Julieta Ortega: "Esta vuelta es muy buena"

El tránsito porteño nos hizo llegar tarde a la entrevista, pero Julieta Ortega no se molestó; nos esperaba almorzando en uno de los sillones blancos de su living y, para dejar en claro su amabilidad, nos preparó un café expreso doble que nos sacó un poco del frío polar que promete abandonarnos en estos días, antes de la primavera. Ortega es una de las protagonistas de la última película de Francisco D’Intino, Rita y Li , que se estrena el jueves.

La película, coprotagonizada por Miki Kawashima, y con actuaciones de Juan Palomino y Antonio Birabent, cuenta la historia de dos mujeres solas que empiezan a tenerse la una a la otra como compañía. Li (Kawashima) es una inmigrante ilegal china que pierde su minimercado en los saqueos de 2001. Entonces, empieza a trabajar en una lavandería regenteada por Ferreira (Palomino), un policía corrupto que utiliza el local como pantalla para cubrir distintos negocios ilícitos. Allí, Li conoce a Rita (Ortega), una inmigrante paraguaya, también ilegal, que llega a la lavandería buscando trabajo de asistente. Como Ferreira les retiene los documentos, con los que -supuestamente- está llevando a cabo los trámites para que las mujeres puedan estar legales y tener los "papeles" para trabajar, ni Rita ni Li pueden abandonar el trabajo. Este hecho, sumado a una convivencia obligada, hace que las mujeres comiencen a acercarse, a contarse sus respectivos pasados y a fantasear con el futuro, hasta construir una amistad.

Julieta dice estar contenta con el filme, y ansiosa por el estreno. Además, confiesa que todavía le cuesta verse en la pantalla grande."Hice mucha tele en mi vida y estoy acostumbrada a verme ahí, en la pantalla más chica -explica-. Pero todavía me da pudor verme tan grande. De todos modos, estoy feliz de haber vuelto a filmar. En los últimos años, me dediqué fundamentalmente a la televisión y dejé pasar películas que, tal vez, podría haber hecho. Así que esta vuelta es muy buena para mí", comenta.

¿Fue un rodaje muy largo? No, duró un mes. Fue corto, pero se hizo largo porque fue un mes en Santa Fe, sin volver a mi casa. El director quería filmar allá porque sentía que iba a ser más fácil. Casi toda la acción transcurre en la calle sobre la que está la lavandería, y filmar en las calles de Buenos Aires hubiera sido muy complicado. Yo estaba esperando el comienzo de rodaje de Verano maldito , la película que dirige mi hermano Luis y de la que soy protagonista. Pero el proceso se estaba atrasando mucho, y me apareció la posibilidad de Rita y Li , que era para hacer de inmediato. Lo pensé, el guión me gustó, y dije: "Bueno, si ya esperé tanto para Verano maldito , puedo seguir esperando un mes más, mientras filmo".

¿Habías trabajado con D’Intino antes? No, ni con él ni con nadie del equipo, fuera del asistente de dirección, con quien nos habíamos conocido en una película de Eliseo Subiela, allá por el año ‘98, que fue una de las primeras que filmé (N de la R: se refiere a Pequeños milagros ). D’Intino me pareció una persona muy simple y encantadora, tanto que sentí que aunque tuviera que irme un mes a filmar lejos de casa igual iba a estar bien y contenida. Y eso, porque el proyecto tenía algo simple y lindo.

¿Improvisaban? Nada. De hecho, con Miki, la otra actriz, no empezamos a trabajar mucho antes. Los personajes, en la ficción, arrancan sin conocerse, están midiéndose, un poco como estábamos ella y yo. Son dos mujeres que van acercándose, pero hasta ahí, porque en el medio está el tema cultural, que hace que la comunicación sea incompleta. Así que trabajamos un poquito antes de irnos a Santa Fé, y allá nos acercamos más, porque convivíamos, y las dos llorábamos por los hijos, que sólo iban a visitarnos los fines de semana. Era todo un drama... (se ríe).

¿Hacía mucho tiempo que no hacías cine? Muchísimo. Había dejado pasar varios proyectos, hasta que un día un actor amigo se enteró de que yo había dicho que no a una película, y me dijo: "Julieta, filmá. Cuando a vos te proponen hacer cine, hacelo. No es televisión. No podés no arreglar por la plata o no arreglar porque el guión no es el guión de tu vida. Vos tenés que filmar". Y yo me daba cuenta de que por ahí dejaba pasar películas que no me parecían gran cosa, pero que al año siguiente se estrenaban, y que ese personaje que me habían propuesto a mí lo había hecho una actriz a quien yo respeto, que el elenco estaba integrado por todos actores a quienes respeto, y entonces, pensaba: "Se ve que es así, que la gente filma. Y que eso, aunque no sea la película de tu vida, te va metiendo dentro de un circuito. No importa si es por poca plata. No importa si hay cosas que no te terminan de cerrar. Lo importante es filmar".

Cuando leí el guión de Rita y Li sentí, a diferencia de otras cosas que había leído, que era una película para nada pretenciosa. Que era eso que se ve: un cuentito muy chico, la historia de dos mujeres solas que se encuentran. Creo que a mi hermano Luis mucho no le gustó que yo me fuera un mes antes de su rodaje a hacer otra película (se ríe). Pero yo soy actriz y llevaba mucho tiempo parada esperando el comienzo de algo que venía atrasándose... Tenía ganas de salir a jugar". Así que fue, e hizo la película, que se estrena el jueves.