La bala que nadie vio
El Gendarme murió tras ser baleado en la Autopista Bs. As. - La Plata. ¿Cómo es posible que no le vieron la bala en el hospital?
La bala que nadie vio, o mejor dicho que vieron tarde. Al gendarme Nélson Silvestre Bordón lo dieron por muerto producto de una descompensación.
Es más, su muerte ni siquiera tuvo impacto mediático. Todo empezó el 30 de diciembre. Ese día, el gendarme, formoseño y papá de dos hijos estaba afectado a la seguridad de la Autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura del peaje de Dock Sud.
Esa tarde, unos 20 hombres cortaron la autopista en demanda de luz. Todo terminó bien. Nadie se enteró públicamente de la muerte del gendarme que, desde allí fue llevado al Hospital Finochietto donde confirmaron su muerte.
La fiscal de la causa no se quedó conforme, y ordenó la autopsia, y la autopsia, cantó la verdad. El gendarme tenía un balazo en el tórax, y su muerte fue consecuencia de ese balazo a la altura del tórax.
¿Cómo es posible que nadie lo vio antes?. ¿Cómo es posible que no le vieron la bala en el hospital? ¿Cómo es posible que no escucharon la detonación?.
El perito balístico Eduardo Frigerio ensayó una hipótesis: la bala, un 22, un calibre chico, fue disparada desde lejos. Prácticamente no dejó sangrado, ni señales visibles o evidentes. Lo concreto es que tarde, pero seguro, le vieron la herida de bala.
La pregunta que sigue ahora es ¿por qué lo mataron?. La respuesta abre una teoría preocupante. ¿Y si le tiraron desde los monoblocks del Doke, sólo por diversión, por causar daño?. No sería la primera vez que exista un caso así. Preocupación extrema.
Es más, su muerte ni siquiera tuvo impacto mediático. Todo empezó el 30 de diciembre. Ese día, el gendarme, formoseño y papá de dos hijos estaba afectado a la seguridad de la Autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura del peaje de Dock Sud.
Esa tarde, unos 20 hombres cortaron la autopista en demanda de luz. Todo terminó bien. Nadie se enteró públicamente de la muerte del gendarme que, desde allí fue llevado al Hospital Finochietto donde confirmaron su muerte.
La fiscal de la causa no se quedó conforme, y ordenó la autopsia, y la autopsia, cantó la verdad. El gendarme tenía un balazo en el tórax, y su muerte fue consecuencia de ese balazo a la altura del tórax.
¿Cómo es posible que nadie lo vio antes?. ¿Cómo es posible que no le vieron la bala en el hospital? ¿Cómo es posible que no escucharon la detonación?.
El perito balístico Eduardo Frigerio ensayó una hipótesis: la bala, un 22, un calibre chico, fue disparada desde lejos. Prácticamente no dejó sangrado, ni señales visibles o evidentes. Lo concreto es que tarde, pero seguro, le vieron la herida de bala.
La pregunta que sigue ahora es ¿por qué lo mataron?. La respuesta abre una teoría preocupante. ¿Y si le tiraron desde los monoblocks del Doke, sólo por diversión, por causar daño?. No sería la primera vez que exista un caso así. Preocupación extrema.