Sociedad
La Avenida de Mayo se tiñó de los colores de la Península Ibérica y los restós de la zona explotaron de gente
La Ciudad homenajeó a estas colectividades de inmigrantes con más de 30 grupos que incluyeron, por el lado de España, gaiteros, coros, castañuelas y muiñeiras gallegas; y por el lado de Portugal, se pudo disfrutar de rusgas y malhões.
Miles de personas disfrutaron ayer del evento dedicado a España y Portugal con artistas, artesanos y gastronomía típica a lo largo de más de 50 stands ubicados en Avenida de Mayo entre Bolívar y Chacabuco.
España puso la mesa
A tono con esta celebración, los restaurantes típicos de cocina española de la zona de San Telmo y Monserrat estuvieron de parabienes, rozando el lleno en reservas desde los días previos.
Fue el caso, por ejemplo de Plaza Mayor, ubicado en Venezuela 1399 en un fantástico edificio centenario con pasado de mercado y decoración típica de las distintas regiones de España con predominio de heráldica y abanicos en las paredes.
Pero mas allá de lo que entra por los ojos, es lo que llega al estómago lo que remite a la Madre Patria: Pulpo al verdeo, trucha almendra, cóctel de camarones, salmón con salsa gallega, tortilla a la española, lenguado vasca, abadejo valenciana, paella, arroz con mariscos y ensalada de frutos de mar.
En materia de postres y dulces, el clásico budín de pan tiene una vuelta de tuerca incluyendo toques de los sabores del producto estrella de la casa: el pan dulce.
Su gerente, Federico Yahbes, destaca que fue su padre quien introdujo la receta exclusiva del pan dulce tipo genovés que está repleto de cerezas, higos en almíbar, nueces chilenas, almendras californianas, castañas de cajú, frutas escurridas y pasas de uva.
En rigor de verdad, el éxito le pertenece a la nona calabresa que legó una receta que hoy hace que la gente forme fila en la puerta para probar el legendario pan dulce.
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