La batalla será por el Congreso
*Por Ricardo Kirschbaum. La batalla electoral de octubre se planteará por la representación legislativa. Aunque formalmente no abandonará la disputa presidencial, la oposición considera que a la reelección de Cristina sólo le falta un trámite.
Entonces, los esfuerzos estarán dirigidos a tratar de impedir que el oficialismo pueda recuperar la mayoría en Diputados y consolidar la que tiene en el Senado.
El jefe del radicalismo, Ernesto Sanz, reapareció ayer para señalar que se debe contrapesar el posible triunfo de Cristina en octubre con el control opositor del Congreso . Sanz se cuidó de respaldar al candidato radical Ricardo Alfonsín, pero fue muy enfático al señalar la necesidad de impedir un fuerte desequilibrio institucional si el kirchnerismo consigue mayoría en el Senado y en Diputados.
Un documento interno del radicalismo asegura que el partido, aún repitiendo la baja votación del domingo pasado, retendrá todos los senadores de las provincias en las que las bancas están en juego. La Constitución establece que habrá dos bancas para la mayoría y una para la minoría.
Esas, dice el documento, quedarán para el radicalism o. En cambio, en La Rioja, Menem (devenido en entusiasta kirchnerista) le aportará otra banca al oficialismo si es que repite su elección minoritaria en esa provincia.
Una fiscalización más estricta que la que hubo el domingo, dice la oposición, puede hacer bajar el porcentaje que se adjudica el Frente para La Victoria. Por otro lado, el estímulo al corte de boleta -dando tácita libertad para el voto a Presidente- puede ser una táctica que se ensaye en los campamentos de la oposición para reforzar su oferta legislativa.
Cuando pudo, el kirchnerismo maniobró para demostrar que puede gobernar a pesar de no controlar totalmente al Congreso.
Pero ahora se plantea un desafío mayor: hacer posible una continuidad oficialista más allá de 2015 . El Congreso es una pieza central en esa estrategia.
En octubre, irá por la mayoría aprovechando el envión de las primarias.