La angustia de la Presidente por la salud de su mentor: ¿Desecha Cristina la re-reelección?
No sólo la madre de Néstor Kirchner se encuentra grave. Un anciano de bajo perfil, que fue su mentor hace décadas pero maneja el proyecto minero de Santa Cruz, internado en la misma clínica, es quien produce la fuerte angustia de la Presidente. Enterate quién es y cómo puede repercutir en el futuro del país.
@boimvaser
info@boimvaser.com.ar
Aunque en forma escueta se sabe que la madre de Néstor y Alicia Kirchner está en estado reservado de salud en una clínica porteña, la angustia de la Presidente en estas horas tiene otro nombre y apellido casi desconocido para el común de la opinión pública.
Se trata de quien fuera hace tres décadas su mentor político, el hombre que junto con Néstor Kirchner incidió en sus decisiones, y ahora se halla en estado delicado, internado en el mismo nosocomio.
Su nombre: Miguel Ferro. Es el titular de la empresa minera Fomicruz, y su incidencia en la actividad en Santa Cruz es más fuerte que cualquier otro personaje de nivel provincial o nacional.
Ferro viene diciendo en la intimidad kirchnerista que el potencial minero de la provincia es de 40 mil millones de dólares, y contrariamente a otros aduladores del discurso oficial, viene sosteniendo hace tiempo que las provincias ganan muy poco dinero con las actuales regalías que se obtienen de la explotación, y brega por cambios legislativos en el delicado asunto para que la actividad deje más recursos a las provincias.
Pero no es sólo en ese tema donde Miguel Ferro tiene influencia en la Presidente.
Según información que se filtra del pequeño entorno Presidencial hace ya un par de semanas, Ferro le habría sugerido a Cristina Fernández que más allá del resultado legislativo del año próximo, desestime presentarse a una re-reelección, que para el zar de la minería santacruceña tiene más para perder que otra cosa en el futuro de la Presidente y del país.
Al parecer, Miguel Ferro conoce como nadie el interés con que escucha sus opiniones la Jefe de Estado. Y no teme quedar mal parado diciendo lo contrario al resto de los kirchneristas que pregonan una "Cristina eterna" en el poder.
Sus encuentros con Cristina son tan privados que nunca se sabe con certeza de qué hablaron. A sus charlas no entra nadie más, se presume la influencia del anciano por las reacciones posteriores de la Presidente.
Son tan fundamentales sus dichos, que de ahí se justifica el alerta de hace horas sobre la angustia Presidencial frente a su delicado estado de salud.
Ferro nunca forma parte de la "claque" de aplaudidores, ni siquiera forma parte del protocolo de Presidencia cuando distribuye invitaciones para sus actos. Si quiere participar, tiene libre acceso con sólo hacer una llamada privada.
Es tan bajo el perfil de Ferro que apenas aparecen menciones sobre su persona en los motores de búsqueda de Internet.
Volviendo al tema de la re-reelección, como dijimos, hace unos días en el más cercano entorno de Cristina se comenzó a decir que la Presidente estaba buscando un alfil de su confianza para entronar como candidato Presidenciable al Sillón de Rivadavia.
El nombre hasta ahora que más posibilidades tiene de ser el bendecido con la gracia de la Casa Rosada (a quien tiene "in pectore", para utilizar verborragia menemista), es el gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, con quien Cristina mantiene estrecha relación desde la época que ambos actuaban en el Poder Legislativo.
Scioli y el resto de los pretendidos candidatos si Cristina se baja, están en lista de espera, aunque nadie hasta hoy tiene las chances del joven salteño.
Aunque es hasta ahora sólo una versión, vale aclarar que surge de las mismas entrañas de la intimidad cristinista.
DiarioVeloz.com tomó contacto en las últimas horas con un allegado a esa intimidad, y aunque la persona no quiso referirse al estado de salud de Miguel Ferro, el tono también angustiante de su voz denotaba que la Presidente estaba profundamente afectada por la vigilia en la clínica porteña del hombre de su máxima confianza y aprecio.
Solo atinó a decirnos que a fin de año se producirían cambios fuertes en el gabinete, y que lo de Miguel Ferro efectivamente le produjo una fuerte conmoción a Cristina Fernández.
Sólo eso, que no es poco.