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"La ansiedad, el nerviosismo y el temor a la pandemia nos llevan al peligro del sálvese quien pueda"

La psicología que muta día a día ante la incertidumbre.

Mientras se transitan los tiempos difíciles de la epidemia mundial los profesionales de la salud necesitan saber, exactamente, qué está pasando y estudiar cómo impacta la pandemia en la psicología. Sin dudas, estamos atravesando un momento histórico, del que se hablara en los anales de la historia. Es decir el mundo entero, y como nunca, enfrentando una misma situación al mismo tiempo. 

En relación a la actual coyuntura quien se expidió fue el Psicólogo Daniel Dauria, MN 37695, quien sostuvo: "En esta situación global priman las faltas de respuestas ciertas  y convincentes donde se entrelazan incluso teorías contrapuestas y se exacerban  las emociones que consideramos más difíciles de manejar: la incertidumbre, el miedo al futuro y el temor a que sucederá próximamente. Los síntomas de ansiedad, el nerviosismo, la angustia y la preocupación, motivados por el temor al futuro invadieron los relatos de pacientes y consultantes en los dispositivos de atención virtuales. El ser humano necesita certezas, seguridad y la tranquilidad acerca de lo que va a ocurrir. Si pierde el horizonte del futuro, la muerte toma el camino como certeza única. Lo peor que nos puede pasar en la vida, es la muerte y por eso la alejamos mediante actividades y proyectos a futuro. La incertidumbre que acompaña la pandemia desdibuja el futuro. La ansiedad anticipatoria lleva a que hagamos predicciones sobre lo que sucederá realizando valoraciones sobre los acontecimientos y pensando el peor de los desenlaces que en consecuencia nos genera una preocupación y angustia excesivas con pensamiento obsesivo centrado exclusivamente en las peores predicciones. El problema siempre son las emociones que acompañan al estado de inseguridad y queremos tenerlo todo bajo control  ignorando que la vida no suele ser tan previsible. Necesitamos respuestas urgentes ante tan enorme incertidumbre. Nuestra psiquis parece no estar equipada para tolerar tanto tiempo la ambigüedad y lo desconocido y es allí que el manejo inadecuado del temor, en muchas oportunidades nos lleva a tomar malas decisiones. Es un momento de especial cuidado, donde el estado de vulnerabilidad deja abierta la escena, para los habilidosos mercaderes del odio que son personas que se presentan como falsos líderes, ignorantes, egoístas, despóticos en ocasiones y casi siempre más preocupados de su  lucro personal que del interés general. Son personas que filtran la realidad desconectados del contexto, para descargar su odio. 

La psicología que muta día a día 1

Pero también es una buena oportunidad para escuchar un concepto en los cuales insiste "El psicoanálisis "que dice que si algo te enoja mucho es porque hay algo dentro de ti que se juega. Exploremos entonces nuestras conductas". 

Y en relación a las formas de enfrentar esta nueva aparente normalidad, el Licenciado Daniel Dauria expresó: "Reflexionemos sobre nosotros. Es probable que descubramos puntos ciegos, zonas erróneas,  mandatos silenciosos, pertenencias nocivas, creencias, prejuicios y certezas vacías. Ante la falta de certezas, generada por la pandemia, algunos se construyen sus propias certezas, las que les de su ideología, su pertenencia a un grupo social o la que más se acerque a sus propios prejuicios. Apelamos a la inteligencia para justificar decisiones, tomadas desde el afecto. Preferimos sufrir cosas que no  nos gusten de nuestro entorno a sacrificar  la seguridad de lo conocido y es en Pandemia, justamente, donde sobra incertidumbre que este dilema tan humano se vio agravado y perjudica la  libertad de ser nosotros mismos. Cuando cumplimos los que se espera de nosotros, sin cuestionarnos somos tan dogmáticos como muchos de los grupos que criticamos.

La psicología que muta día a día

“La vida es un riesgo inconsiderado que nosotros los vivos, corremos” escribe Anne Dufourmantelle (París, 1964) encendida opositora de la obediencia, filósofa y psicoanalista. Le importa dejar en claro que no se trata de otra cosa que arriesgarla. “Vivimos bajo anestesia local, envueltos en celofán, buscando desesperadamente una sustancia o un amor que pueda despertarnos sin asustarnos”. “La esencia del ser humano es el deseo” dijo Baruch Spinoza. El  miedo reprime el deseo porque pretendemos un imposible: vivir en la seguridad absoluta. La buena noticia es que el deseo siempre gana, y deberíamos orientarnos hacia conductas responsables y solidarias.

La Pandemia nos enfrenta a los límites de nuestro pensamiento. En un Mundo lleno de “sálvese  quien pueda”, personalismos y egoísmos, la resiliencia y el amor al prójimo son la salida, a  muchas de nuestras incógnitas".

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