Julieta Camaño: "Con Monchi no me sentía respetada, escuchada ni contenida"
Está transitando la separación de Monchi Balestra y si bien se la ve alegre porque esa es su escencia, Julieta Camaño confiesa que muchas veces llora
Nota extraída de la revista Pronto
Está transitando la separación de Monchi Balestra (45) y si bien se la ve alegre porque esa es su esencia, Julieta Camaño (34) confiesa que muchas veces llora. En estos días, leyó las declaraciones que Monchi le hizo a Pronto, y sintió la necesidad de contar su verdad. Según él, fue ella quien quiso separarse, y la decisión lo sorprendió. Pero ella asegura: "Le di muchas oportunidades, remé en dulce de leche durante mucho tiempo. Pero en un momento, cuando las cosas no van, hay que saber tomar decisiones". En esta entrevista, la actriz, periodista y conductora, se confiesa y habla de su realidad.
"Toda la vida la remé. Hay cosas que escucho y me parecen injustas. ¡No lo puedo creer! Quiero que Monchi sea feliz, que le vaya bien. Entiendo que tenga bronca porque, de alguna manera, la mina se le retobó. Pero intenté hablar muchas veces y no me escuchaba o no me entendía. Es complicado barajar y dar de nuevo. Remé mucho más de lo que me hubiera imaginado en mi vida; soy una luchadora. Hoy pago el colegio de mi hijo, Valentino (7), su obra social y a la chica que trabaja en casa para que yo pueda salir a laburar.
-¿Sostenés económicamente a la familia? ¿No te pasa dinero? -Estoy a punto de llegar a un acuerdo que, hasta hoy, no había sido posible.
-¿Remaste sola en la crisis de pareja? -Remé en dulce de leche, te repito. Y la mayor parte del tiempo, sola. El estaba en otro planeta. Le planteaba las necesidades de la familia y no me daba bola. No tengo que explicarle a nadie quien soy. Me considero una madraza, una remadora, una buena persona. Y no me sentía respetada, ni escuchada, ni contenida. Entonces no quise quedarme más en esa situación, en esa vida color de rosa que no existía. A él no le gustaba remar de la misma manera que a mí..
-Hoy, ¿cómo es la relación con tu ex? -Buscamos alternativas para acordar. Tuvimos que pedir ayuda. Yo tengo la tenencia de Valentino, él tiene régimen de visitas. Y tenemos una rutina de estructura familiar. Mis viejos, mis hermanos y mis amigos, me ayudan muchísimo.
-¿La decisión de separarse fue tuya, como contó él? -Digamos que salí a buscar una mejor vida para todos. ¡Yo también lloro! Porque es una frustración haberme separado.
Y también me casé para toda la vida. Pero soy sincera con lo que pasa.
-¿Pero fuiste vos la que inició los tramites de divorcio? -A veces, el que acciona no es el que tiene la idea. Estoy transitando un duelo que, creo, inicié hace tiempo. No lo terminé, pero tampoco lo comencé cuando él se fue de casa. Durante mucho tiempo evalué la situación. No estábamos bien.
Yo nunca abandono ningún barco, al contrario.
Y no me sorprendió lo que pasó, porque cuando algo no va, se termina. Sé que esperé el tiempo necesario, perdoné un millón de veces, di muchas oportunidades.
A Monchi lo adoro, es el papá de Valen, es una buena persona, aunque se confudió en algunas cosas. Somos dos personas diferentes que tenemos dos maneras diferentes de ver la vida.
-Más allá de la polémica con tu ex, los dos deben querer preservar a su hijo.
Hace cuatro meses que se separaron, ¿cómo está el nene? -Necesita un montón de cosas especiales.
Tiene su rutina. Cuando era chico no la pasó bien y le hace falta contención.
Está atravesando la separación de sus padres y eso no está bueno para ningún chico. Pero es lo que pasa. Lo mejor siempre es decir la verdad. No hay que esconderles la realidad, aunque tampoco hay que darles demasiados detalles. Los padres tenemos que ser los protectores de nuestros hijos, sus guías, educarlos, contenerlos, y también ponerles límites.
Eso es fundamental y tiene que ver con el amor. Me ocupo, lo educo, estoy con él, le enseño a ser una buena persona. Sé que todo eso es capital para su vida. No creo en las fórmulas en las que se aisla a los chicos del mundo y se los sobreprotege.
Valentino hace terapia desde muy chico y yo estoy muy pendiente de todo: desde lo que come hasta lo que hace, dice y piensa. Me ocupo como siempre. Está sufriendo como cualquier nene con sus papas separados.
En estos días, Julieta estrenó un auto que no se lo compró ni tampoco se lo regalaron: simplemente, se lo prestaron. Ocurre que hace unos meses vendió el suyo y, yendo de un lado a otro, se dio cuenta que no le cerraba viajar en taxi ni en remis ni tampoco en transporte público. Adora manejar y ama los autos de color negro, así que sobre "la nave", como ella lo llama, se siente fantástica.
Este 2012, la sorprendió con mucho trabajo.
Su día arranca un poco antes de las cinco de la mañana, porque a las seis está en la Mega 98.3, con No se desesperen, el programa de Martín Sicioli. Por las tardes, de 19 a 20, conduce Temprano para tarde, un magazine de actualidad que emite Canal 26. Y los domingos acompaña a Víctor Hugo Morales en Bajada de línea, por Canal 9. ¿Si es workaholic? Y si, un poquito. "Tengo un presente laboral exigente, pero me encanta lo que hago", se justifica.
