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La acusación contra Elías Piccirillo, el marido de Jesica Cirio: “Encargar, organizar y participar de un operativo ilegal”

Para la Justicia hay pruebas suficientes que indican que el esposo de la modelo participó, junto con personal de la Policía de la Ciudad, del plan para “plantarle” cocaína y una pistola a un acreedor.


Para la Justicia existen pruebas suficientes para sostener que Elías Piccirillo, el marido de la modelo y conductora Jesica Cirio, encargó, organizó y participó de un operativo ilegal donde se le “plantó” cocaína y una pistola a un empresario con el que mantiene una millonaria deuda que superaría los 6.500.000 de dólares.

Así surge de la resolución del juez federal Sebastián Ramos en la que se ordenó la detención de Piccirillo, concretada por personal de la Prefectura Naval ayer en el barrio El Yacht del complejo urbanístico Nordelta, en Tigre.

En el denominado “operativo ilegal”, del que participaron un comisario y oficiales que cumplían funciones en la División Robos y Hurtos Norte de la Policía de la Ciudad, ocurrido en las primeras horas del 18 de enero pasado, fueron detenidos Francisco Hauque y su pareja, Anahí Aquino Laprida, después de haber cenado en el Palacio Duhau, en Recoleta, con Piccirillo.

El personal de la fuerza de seguridad porteña secuestró 1,200 kilos de cocaína y una pistola nueve milímetros en el Audi A8 de Hauque.

En ese momento, los policías se comunicaron con el juzgado federal de turno para solicitar instrucciones. La jueza federal María Eugenia Capuchetti ordenó la detención de la pareja.

Según el expediente judicial, Hauque y su pareja dijeron en sus indagatorias que Piccirillo podría haberle “plantado” el arma y la cocaína para evadir la millonaria deuda.

La pareja estuvo presa tres semanas. El 10 de febrero pasado, la jueza Capuchetti, luego de una investigación del fiscal Gerardo Pollicita, dictó el sobreseimiento de ambos y ordenó extraer testimonios para que se investiguen las circunstancias detrás del “operativo ilegal”.

El expediente quedó radicado en el Juzgado Federal N°11, subrogado por el juez federal Ramos, quien delegó la investigación en el fiscal federal Franco Picardi.

Tras dos meses de tareas investigativas, que incluyeron el testimonio de un imputado colaborador, registros fílmicos y análisis de datos por activación de antenas telefónicas, el fiscal Picardi solicitó las detenciones de los sospechosos y una serie de allanamientos, como la propiedad de Nordelta en la que vivía hasta ayer Piccirillo.

“Existen suficientes indicios para sostener que Piccirillo fue quien encargó la realización de ese operativo ilegal, participó de la colocación de narcóticos [sic] y/o una pistola milímetros robada en el vehículo [de Hauque] y aportó toda la información necesaria -previamente e in situ- para que se materialice el procedimiento en cuestión”, sostuvo el fiscal federal Picardi al solicitar la detención del marido de Cirio y los policías bajo sospecha.

La cena en el Palacio Duhau, que fue el pretexto para concretar el plan criminal, fue propuesta por Piccirillo “quien escogió el lugar, el día y el horario de la reunión, cuya finalidad era discutir sobre el pago de su deuda y cancelar una parte”, según surge del expediente judicial, al que tuvo acceso LA NACION.

Según Hauque, durante la cena, Piccirillo le iba a abonar 250.000 dólares para cancelar parte de la deuda. Pero el pago nunca sucedió.

Aquino Laprida explicó que su pareja estaba por mal porque el marido de Cirio no pagaba la deuda y siempre posponía los pagos que prometía. “A Piccirillo le daba terror que la situación sea conocida por la prensa porque su esposa es una figura pública”, sostuvo.

