La aventura de las Vacaciones en pareja: un desafío que muchos no pueden superar
Expertos afirman que ésta es la "temporada de divorcios", porque el tiempo compartido saca a la luz desencuentros que la rutina del año tapa. Enterate más en esta nota.
Es que las vacaciones veraniegas suelen ser las más esperadas por muchas parejas, pero es claro que éstas se convierten en un período de revelaciones. Hay más tiempo libre y más momentos para compartir.
"Los primeros días discutíamos por saber qué haríamos o a dónde ir, luego por las mujeres que él miraba y los chicos que me miraban a mí; el quinto día nos estábamos gritando por cosas que ocurrieron seis meses atrás; a los diez días nos dimos cuenta de que no podíamos seguir", recuerdó Marcela, una jóven que vacacionó junto a su novio en 2011 y terminó separándose.
La licenciada Graciela Faiman, especialista en psicoanálisis de pareja y familia, explicó: "En la temporada vacacional, la pareja comparte mucho tiempo, y es algo a lo que quizá no están acostumbrados. El trabajo de cada uno puede funcionar como un intervalo libre que hace aflojar la tensión producida al estar juntos. Hay un factor importante que durante esos días se pone de manifiesto: el desconocimiento. ¿Quién es ese otro con el cual comparto mi vida?".
Además, afirma que durante el año, a partir de las demandas laborales, la pareja comparte menos tiempo y que en algunos casos es quizás demasiado breve, por lo que no hay una percepción de los cambios propios y del otro. Es decir, en las vacaciones compartidas pasar de lo que se cree conocer a la realidad puede ser un giro dramático.Faiman explica que si la pareja lleva ya muchos años de convivencia puede ocurrir que alguno o tal vez ambos hayan experimentado cambios fuertes en su personalidad que han pasado inadvertidos para el otro. "En el momento de las vacaciones, ese encuentro produce el choque entre lo que creíamos y la realidad. «¡Vos antes no era así!» puede ser la queja común en la pareja", señala.
Psicólogos y abogados especialistas en divorcio aseguran que las vacaciones de verano dejan a su paso una hilera de discusiones y rupturas que se reflejan en los meses posteriores. Ésta es la temporada de divorcios, uno de cada tres se produce después de las vacaciones", afirmó el abogado Leonardo Glikin, especialista en casos de familia.
Además, Faiman afirma que para evitar que las vacaciones de verano se conviertan en un campo de batalla es necesario dedicarle tiempo a la relación el resto del año. "Hay que pasar más tiempo juntos, dialogar y conocerse", dijo la especialista.