La actividad espacial en el desarrollo nacional
* Por Héctor Timerman. Mañana está previsto el lanzamiento desde la base Vanderberg de la Fuerza Aérea norteamericana en Lompoc, California, del satélite argentino más grande y complejo que se haya diseñado en nuestro país, el SAC-D Aquarius, en el marco del Plan Espacial Nacional cuya revisión 2004-2015 fue aprobada por el ex presidente Néstor Kirchner a poco de asumir.
El SAC-D es un destacado logro científico de nuestro país desarrollado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) –que depende de la Cancillería argentina–, en cooperación con la NASA de los Estados Unidos, con la participación de entes del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y empresas del sector. Unas dos horas luego de su lanzamiento podremos saber si el satélite, que superó durante meses todas las pruebas y revisiones previas, alcanzó con éxito el objetivo de la puesta en órbita.
El Plan Espacial Nacional está centrado en la observación de la Tierra. Tiene como objetivo poner las herramientas del desarrollo tecnológico espacial al servicio del desarrollo socio-económico de nuestro país y propiciar un crecimiento con fines exclusivamente pacíficos, como contribución para consolidar la confianza mutua entre países. Para ello, en la definición de las misiones satelitales del Plan Espacial, se tienen en cuenta algunas premisas: máximo nivel científico-tecnológico; máximo impacto en el desarrollo socioeconómico de nuestro país; cooperación internacional asociativa, es decir socios en igualdad de condiciones; que sean un vehículo de integración con los países de la región y que propicien el máximo uso de nuestras capacidades nacionales, involucrándonos en proyectos espaciales que sean del mayor nivel mundial. Para la Argentina, entonces, la actividad espacial es una herramienta tanto de desarrollo y progreso nacional como un instrumento de nuestras relaciones pacíficas con todos los países.
El objetivo primario del Plan Espacial Nacional es la generación de información, desde el espacio, sobre nuestro territorio nacional, tanto continental como marítimo, que combinada con información de otros orígenes permita optimizar sus actividades tanto a los organismos especializados como al sector productivo. También permitirá obtener información a nivel global (salinidad de los mares, por ejemplo) y aprovechar la información generada por satélites que orbitan nuestro planeta. Es, en definitiva, como si desarrolláramos misiones espaciales hacia el Planeta Tierra. El Plan considera incluso impulsar la posibilidad de que la Argentina disponga de capacidad propia para la colocación en órbita de satélites.
El objetivo de utilizar y producir ciencia y tecnología muy avanzadas con fines socioeconómicos deja en claro que la política impulsada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner es que los recursos dedicados a emprendimientos de avanzada sean una inversión productiva.
El GEO (Grupo de Observación de la Tierra), formado hoy por 74 países y más de 40 organizaciones internacionales, ha adoptado este concepto para todos los países del planeta. La Argentina formó parte del pequeño grupo de países que inicialmente integró el GEO: fue una de las primeras acciones a nivel internacional que tomó el nuevo gobierno que asumió a mediados de 2003. Una misión satelital como la que está por poner en órbita el satélite SAC-D de esta envergadura abarca cooperación con países como Estados Unidos, en calidad de socio principal de la Argentina, y cuenta con la participación de Canadá, Francia, Italia y Brasil.
Este esquema de cooperación también se aplica a nuestro país, ya que la misión SAC-D lleva componentes que han sido desarrollados juntamente por la Conae con otros organismos del sistema científico-tecnológico y productivo nacional. A la vez, nuestro país está cooperando en el campo espacial con casi todos los países de la región, con especial énfasis en las aplicaciones a las emergencias y a la salud. El gobierno argentino impulsa al mismo tiempo la formación de una Agencia Espacial Regional. Para nuestro país estos emprendimientos son uno de los mejores caminos a recorrer hacia la integración regional. A la par, quiero subrayar que los resultados de la observación del SAC-D estarán a disposición de la comunidad científica internacional.