La AFA se defendió ante la denuncia de "café veloz"
La Asociación de Fútbol Argentino emitió un comunicado en su página oficial en defensa propia, de los jugadores e integrantes del cuerpo técnico de aquel equipo que enfrentó a Australia en 1993.
La AFA emitió un comunicado en defensa propia y de jugadores e integrantes del cuerpo técnico involucrado en la denuncia del "café veloz", al tiempo que aclaró que "por única vez" la institución iba a expresarse "respecto de una controversia verbal".
Un largo comunicado que aparece en el sitio web de la AFA (www.afa.org.ar), bajo el título "El honor de todos a salvo", señala que persigue la intención de "reivindicar de manera irrestricta la dignidad de personas injusta e indirectamente atacadas".
"La AFA tiene la obligación de manifestar, una vez más, que se siente orgullosa de todos quienes alguna vez, en la categoría que fuere y en cualquiera de los partidos o certámenes que les tocó actuar, sea de manera amistosa o en competencia oficial, vistieron o visten nuestra camiseta nacional", comienza el comunicado.
Prosigue señalando: "Dirigentes a cargo de las delegaciones, jugadores, integrantes de los diferentes cuerpos técnicos, miembros de los departamentos médicos, empleados administrativos, asistentes de todas las áreas, han sido, siempre, cabales representantes de nuestra entidad, de nuestro fútbol y de nuestro país, tanto en el exterior cuanto en casa".
La nota continúa de la siguiente manera:
"Se ha generado, en los últimos días, una minúscula controversia personal, resulta de la cual, un ex jugador creyó que con sus dichos inexactos y mal intencionados, vulneraba o intentaba vulnerar la deportividad de una dramática clasificación frente a Australia, casi a fines de 1993, válida para la Copa del Mundo disputada en los Estados Unidos de Norteamérica en 1994".
"Pensamos en todos aquellos hombres que disputaron los partidos por las Eliminatorias y decimos que todos fueron dignos, decentes, honestos y deportistas a carta cabal. Y, para la tranquilidad de ellos y sus familias, quedan eximidos de dar respuestas a lo abstracto. No hubo control antidopaje, simplemente, porque no constituía obligación reglamentaria para ese tipo de disputas".
"Los controles obligatorios de la FIFA, impuestos en el Mundial de México en 1970, recién fueron de total alcance a todas las competencias fuera de los Mundiales a partir de la creación de la Agencia Mundial Antidopage (A.M.A) en 1998".
"De manera que no tenía sentido pactar aquello que no resultaba obligatorio fuera del marco de un Mundial durante su disputa. Sólo por una cuestión de respeto y amistad, se convino previamente con nuestro eventual adversario no marcar una excepcionalidad a una regla, que no existía".
"Y, en cambio, hacerlo en los partidos con rivales del Continente, como una cuestión acordada obligatoriamente desde antes de los ‘80. O sea, es cierto que no hubo control antidopaje frente a Australia, simplemente, porque no era reglamentariamente obligatorio".
"En cambio donde resultó de obligatoriedad tuvimos el triste papel de ser uno de los tres casos entre 1994 y 2008".
"Durante ese período se llevaron a cabo 6384 controles antidoping de los cuales el 0,05 por ciento resultaron positivos. Uno por efedrina, uno por cannabis y uno por nandrolona. Y eso ocurrió (caso efedrina) en 1994, precisamente".
"Doloroso caso del que quedan eximidos de responsabilidad todos los miembros de la delegación, pues se trató de una decisión y acción personal".
"Llama la atención cómo de un hecho público, oficial, dado a conocer previamente, publicado y dicho por la prensa de la época, se intente generar un escándalo".
"Y de un retruécano de dos frases se llenen páginas, aún en aquellos medios que por entonces tenían intereses a través de la explotación de los derechos televisivos, que conocían y publicaron este hecho menor y que hoy lo despliegan como información dominante desde su página tres en adelante como una cuestión nacional".
"Si tan sólo se hubieran tomado el trabajo de ir al archivo, constatar la información publicada entonces y analizar la cuestión de hoy, habrían advertido el verdadero fondo de una denuncia insostenible. O preguntarse con preocupación, cómo ´este hecho tan grave´ se nos pasó inadvertido hace diecisiete años".
"Pero el fin de esta respuesta no es la institución AFA. Antes bien, era la obligación de AFA dejar a salvo la honorabilidad de todos los que tuvieron el honor de protagonizar aquel hecho estrictamente deportivo. Y, por lo tanto, legítimamente ganado. Lo hacemos por ellos, por sus trayectorias, por sus familias y por la historia".
