Justificado reclamo de vecinos en defensa del arbolado en Ensenada
Un más que justificado pedido de reposición de árboles en Ensenada fue formulado por vecinos, ambientalistas y organizaciones no gubernamentales de esa ciudad, en una acción que debería desplegarse inicialmente en distintos sectores del casco urbano en los que se procedió a extraer ejemplares por obras que se realizaron en los últimos años.
Según detallaron en la presentación formulada ante la Municipalidad ensenadense, la reposición de árboles debería concretarse en calles como la San Martín, entre Presidente Perón y Horacio Cestino así como en la Don Bosco, estimándose que son 150 los ejemplares faltantes a partir de la obra de ensanchamiento de una de esas calles, al haberse reconstruido allí las veredas sin contemplar la existencia de las cazuelas en las que plantar los nuevos ejemplares.
Directivos de la organización ambiental Nuevo Ambiente señalaron que la entidad intervino al recibir denuncias formulada por numerosos vecinos, quienes dijeron no haber recibido respuesta alguna a sus reclamos.
Los ambientalistas añadieron que, más allá de que existen ordenanzas municipales que determinan las distintas especies que deben implantarse en las calles del distrito, esas mismas normas también obliga a reponer dos ejemplares por cada uno extraído.
Aludieron asimismo a lo trascendente que resulta la forestación de las calles ya que, más allá de que los árboles engalanan el paisaje urbano, se convierten en una defensa de primer orden de la calidad de vida de la población, especialmente en una ciudad como la de Ensenada, acosada por las peligrosas emisiones aéreas que emiten las empresas ubicadas en el muy cercano Polo Petroquímico.
En realidad, se conoce bien que para toda la Región resulta prioritaria la defensa del arbolado público. Lamentablemente, especialmente en las últimas décadas y en muchas ocasiones esta premisa ha sido desoída. La extracción de árboles sanos, la realización de podas depredadoras, excesivas o extemporáneas, la no comprensión por parte de los organismos responsables de lo que significan las podas correctivas o las podas de limpieza y la no reposición de ejemplares formaron parte de los reclamos que formularon vecinos y ambientalistas de nuestra zona.
Es de esperar que, ahora, el requerimiento presentado por vecinos ensenadenses encuentre eco en las autoridades de ese distrito. Convendría en este caso recordar que la ley provincial 12.276, en su artículo segundo, establece con claridad la obligación de los municipios para que en forma anual presenten un plan de forestación y de reforestación.
Pero no sólo por una obligación legal, sino por las diversas ventajas ya enumeradas aquí, resulta inexcusable para los municipios respetar y acrecentar el valioso patrimonio que significa el arbolado público. Especialmente, en épocas en las que la contaminación ambiental se ha convertido en un verdadero flagelo sanitario, defender este recurso natural constituye una tarea y una obligación prioritarias para las autoridades responsables.