló que "en ningún momento" el blanqueo "suspende las normas sobre lavado de dinero" porque cuando el dinero exteriorizado "ingresa en circuito bancario formal, las instituciones financieras de Argentina tienen la obligación de aplicar íntegramente la normativa de lavado de dinero".
"Hablan de paraíso narco-lavador pero no abren la discusión sobre la bimonetización y no sabemos lo que piensan", sostuvo el diputado, al tiempo que les pidió a los diputados de la oposición que digan "cómo piensan financiar al país" si llegan al gobierno.
A su turno, el titular del bloque del PRO, Federico Pinedo, sostuvo que con esta ley "el Gobierno reconoce que está teniendo algunos problemas", pero "en lugar de buscar las causas toma esta medida de endeudarse con delincuentes y evasores".
"Uno de esos problemas", según Pinedo, "es que se ha producido una caída en las reservas del Banco Central", que "obedece a que el Gobierno ha generado una desconfianza extraordinaria en la Argentina que generó una fuga de capitales de 100 mil millones de dólares".
En tanto, el radical Miguel Giubergia consideró que "este blanqueo pareciera un chiste de mal gusto" porque a quienes exterioricen capitales no declarados "no se los multa y encima se los premia, en algunos casos, con el pago de intereses".
Por su parte, el jefe del bloque de la Coalición Cívica, Alfonso Prat Gay, remarcó que "esta es la primera vez que un mismo gobierno tiene dos blanqueos" y sostuvo que los diputados oficialistas "no lo pueden defender porque este es el primer blanqueo que discrimina la moneda local".
"El modelo está tan agotado que sólo le pueden pedir prestado a los evasores, a los narcos o al crimen organizado", arremetió Prat Gay durante su discurso.
El proyecto, que fue aprobado por el Senado la semana pasada, autoriza la creación de dos bonos que permitirán el blanqueo de capitales no declarados tanto en el país como en el exterior.
Así, el Ministerio de Economía de la Nación podrá emitir los BAADE y los CEDIN, además de un Pagaré de Ahorro para el Desarrollo Económico.
Según el proyecto, quienes deseen cambiar divisa extranjera por estos bonos no estarán obligados a revelar su origen ni la procedencia de los recursos con los que se obtuvo, y estarán exentos del pago del impuesto a las Ganancias y de cualquier gravamen especial.
Del blanqueo no podrán participar quienes estén imputados en causas de lavado de dinero o cualquier otro delito tributario o financiero, así como los funcionarios públicos o los familiares de cualquiera de esos dos grupos.