La nota lleva la firma de "Dirección de Medios y Comunicación AFA" y en ningún momento menciona al autor de la denuncia pública, el astro Diego Armando Maradona, ex capitán de la Selección argentina de fútbol y, recientemente, su director técnico en el Mundial de Sudáfrica.
Un largo comunicado que aparece en el sitio web de la AFA (www.afa.org.ar), bajo el título "El honor de todos a salvo", señala que persigue la intención de "reivindicar de manera irrestricta la dignidad de personas injusta e indirectamente atacadas".
"La AFA tiene la obligación de manifestar, una vez más, que se siente orgullosa de todos quienes alguna vez, en la categoría que fuere y en cualquiera de los partidos o certámenes que les tocó actuar, sea de manera amistosa o en competencia oficial, vistieron o visten nuestra camiseta nacional", comienza el comunicado.
Prosigue señalando: "Dirigentes a cargo de las delegaciones, jugadores, integrantes de los diferentes cuerpos técnicos, miembros de los departamentos médicos, empleados administrativos, asistentes de todas las áreas, han sido, siempre, cabales representantes de nuestra entidad, de nuestro fútbol y de nuestro país, tanto en el exterior cuanto en casa".
La nota continúa de la siguiente manera:
"Se ha generado, en los últimos días, una minúscula controversia personal, resulta de la cual, un ex jugador creyó que con sus dichos inexactos y mal intencionados, vulneraba o intentaba vulnerar la deportividad de una dramática clasificación frente a Australia, casi a fines de 1993, válida para la Copa del Mundo disputada en los Estados Unidos de Norteamérica en 1994".
"Pensamos en todos aquellos hombres que disputaron los partidos por las Eliminatorias y decimos que todos fueron dignos, decentes, honestos y deportistas a carta cabal. Y, para la tranquilidad de ellos y sus familias, quedan eximidos de dar respuestas a lo abstracto. No hubo control antidopaje, simplemente, porque no constituía obligación reglamentaria para ese tipo de disputas".
"Los controles obligatorios de la FIFA, impuestos en el Mundial de México en 1970, recién fueron de total alcance a todas las competencias fuera de los Mundiales a partir de la creación de la Agencia Mundial Antidopage (A.M.A) en 1998".
"De manera que no tenía sentido pactar aquello que no resultaba obligatorio fuera del marco de un Mundial durante su disputa. Sólo por una cuestión de respeto y amistad, se convino previamente con nuestro eventual adversario no marcar una excepcionalidad a una regla, que no existía".
"Y, en cambio, hacerlo en los partidos con rivales del Continente, como una cuestión acordada obligatoriamente desde antes de los ‘80. O sea, es cierto que no hubo control antidopaje frente a Australia, simplemente, porque no era reglamentariamente obligatorio".
"En cambio donde resultó de obligatoriedad tuvimos el triste papel de ser uno de los tres casos entre 1994 y 2008".
"Durante ese período se llevaron a cabo 6384 controles antidoping de los cuales el 0,05 por ciento resultaron positivos. Uno por efedrina, uno por cannabis y uno por nandrolona. Y eso ocurrió (caso efedrina) en 1994, precisamente".
"Doloroso caso del que quedan eximidos de responsabilidad todos los miembros de la delegación, pues se trató de una decisión y acción personal".
"Llama la atención cómo de un hecho público, oficial, dado a conocer previamente, publicado y dicho por la prensa de la época, se intente generar un escándalo".
"Y de un retruécano de dos frases se llenen páginas, aún en aquellos medios que por entonces tenían intereses a través de la explotación de los derechos televisivos, que conocían y publicaron este hecho menor y que hoy lo despliegan como información dominante desde su página tres en adelante como una cuestión nacional".
"Si tan sólo se hubieran tomado el trabajo de ir al archivo, constatar la información publicada entonces y analizar la cuestión de hoy, habrían advertido el verdadero fondo de una denuncia insostenible. O preguntarse con preocupación, cómo ´este hecho tan grave´ se nos pasó inadvertido hace diecisiete años".
"Pero el fin de esta respuesta no es la institución AFA. Antes bien, era la obligación de AFA dejar a salvo la honorabilidad de todos los que tuvieron el honor de protagonizar aquel hecho estrictamente deportivo. Y, por lo tanto, legítimamente ganado. Lo hacemos por ellos, por sus trayectorias, por sus familias y por la historia".
La nota lleva la firma de "Dirección de Medios y Comunicación AFA" y en ningún momento menciona al autor de la denuncia pública, el astro Diego Armando Maradona, ex capitán de la Selección argentina de fútbol y, recientemente, su director técnico en el Mundial de Sudáfrica.