¡Justifica un sapucai!
La nueva conquista del senador correntino se llama Silvina Scheffler, la ex Gran Hermano. La Profe, veinte años menor que el humorista, sostiene encuentros personales con Nito desde que estaban de temporada en Carlos Paz, y todo indica que el romance marcha viento en popa.
Transcurrieron ya diez años de sus largas caminatas por Florida, liderando los grupos de ahorristas que despotricaban contra el modelo económico de Domingo Cavallo y reclamaban, golpeando cacerolas frente a las puertas de los bancos, la eliminación del corralito que tantos dólares les habían confiscado. Desde entonces, varias cosas han cambiado en la vida de Nito Artaza, (51)entre las cuales se destacan su regreso a los escenarios junto a su histórico socio, Miguel Angel Cherutti, su consolidación en las arenas políticas como senador nacional y sus constantes vaivenes matrimoniales.
A esta altura del partido ya no es novedad que, desde hace tiempo, el correntino anda con el corazón vacante y, dicho respetuosamente, escucha con atención las ofertas que puedan llegarle ofreciendo amor. Desde que se separó de Cecilia Oviedo, su última mujer, el humorista ha sido realmente muy cauto a la hora de referirse al tema, y siempre se ocupó de remarcar la buena relación que, a pesar del distanciamiento, lo sigue uniendo a su ex. Independientemente del escándalo que en cierta ocasión desataron las declaraciones formuladas por Cecilia Milone, cuando la actriz admitió que fue su amante a lo largo de un período bastante extenso, fue raro encontrarlo a Nito involucrado en situaciones que lo incomodaran por temas de polleras. Ni siquiera se le conocieron romances, ni oficiales ni de los otros, que tan de moda suelen estar cuando el ambiente de trabajo invita permanentemente a vivir la experiencia. Sin embargo, las cosas suelen llegar a un final. Y ese lapso en el cual Artaza optó por mantenerse alejado de los ruidos, conservando bajo llave alguna eventual aventura o evitando directamente la gestación de un nuevo vínculo, aparenta haber concluido. Si bien la cosa recién comienza y a lo mejor sea apresurado hablar de enamoramiento, lo cierto es que ya prácticamente no se oculta cuando está junto a Silvina Scheffler (51).
Aunque Nito esquive cualquier consulta al respecto y trate por todos los medios de escaparle al bulto, ambos ya fueron vistos acaramelados y prodigándose gestos propios de dos personas que exceden el rótulo de buenos amigos. Recientemente coincidieron en la fiesta que organizó la compañía teatral que encabeza Nito y, a pesar de las miradas indiscretas y de los flashes que surcaron la oscuridad del salón, ninguno de los dos creyó conveniente esconder la cabeza como el avestruz. Un indicio. Algo que refleja la disminución de los temores que despierta el nacimiento de un romance sorpresivo, en el que la diferencia de edad queda fácilmente al descubierto, por más que las fechas de nacimiento incidan poco y nada al concretarse el flechazo. De a poquito, Nito y Silvina se van animando y le van perdiendo miedo a las repercusiones que este noviazgo sea capaz de disparar. Ya corrió mucha agua baja el puente desde aquellas jornadas de protesta callejera, exigiendo la devolución de los billetes verdes. Nito está reconstruyendo su alma y busca amigarse otra vez con la gimnasia del amor. Para eso, obviamente, nada más útil que una Profe desbordada por sus fervientes deseos de ejercer la docencia.