La abogada de Thelma Fardín aseguró que ya fue inspeccionado el hotel en donde ocurrieron los hechos

Sabrina Cartabia tiene 33 años, es abogada feminista y hace dos meses fue calificada por la revista Time como una "guerrera por los derechos de las mujeres". La revista la eligió para integrar la lista de las y los "líderes de la nueva generación" y la actriz Thelma Fardín la eligió para que la asesorara legalmente en Argentina.

Fue ella -que en Twitter es @MissOprostol-, la abogada que ayer estuvo en el escenario, sentada a la derecha de Thelma, mientras el país se enteraba de que la joven actriz había denunciado a Juan Darthés por haberla violado cuando tenía 16 años. En esta entrevista con Infobae, Sabrina Cartabia habla de las pruebas judiciales, de los miedos que hubo que atravesar y explica por qué Thelma decidió contar su caso en público.

Thelma ya declaró en Nicaragua y el testimonio es la prueba troncal. Ahora la fiscalía de allá tiene que empezar a disponer los medios de prueba. Ya se hizo una inspección en el hotel en el que ocurrieron los hechos.

- ¿Y para qué sirve ahora, nueve años después?

Para compararla con la descripción que ella hizo del lugar.

- ¿Qué otras pruebas pueden buscar?

Los que nos especializamos en perspectiva de género sabemos que este tipo de delitos suelen suceder en la intimidad y es muy difícil que haya testigos directos.

Entonces lo que hay que hacer, una vez que se tiene el testimonio, es fortalecerlo con otras 'pruebas de indicios'. Creemos que ahora le van a pedir pericias psicológicas y psiquiátricas a ella, que deberían estar conducidas por personal especializado. Por otro lado, se pueden sumar pruebas que ayuden a ver el contexto y hacer su relato más certero. En su momento, ella se lo contó a dos compañeras de 17 años, quienes pueden ser llamadas como testigos.

- Se dijo que había una pericia médica en donde se constataron lesiones. ¿Es cierto?

No me consta.

- ¿Entonces la investigación va a girar en torno a ella?

Eso pasa con la violencia sexual, el territorio de prueba es el cuerpo y la psiquis de las mujeres. Por eso es tan difícil denunciar, sobre todo cuando quienes investigan no tienen perspectiva de género y las revictimizan: venís de haberla pasado muy mal y el proceso se convierte en una nueva instancia de trauma.

- ¿Qué viste en ella cuando la conociste?

Vi a una joven que estaba muy segura de llevar esto adelante a pesar de los costos que podía tener a nivel emocional, por la posibilidad de la revictimización.

Cuando una, como abogada, toma la decisión de acompañar este tipo de procesos es una obligación ética explicarles a las mujeres con qué tipo de barreras se pueden enfrentar.

- ¿Qué le explicaste?

Que el Poder Judicial no es especialmente amigo de las mujeres, que falta perspectiva de género en la Justicia, que cuando hablara podían aparecer discursos muy estigmatizantes. Quizás vimos eso cuando se hizo el anuncio pero después su relato fue tan contundente que esos comentarios misóginos no pudieron mantenerse.

Teníamos el antecedente de que Calu Rivero, Anita Coacci (que actuó con Darthés en Gasoleros en 1999), y Natalia Juncos (estuvo con él en "Se dice amor") habían hablado y habían recibido mucha violencia. Darthés le inició a Calu una demanda por "daños y perjuicios" y a las otras dos actrices les hizo una demanda penal por "calumnias e injurias". Ellas la pasaron muy mal, sintieron mucha ansiedad, tuvieron que salir a defenderse, a pagar abogados. Había que pensar en eso y estar dispuestas a sostener la decisión fuera cual fuera el resultado final. Y aún no lo sabemos, yo no sé qué acciones legales va a tomar Darthés y si va a haber un abogado dispuesto a acompañarlo.

- ¿Qué les pasa a las víctimas de delitos sexuales cuando se enteran de que si hablan les hacen este tipo de denuncias?

Son movimientos disciplinadores muy fuertes. Por eso también era tan importante esta cuestión colectiva. Ahí Thelma tomó dimensión de que si ella podía hablar era porque otras habían hablado antes.

- ¿Cómo estuvo antes y durante la denuncia en el teatro?

Emocionalmente fue muy fuerte poder romper el silencio después de 9 años, por eso la vieron angustiada y un poco nerviosa. Y estaba muy movilizada por todas esas mujeres que fueron a acompañarla. Más allá de eso, estaba tranquila. Thelma estaba convencida de que era importante hablar y tenía una intuición fuerte de que esto era lo correcto. Y de que había que seguir esa intuición más allá del miedo que podía provocarle que después la persiguieran estos abogados mediáticos.

- ¿Su deseo es que haya una condena?

Ella se decidió a hablar por la indignación que le causaba lo que les estaba pasando a las otras chicas que lo habían denunciado. Lo que quería era el cambio cultural y rescatar a sus compañeras. Y relatar lo que le había pasado para tejer esa red de cuidados colectivos. Fijate que todas las mujeres que estuvieron ahí lo entendieron: el relato de una podía salvar a la otra. Ese era su deseo. Si la Justicia después determina que tiene que haber una condena, será otro paso, pero ese nunca fue el motor.

Fuente Infobae