Según explicó el fiscal Picardi en el citado dictamen, las víctimas [por Hauque y Aquino Laprida] “expresaron, tanto en sus indagatorias como al brindar declaración testimonial, que los elementos [la cocaína y la pistola] que les secuestraron no les pertenecían y que el procedimiento había sido una ‘cam´´, indicando que Piccirillo les había ’plantado’ el arma de fuego y los estupefacientes”.

Al solicitar la detención del marido de Cirio (allegados a la modelo afirmaron que ya se inició el trámite de divorcio), el fiscal Picardi afirmó que la finalidad de encargar, organizar y participar del citado operativo era “lograr la privación ilegal de la libertad de Hauque y Aquino Laprida y así conseguir que Hauque no pueda exigirle el pago de la deuda”.


Según el expediente judicial, el imputado colaborador aportó información del “nexo” entre los detectives de la Policía de la Ciudad bajo sospecha y Piccirillo. Se trata de una persona conocida por los apodos de El Lobo y Charly, quien formó parte de la Policía Federal hasta que fue exonerado.


“Charly y un comisario de la Policía de la Ciudad [cuya identidad se mantiene en reserva, pero se sabe que era el jefe de la Divisón Robos y Hurtos Norte de la fuerza de seguridad porteña] realizaron tareas de inteligencia fuera del marco legal, planificaron, organizaron y lograron que se materialice el operativo ilegal, en cuya ejecución también intervinieron, y para cuyo desarrollo fue necesaria la obtención y colocación en el vehículo que conducían Hauque y Aquino Laprida de una pistola calibre 9 milímetros con denuncia de robo y 1,258 kilos de clorhidrato de cocaína en dos panes”, explicó el fiscal Picardi al solicitar la detención de los sospechosos.

Sobre los otros oficiales de la Policía de la Ciudad que participaron del operativo ilegal, el representante del Ministerio Público sostuvo: “En forma previa a la realización del procedimiento ilegal, quienes participaron de la vigilancia sobre Hauque y su pareja contaban con información privilegiada y certera sobre ellos: sabían quiénes eran, el vehículo que manejaban, el lugar a donde concurrirían, el trayecto que realizarían y en qué horario lo harían”.

El fiscal Picardi también sostuvo: “Se comprobó que varias horas antes de que los ‘objetivos’ [por Hauque y Aquino Laprida] arribaran a las 22.30 [del 17 de enero pasado] a una cena en el Palacio Duhau junto con Piccirillo, los efectivos policiales realizaron tareas de campo por la zona, para lo cual circularon por la puerta del mencionado hotel y permanecieron en las inmediaciones del lugar hasta la medianoche, cuando pusieron en marcha el operativo policial, el que se desarrolló instantes después de que la pareja abandonara el lugar de la cena”.

Tres brigadas con siete oficiales participaron del operativo que la Justicia definió como ilegal. Además, cuando todo había comenzado, el comisario, jefe de los uniformados, llegó caminando, sin que nadie lo hubiese llamado, según el expediente judicial.

“Se pudo demostrar que, desde horas antes del inicio del operativo policial, personal de la División Robos y Hurtos Norte de la Policía de la Ciudad concertó una reunión, y luego montó una vigilancia fija y exhaustiva sobre los movimientos del vehículo Audi Q8 y de sus tripulantes, respecto de quienes contaban con información previa, a la espera de que aquellos abandonaran el Palacio Duhau en pos de desplegar el operativo policial ya prediseñado”, sostuvo el fiscal al fundamentar los pedidos de detención.

Cuando el plan criminal se concretaba, Piccirillo se retiraba del Palacio Duhau sin haber pagado parte de su deuda. Ahora, tras las rejas, es defendido por el abogado Fernando Sicilia.

Fuentes detallaron que Piccirillo en su indagatoria solo va a decir que no intentó escaparse cuando la Prefectura Naval hizo ayer el allanamiento en su casa y que el paper donde está documentada la deuda con Hauque que sería la causa por el que armó el operativo ilegal fue firmado bajo extorsiones de algo que ya pagó con intereses.

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