Está transitando la separación de Monchi Balestra (45) y si bien se la ve alegre porque esa es su esencia, Julieta Camaño (34) confiesa que muchas veces llora. En estos días, leyó las declaraciones que Monchi le hizo a Pronto, y sintió la necesidad de contar su verdad. Según él, fue ella quien quiso separarse, y la decisión lo sorprendió. Pero ella asegura: "Le di muchas oportunidades, remé en dulce de leche durante mucho tiempo. Pero en un momento, cuando las cosas no van, hay que saber tomar decisiones". En esta entrevista, la actriz, periodista y conductora, se confiesa y habla de su realidad.
"Toda la vida la remé. Hay cosas que escucho y me parecen injustas. ¡No lo puedo creer! Quiero que Monchi sea feliz, que le vaya bien. Entiendo que tenga bronca porque, de alguna manera, la mina se le retobó. Pero intenté hablar muchas veces y no me escuchaba o no me entendía. Es complicado barajar y dar de nuevo. Remé mucho más de lo que me hubiera imaginado en mi vida; soy una luchadora. Hoy pago el colegio de mi hijo, Valentino (7), su obra social y a la chica que trabaja en casa para que yo pueda salir a laburar.
-¿Sostenés económicamente a la familia? ¿No te pasa dinero? -Estoy a punto de llegar a un acuerdo que, hasta hoy, no había sido posible.
-¿Remaste sola en la crisis de pareja? -Remé en dulce de leche, te repito. Y la mayor parte del tiempo, sola. El estaba en otro planeta. Le planteaba las necesidades de la familia y no me daba bola. No tengo que explicarle a nadie quien soy. Me considero una madraza, una remadora, una buena persona. Y no me sentía respetada, ni escuchada, ni contenida. Entonces no quise quedarme más en esa situación, en esa vida color de rosa que no existía. A él no le gustaba remar de la misma manera que a mí..
-Hoy, ¿cómo es la relación con tu ex? -Buscamos alternativas para acordar. Tuvimos que pedir ayuda. Yo tengo la tenencia de Valentino, él tiene régimen de visitas. Y tenemos una rutina de estructura familiar. Mis viejos, mis hermanos y mis amigos, me ayudan muchísimo.
-¿La decisión de separarse fue tuya, como contó él? -Digamos que salí a buscar una mejor vida para todos. ¡Yo también lloro! Porque es una frustración haberme separado.
Y también me casé para toda la vida. Pero soy sincera con lo que pasa.
-¿Pero fuiste vos la que inició los tramites de divorcio? -A veces, el que acciona no es el que tiene la idea. Estoy transitando un duelo que, creo, inicié hace tiempo. No lo terminé, pero tampoco lo comencé cuando él se fue de casa. Durante mucho tiempo evalué la situación. No estábamos bien.
Yo nunca abandono ningún barco, al contrario.
Y no me sorprendió lo que pasó, porque cuando algo no va, se termina. Sé que esperé el tiempo necesario, perdoné un millón de veces, di muchas oportunidades.
A Monchi lo adoro, es el papá de Valen, es una buena persona, aunque se confudió en algunas cosas. Somos dos personas diferentes que tenemos dos maneras diferentes de ver la vida.
-Más allá de la polémica con tu ex, los dos deben querer preservar a su hijo.
Hace cuatro meses que se separaron, ¿cómo está el nene? -Necesita un montón de cosas especiales.
Tiene su rutina. Cuando era chico no la pasó bien y le hace falta contención.
Está atravesando la separación de sus padres y eso no está bueno para ningún chico. Pero es lo que pasa. Lo mejor siempre es decir la verdad. No hay que esconderles la realidad, aunque tampoco hay que darles demasiados detalles. Los padres tenemos que ser los protectores de nuestros hijos, sus guías, educarlos, contenerlos, y también ponerles límites.
Eso es fundamental y tiene que ver con el amor. Me ocupo, lo educo, estoy con él, le enseño a ser una buena persona. Sé que todo eso es capital para su vida. No creo en las fórmulas en las que se aisla a los chicos del mundo y se los sobreprotege.
Valentino hace terapia desde muy chico y yo estoy muy pendiente de todo: desde lo que come hasta lo que hace, dice y piensa. Me ocupo como siempre. Está sufriendo como cualquier nene con sus papas separados.
En estos días, Julieta estrenó un auto que no se lo compró ni tampoco se lo regalaron: simplemente, se lo prestaron. Ocurre que hace unos meses vendió el suyo y, yendo de un lado a otro, se dio cuenta que no le cerraba viajar en taxi ni en remis ni tampoco en transporte público. Adora manejar y ama los autos de color negro, así que sobre "la nave", como ella lo llama, se siente fantástica.
Este 2012, la sorprendió con mucho trabajo.
Su día arranca un poco antes de las cinco de la mañana, porque a las seis está en la Mega 98.3, con No se desesperen, el programa de Martín Sicioli. Por las tardes, de 19 a 20, conduce Temprano para tarde, un magazine de actualidad que emite Canal 26. Y los domingos acompaña a Víctor Hugo Morales en Bajada de línea, por Canal 9. ¿Si es workaholic? Y si, un poquito. "Tengo un presente laboral exigente, pero me encanta lo que hago", se justifica.